La pr¨®xima reforma laboral
En el magn¨ªfico libro El infinito viajar, una recopilaci¨®n de ensayos sobre distintas ciudades que esconde reflexiones sobre buena literatura, Claudio Magris contrapone dos tipos de viajes. De un lado, el viaje circular, propio del Ulises cl¨¢sico y moderno, donde siempre se parte y vuelve al lugar del origen, bien que transformado por el trayecto en una escisi¨®n originaria. De otro lado, el viaje rectil¨ªneo, caracterizado de manera paradigm¨¢tica por los personajes de Musil, donde se camina sin retorno, hacia el infinito, como una recta que avanza inevitable desprendiendo al viajero de s¨ª mismo. El viaje circular, tradicional, cl¨¢sico, ed¨ªpico y originario es confrontado con el trayecto rectil¨ªneo, arriesgado, infinito, tr¨¢gico y anhelado, configurando, ambos, la identidad de cualquier ser humano, en escritura y vida.
Las ¨²ltimas reformas del mercado de trabajo no alteraron en lo esencial las relaciones laborales
Sirva la sugerente reflexi¨®n de Magris para expresar que, en el nuevo escenario pol¨ªtico tras los resultados electorales y en el contexto de una grave crisis de empleo, el planteamiento de la ya anunciada reforma laboral se enfrentar¨¢ al dilema de elegir entre iniciar un viaje circular, con el reconocimiento y profundizaci¨®n de t¨¦cnicas jur¨ªdicas conocidas para conseguir sus objetivos, o un viaje rectil¨ªneo, con medidas innovadoras y arriesgadas en sus resultados. El camino circular y tradicional, desde la experiencia de las distintas reformas laborales sucesivamente aprobadas en los ¨²ltimos a?os, puede quedar superado por una posible senda rectil¨ªnea y arriesgada, con la aprobaci¨®n de medidas desconocidas en experiencias anteriores.
Este dilema de partida se va a presentar con claridad en las dos cuestiones que, conforme al programa del PP y a lo ya anunciado, van a protagonizar la pr¨®xima e inminente reforma del mercado de trabajo: la contrataci¨®n laboral y el sistema de negociaci¨®n colectiva. En ambas, las reformas de las dos ¨²ltimas legislaturas (2006, 2010 y 2011) emprendieron un claro viaje circular, pues adoptaron t¨¦cnicas en parte ya exploradas que dejaron pr¨¢cticamente intactos tanto los fundamentos de la contrataci¨®n temporal e indefinida como los del sistema negocial, incorporando medidas desde dentro y con una capacidad gradual de transformaci¨®n. Pero en ambas cuestiones, la reforma ahora planteada puede emprender un viaje rectil¨ªneo que innove y altere las bases de la contrataci¨®n laboral y de la negociaci¨®n colectiva, con medidas distintas e incisivas que transformen directamente las relaciones de trabajo.
Por un lado, en contrataci¨®n laboral, las reformas de 2006 y 2010 efectuaron interesantes operaciones jur¨ªdicas tras largos procesos de di¨¢logo social, con y sin acuerdo: limitaci¨®n temporal del encadenamiento de contratos precarios, incentivos al contrato de fomento de la contrataci¨®n indefinido, planes de conversi¨®n de temporales a fijos, consolidaci¨®n del despido improcedente directo, flexibilizaci¨®n de las causas de despido y utilizaci¨®n del fondo de garant¨ªa salarial para reducir los costes extintivos. Pero estas t¨¦cnicas jur¨ªdicas, que confiaban sus resultados al paso del tiempo y a la paulatina absorci¨®n de empleo precario en fijo, apenas redujeron la dualidad laboral y no incidieron, bien que tambi¨¦n por otros m¨²ltiples factores, en la generaci¨®n de empleo, con un, al final, retorno a casa, la apuesta en la reforma de 2011 por un empleo temporal sin l¨ªmites, concluyendo as¨ª un melanc¨®lico viaje circular.
En el hipot¨¦tico viaje rectil¨ªneo que pueda ser ahora iniciado, la reforma bien pudiera replantear todo el marco de contrataci¨®n laboral con t¨¦cnicas innovadoras como un contrato indefinido ¨²nico, la transformaci¨®n con certidumbre del concepto del despido por causa empresarial, la socializaci¨®n del coste extintivo a trav¨¦s de un fondo de capitalizaci¨®n, la desactivaci¨®n del generalizado despido improcedente y el replanteamiento global de los expedientes de regulaci¨®n de empleo, negociados con la parte sindical, como eje de una deseada flexibilidad laboral interna alternativa a los despidos.
Por otro lado, en negociaci¨®n colectiva, la reforma del a?o 2011 mejor¨® notablemente el sistema desde dentro con distintas t¨¦cnicas: prioridad aplicativa del convenio de empresa en algunas materias con control de acuerdos sectoriales, descuelgues del convenio de sector en la negociaci¨®n colectiva de empresa, plazos de agilizaci¨®n de las negociaciones y soluciones extrajudiciales acordadas de bloqueos negociales. Estas medidas, de nuevo, confiaban al paso del tiempo y a la receptividad de los agentes sociales sus resultados, con efectos inmediatos bien limitados y la percepci¨®n finalmente circular de que los problemas cl¨¢sicos de la negociaci¨®n colectiva no estaban solucionados con eficiencia.
En el hipot¨¦tico trayecto rectil¨ªneo que pueda ser de inmediato iniciado, la reforma bien pudiera replantear el propio sistema negocial modul¨¢ndolo hasta alcanzar un marco de convenios colectivos estatales fuertes adaptados continuamente por convenios de empresa, sindicalizando toda la negociaci¨®n, revisando material y temporalmente la ultraactividad del convenio anterior, apostando por arbitrajes efectivos ante bloqueos, integrando al acuerdo colectivo de empresa en la regulaci¨®n laboral y abriendo de manera calculada la negociaci¨®n laboral a las peque?as empresas.
Por tanto, en contrataci¨®n laboral y negociaci¨®n colectiva existe una experiencia que puede ser aprovechada, en el inicio de un m¨¢s intenso viaje circular, o confrontada, aventurando una l¨ªnea de acci¨®n nueva que explore cambios normativos laborales, en el comienzo de un trayecto igual de innovador y transformador que arriesgado e incierto en sus efectos sociales. El planteamiento de la reforma deber¨ªa partir de esta reflexi¨®n y decidir desde un inicio este dilema, al menos en sus ideas fuerza.
Probablemente, dada la complejidad de las relaciones de trabajo, la anunciada reforma laboral, que necesita de una dosis previa importante de di¨¢logo social entre intereses confrontados y de una buena arquitectura e inteligencia t¨¦cnica, ser¨¢ una s¨ªntesis de ambos viajes, con una mayor apuesta por la transformaci¨®n, pero en el cuidado de ciertos equilibrios, la correlaci¨®n adecuada de beneficios, costes y riesgos sociales, y la b¨²squeda de inmediatez en los resultados esperados. Hay que desear, en cualquier caso, que esta importante reforma laboral acierte en su metodolog¨ªa, planteamiento inicial e instrumentos, solucionando problemas pendientes en nuestro mercado laboral, sin dejar de lado el esencial valor social del trabajo y la negociaci¨®n entre intereses, cooperando as¨ª a la tan necesaria recuperaci¨®n del crecimiento econ¨®mico y el empleo.
Jes¨²s Lahera Forteza es profesor titular de Derecho del Trabajo, Universidad Complutense.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.