Los 'tories' del Tea Party
Hace poco la BBC transmiti¨® un documental de la radio en el que uno de los entrevistados, un ministro, no quiso revelar su identidad, por lo que sus comentarios fueron le¨ªdos por un actor. Es una t¨¦cnica utilizada por la BBC para proteger la identidad de las fuentes que viven en los reg¨ªmenes autoritarios bajo amenaza de persecuci¨®n, pero en esta ocasi¨®n el programa no trataba de los abusos de los derechos humanos en un pa¨ªs lejano. El ministro era un miembro del Gobierno de Reino Unido y en el programa se trataba del euroescepticismo en Gran Breta?a.
Esta entrevista rocambolesca revela el clima de desconfianza en el que el debate sobre el futuro de la UE se est¨¢ llevando a cabo en el Partido Conservador. El Gobierno brit¨¢nico ha sido efectivamente secuestrado por un grupo de radicales euroesc¨¦pticos que tienen un punto de vista similar a la corriente del Tea Party republicano de EE UU.
El Gobierno 'tory' ha sido secuestrado por euroesc¨¦pticos
Ninguno de los candidatos republicanos en las primarias en EE UU quiere ofender a la derecha radical, que est¨¢ implacablemente empe?ada en reducir los poderes del Gobierno federal de Washington. En Reino Unido, David Cameron est¨¢ atormentado por radicales euroesc¨¦pticos de su propio partido, que son igualmente hostiles a lo que describen como la agenda eurofederalista de Bruselas. Y los tea party-tories brit¨¢nicos podr¨ªan ser incluso m¨¢s peligrosos que sus primos de EE UU.
En los pr¨®ximos d¨ªas los l¨ªderes europeos deber¨¢n ponerse de acuerdo sobre propuestas firmes para salvar el euro, y por extensi¨®n la Uni¨®n Europea. Cualquier plan eficaz incluir¨¢ medidas hacia una uni¨®n fiscal dentro de la zona euro y una mayor integraci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas con, presumiblemente, la direcci¨®n de Bruselas. Todo esto requerir¨¢ cambios en los tratados de la UE, que tendr¨¢n que ser ratificados por todos los Estados miembros.
En Reino Unido los euroesc¨¦pticos est¨¢n calentando motores y haciendo demandas estrepitosas para que se convoque un refer¨¦ndum si hay cualquier cambio en los tratados de la UE. No les importa que Gran Breta?a no est¨¦ en el euro. Simplemente quieren aprovechar la oportunidad para devolver poderes -por ejemplo, sobre el empleo o el medio ambiente- de la UE a Reino Unido.
David Cameron se enfrenta a un dilema. Sabe que la prioridad en estos d¨ªas es asegurar el futuro del euro y la integridad de la econom¨ªa europea. Pero en Westminster diputados conservadores ven la crisis como una oportunidad de oro para volver a abrir la batalla con Bruselas y desmontar el Tratado de Lisboa.
La prensa y la blogosfera derechistas est¨¢n al rojo vivo con comentarios sobre lo que describen como "el final del juego" para Europa, y en un reciente debate parlamentario sobre el tema alrededor de 80 diputados conservadores desafiaron a Cameron para votar a favor de un refer¨¦ndum.
Cameron es un euroesc¨¦ptico autodeclarado, pero ya no es suficientemente euroesc¨¦ptico para los radicales de su partido. Si el primer ministro no logra controlar a los tea party-tories, estos pondr¨¢n en peligro su liderazgo, y el proyecto europeo.
David Fred Mathieson fue asesor del Gobierno laborista brit¨¢nico.
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