La anticipaci¨®n galleguista
El PG se fund¨® hace justo 80 a?os con un programa que conten¨ªa incluso demandas similares a las del 15-M
Ni se les pasaba por la cabeza acampar en plazas, pero compart¨ªan con actuales movimientos sociales y pol¨ªticos no solo una gen¨¦rica indignaci¨®n, sino tambi¨¦n algunas reivindicaciones concretas. Un sistema electoral distinto, eliminaci¨®n de los organismos provinciales, apuesta por las consultas ciudadanas como forma de profundizaci¨®n democr¨¢tica, responsabilidad judicial de los malos gestores p¨²blicos o un sistema fiscal progresivo son ideas centrales en el debate actual pero -junto a muchas otras- ya fueron puestas sobre la mesa hace ocho d¨¦cadas por una formaci¨®n que entonces nac¨ªa y cuya influencia es tal que son numerosas las voces que consideran que la presente autonom¨ªa gallega es una realidad gracias a su legado. Hace 80 a?os -los d¨ªas 5 y 6 de diciembre de 1931- se constitu¨ªa en Pontevedra el Partido Galeguista (PG), cuyo programa inicial hac¨ªa referencia a demandas a¨²n insatisfechas y en la actualidad generalmente tambi¨¦n ligadas a actores pol¨ªticos con aura entre renovadora y revolucionaria como el 15-M.
"Los que vinimos detr¨¢s no estuvimos a la altura", opina Gonz¨¢lez Mari?as
"Todo su programa est¨¢ en el actual BNG", afirma Francisco Rodr¨ªguez
Literalmente, en la declaraci¨®n de principios que sali¨® de aquel acto fundacional del PG en 1931 se leen exhortaciones a la "supresi¨®n de las Diputaciones provinciales (...) pr¨¢ctica de las instituciones de la democracia directa como el refer¨¦ndum o el concello abierto (...) representaci¨®n proporcional con grandes circunscripciones para las elecciones (...) adopci¨®n de procedimientos eficaces que eviten la corrupci¨®n electoral y el falseamiento de la voluntad popular (...) responsabilidad econ¨®mica de la administraci¨®n por los da?os que sus agentes causen a los particulares en el ejercicio de las funciones p¨²blicas (...) creaci¨®n de un impuesto progresivo sobre la renta", todas ellas mezcladas entre otras m¨¢s ligadas a la identidad o el autogobierno. "Una de las claves de la actualidad de su programa fue el pragmatismo de aquellos galleguistas de hace 80 a?os. Por ejemplo, reivindicaban la autodeterminaci¨®n, pero no la formulaban en abstracto sino que la llevaban a la tierra, al mar, a la lengua, a la naci¨®n no como una suma de datos, sino como una construcci¨®n social", asegura Pablo Gonz¨¢lez Mari?as, conselleiro nacionalista de la Xunta tripartita, que sin embargo no puede evitar un poso de amargura al comparar aquella propuestas con el presente pol¨ªtico del pa¨ªs. "Si las reivindicaciones del Partido Galeguista a¨²n est¨¢n por conseguir, y cada vez estamos m¨¢s lejos de ellas, es porque los que vinimos detr¨¢s no estuvimos a la altura de aquella capacidad de anticipaci¨®n", opina.
El historiador de referencia del galleguismo pol¨ªtico, Justo Beramendi, considera que la distancia temporal convierte en un imposible establecer paralelismos directos entre los planteamientos del PG y los actuales indignados en todas sus formulaciones, pero s¨ª defiende que la organizaci¨®n de B¨®veda, Otero Pedrayo o Castelao "presentaba un programa socioecon¨®mico muy avanzado para su ¨¦poca". "No se trataba de un partido de izquierda revolucionaria sino m¨¢s bien de centro pero con un componente que ahora podr¨ªamos denominar socialdem¨®crata, aunque traslad¨¢ndolo al d¨ªa de hoy su programa incluso se situar¨ªa a la izquierda de las pol¨ªticas que defienden algunos socialdem¨®cratas actuales", a?ade con sorna. "Es dif¨ªcil realizar esos traslados temporales, pero desde luego el PG era progresista y la mayor prueba de ello es que form¨® parte del Frente Popular", recuerda el hist¨®rico dirigente nacionalista Camilo Nogueira.
