Hacer vino como nuestros ancestros
Telmo Rodr¨ªguez recupera vi?edos olvidados y t¨¦cnicas tradicionales
Telmo Rodr¨ªguez (Ir¨²n, 1962) es un rom¨¢ntico. Entiende el vino como un trabajo artesanal. Concibe el negocio como una cuesti¨®n de calidad m¨¢s que de cantidad. Estudi¨® enolog¨ªa en Burdeos y dio sus primeros pasos en Remelluri, la bodega familiar. En 1994 decidi¨® probar suerte por su cuenta. Junto a su socio Pablo Eguzkiza elabor¨® su primer vino en solitario en Navarra. De ah¨ª pas¨® a Rueda, Toro, Galicia... La aparici¨®n de nuevas marcas hizo que decidieran agruparlas bajo una misma etiqueta. As¨ª surgi¨® la Compa?¨ªa de Vinos Telmo Rodr¨ªguez. Ahora divide sus energ¨ªas entre este proyecto singular y Remelluri, donde ha regresado para coger las riendas.
"Hay que volver a la cultura de hacer vino de pueblo", reivindica. Desde su nacimiento, el objetivo de la Compa?¨ªa de Vinos Telmo Rodr¨ªguez es la utilizaci¨®n ¨²nicamente de variedades de uva aut¨®ctonas de zonas originales. Esta filosof¨ªa contrasta con el boom de la implantaci¨®n de variedades for¨¢neas. Otra de las se?as de identidad del proyecto es la recuperaci¨®n de vi?edos centenarios olvidados. As¨ª surgen los proyectos de M¨¢laga, con Molino Real, o Cebreros, con Pegaso.
"En Espa?a el sector del vino ha apostado por un modelo industrial de bodega totalmente alejado de la calidad y del prestigio. No deber¨ªamos haber olvidado que somos artesanos por encima de todo", se?ala Rodr¨ªguez.
La falta inicial de medios oblig¨® a la bodega a centrase en vinos sencillos de r¨¢pida comercializaci¨®n. Adem¨¢s, los caldos elaborados en nueve zonas diferentes de Espa?a les han permitido estudiar a fondo las variedades tempranillo, tinto fino, tinta de toro, garnacha, monastrell, menc¨ªa, verdejo, viura y godello. "Es m¨¢s importante el sitio que la variedad porque la tierra es lo que imprime car¨¢cter al vino. Por eso nos gusta trabajar con las familias de viticultores excepcionales que llevan varias generaciones trabajando esa tierra", comenta este en¨®logo con alma de surfista.
En la b¨²squeda de la esencia, ha recuperado t¨¦cnicas tradicionales como el envejecimiento de los caldos en cubas de hormig¨®n, o la apuesta por el vi?edo en vaso, en oposici¨®n a la proliferaci¨®n de vi?edos en espaldera.
La empresa cuenta con un equipo peque?o de seis en¨®logos y luego trabaja con agricultores locales en las nueve zonas en las que produce vino. La facturaci¨®n anual se sit¨²a cerca de los seis millones de euros y la mayor parte de las ganancias se reinvierten en el proyecto. "La gran ventaja de nuestra empresa es que pretendemos no depender de nadie".
La compa?¨ªa tiene una clara vocaci¨®n internacional y el 80% de la producci¨®n se vende en el extranjero. "En Espa?a hay una crisis de consumo y los mercados exteriores nos dan cierta seguridad", dice Rodr¨ªguez. La empresa ha desarrollado proyectos para importadores o clientes especiales como el gigante ingl¨¦s de la distribuci¨®n Marks & Spencer, para el que ha creado marcas como Pago Real o P¨¦rez Burton.
?Cu¨¢l ser¨¢ la pr¨®xima zona vitivin¨ªcola de Espa?a por redescubrir? "La Rioja", dice sin dudarlo. "Nuestro trabajo en esta regi¨®n se basa en la vuelta a La Rioja de los pueblos, en donde unas pocas parcelas se explican en un solo vino". Con esta filosof¨ªa nace su proyecto de Lanzaga: en Lanciego, un peque?o pueblo en las faldas de la sierra de Cantabria, donde entre olivos han construido una peque?a bodega de estilo minimalista para sacarle el m¨¢ximo partido a las cepas centenarias de la zona.
Tres sambenitos pesan sobre Telmo Rodr¨ªguez. El primero es su enfrentamiento con las denominaciones de origen. "No estoy en contra de ellas, pero creo que hay que reinventarlas. Su raz¨®n de ser fue garantizar el origen de un gusto, no permitir cosas que hagan que ese gusto desaparezca". El segundo es el cartel de en¨®logo biodin¨¢mico. "No me obsesiona porque entiendo que es la ¨²nica forma de hacer buen vino". Y la tercera leyenda es la de enfant terrible del vino. "?Pero si tengo casi 50 a?os!". -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.