Dubl¨ªn quiere que Londres d¨¦ marcha atr¨¢s
El Gobierno irland¨¦s teme que el aislamiento brit¨¢nico golpee a su econom¨ªa
Irlanda vive como una tragedia el veto brit¨¢nico a la propuesta de reforma de tratado promovida por los pa¨ªses del euro. Por tres razones: porque Gran Breta?a es un pa¨ªs clave para la econom¨ªa irlandesa y el ¨²nico con el que comparte frontera; porque un pa¨ªs peque?o como Irlanda corre mucho m¨¢s riesgo en un acuerdo intergubernamental a 26 que en un acuerdo a 27 dentro de los tratados, con la tutela y protecci¨®n de la Comisi¨®n Europea; y, seg¨²n los m¨¢s pesimistas, porque el veto brit¨¢nico puede llevar a una crisis de tal magnitud que amenaza no solo la supervivencia del euro, sino de la propia Uni¨®n Europea.
El viceprimer ministro y responsable de Exteriores, el laborista Eamon Gilmore, cree que ser¨ªa "prudente" por parte de Irlanda entablar discusiones con Gran Breta?a acerca de sus relaciones bilaterales, pero tambi¨¦n acerca de la "visi¨®n com¨²n que tenemos en muchas materias dentro de la Uni¨®n Europea". "Son nuestro vecino m¨¢s cercano. Tenemos una relaci¨®n muy estrecha con Gran Breta?a. Compartimos una frontera terrestre. Tenemos niveles de comercio alt¨ªsimos", declar¨®. Y record¨®: "Somos muy conscientes del hecho de que el a?o pasado, cuando Irlanda tuvo dificultades financieras, Gran Breta?a vino de forma unilateral en ayuda de Irlanda en forma de pr¨¦stamo bilateral. Tenemos posiciones comunes, visiones compartidas en un gran n¨²mero de asuntos a nivel de la Uni¨®n Europea".
El Gobierno cree que hay tiempo desde ahora hasta que las propuestas acordadas pol¨ªticamente la semana pasada en Bruselas sean redactadas para su aprobaci¨®n en marzo. Y ese tiempo ha de servir para encontrar una f¨®rmula que permita salvaguardar los intereses nacionales a los que ha apelado David Cameron sin que eso se interprete en el continente como una patente de corso a la City, algo inaceptable para una gran mayor¨ªa de ciudadanos que precisamente ven al sector financiero como uno de los grandes responsables de la actual crisis.
A favor de esa posibilidad juega el hecho de que la canciller alemana, Angela Merkel, tambi¨¦n prefiere que los acuerdos de Bruselas formen parte del Tratado de Lisboa, aunque dej¨® clara su determinaci¨®n por un acuerdo intergubernamental a 26 antes que admitir un bloqueo.
En contra de un acuerdo con Cameron juega un factor que no se puede desde?ar: las del primer ministro brit¨¢nico y el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, parecen completamente rotas. Pero los dos tienen est¨®mago para rehacerlas en un instante si les conviene. Merkel parece menos influenciable por ese factor, pero lanz¨® dardos envenenados contra Cameron tras la cumbre e insinu¨® que el brit¨¢nico busc¨® el veto por conveniencia pol¨ªtica desde el primer momento. "Tuve la impresi¨®n de que Cameron no estuvo nunca en la mesa con nosotros", lleg¨® a decir.
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