El secretario general de la UPG, Francisco Rodr¨ªguez, tiene menos dudas a la hora de definir en t¨¦rminos de presente la doctrina de los galleguistas de 1931 o se?alar d¨®nde cree que est¨¢ depositada ahora su esencia ideol¨®gica. "La vigencia de su avanzado programa resulta espectacular. Eran antimonopolistas y si queremos decirlo as¨ª, de izquierdas. No se debe olvidar que dentro de su pluralidad interna hab¨ªa ya corrientes abiertamente marxistas, como la de Su¨¢rez Picallo. Adaptado a esta ¨¦poca, todo el programa del Partido Galeguista est¨¢ presente en el actual del BNG, como ocurre con la demanda de una banca p¨²blica, algo que ya propon¨ªan ellos hace 80 a?os y solo nosotros hacemos en la actualidad", indica el que tambi¨¦n es miembro de la ejecutiva del Bloque.
Los diferentes enfoques tambi¨¦n son visibles ante el habitual ejercicio contrafactual de imaginar el panorama pol¨ªtico gallego que existir¨ªa en caso de que el PG no se hubiera diluido entre el golpe militar y la posterior apuesta culturalista de los a?os 50. Rodr¨ªguez reconoce la dificultad de hacer esas hip¨®tesis, pero llega a se?alar que "ante la clara evoluci¨®n del PG hacia la izquierda es posible que organizaciones como la UPG no hubieran tenido sentido tal y como nacieron y estar¨ªamos dentro de un Partido Galeguista quiz¨¢s formulado org¨¢nicamente como un frente". Beramendi lo ve de otra manera: "De haberse recuperado el PG, estoy seguro de que ser¨ªan imposibles mayor¨ªas absolutas como las de Feij¨®o o Fraga. El Partido Galeguista ocupar¨ªa un espacio de centralidad que restar¨ªa votos al BNG pero tambi¨¦n al PP. No digo que ser¨ªamos como Catalu?a, pero s¨ª m¨¢s parecidos a ella que ahora". "Desde luego, el Partido Galeguista nunca har¨ªa barbaridades como las de CiU actualmente en la Generalitat", tercia Camilo Nogueira, que marca territorio: "Vale que ahora el PP o el PSOE gallego reivindiquen tambi¨¦n la memoria del PG, pero no nos confundamos. Sus herederos somos nosotros, los nacionalistas".
"No creo que salga otro B¨®veda"
A sus 97 a?os, Avelino Pousa Antelo es uno de los escasos supervivientes del viejo Partido Galeguista de los a?os 30, al que perteneci¨® como miembro de sus Mocedades. Mantiene la mente l¨²cida desde cierto gramsciano pesimismo de la inteligencia que le lleva a decir: "Nuestro programa est¨¢ casi in¨¦dito, no se consigui¨® casi nada de aquel sue?o de una Galicia nueva y armoniosa y muchas cosas son ya irrecuperables. Es muy dif¨ªcil pensar que estamos en el buen camino".
Para el veterano galleguista, que sigue acudiendo para proclamar sus ideas a bastantes actos p¨²blicos, el r¨¢pido crecimiento que vivi¨® su partido desde 1931 hasta que las pistolas forzaron su repliegue en 1936 se explica por la "iniciativa de personas muy inteligentes y v¨¢lidas de las que surgi¨® una filosof¨ªa que la gente entendi¨® y crey¨®. Se abri¨® un camino totalmente nuevo que se extendi¨® de una manera ins¨®lita para como funcionaban las cosas en Galicia en aquella ¨¦poca, con una lentitud tremenda". "Tambi¨¦n exist¨ªa una ilusi¨®n que ahora no hay", completa.
Pero sin duda, cuando Pousa Antelo exprime todas sus fuerzas es al referirse a las declaraciones de autoafirmaci¨®n que normalmente brotan de los responsables de la actual instituci¨®n auton¨®mica. "Yo no pienso comulgar con ruedas de molino, que es lo que hay que hacer para confiar en muchos que ahora se declaran galleguistas pero que nunca creyeron en esta patria ni creer¨¢n". Y como contraposici¨®n, se limita a describir el despacho desde donde habla por tel¨¦fono con este peri¨®dico: "Tengo delante tres im¨¢genes. Son de Valle Incl¨¢n, de Castelao y de B¨®veda, tres figuras de las que hay que aprender mucho y representan perfectamente lo que pudo haber sido Galicia. De entre ellos me quedar¨ªa con B¨®veda: era el motor del galleguismo, lo ve¨ªa todo completo, certero y verdadero, fue el mejor pol¨ªtico gallego de cualquier tiempo. Desgraciadamente, no creo que salga otro como ¨¦l".
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