La importancia de ser casi, casi perfecto
Urdangarin ha pasado de ser cortejado a convertirse en un apestado
La figura de I?aki Urdangarin ha sido apartada de la familia real en el Museo de Cera de Madrid y enviada a la sala de deportes, todo un s¨ªntoma como tantos otros de que el cord¨®n sanitario que proteg¨ªa a la Casa del Rey se ha roto. Hoy se preguntan en algunos foros si la camiseta de Urdangarin que cuelga del techo del Palau Blaugrana como homenaje a una larga trayectoria en el Barcelona no deber¨ªa ser tambi¨¦n retirada. Nada tiene que ver una cosa con la otra, pero son ejemplos de c¨®mo Urdangarin se ha convertido en el blanco perfecto donde atizarle a una monarqu¨ªa tan valorada durante a?os en las encuestas como sobreprotegida en la opini¨®n p¨²blica. Quien lleg¨® a ser considerado el yerno perfecto, el candidato id¨®neo para marido de una infanta, es ahora un apestado, que nadie, ni en Zarzuela ni en los museos, quiere a su lado.
La web oficial dice: "Ha cultivado el inter¨¦s por las cuestiones sociales"
Se cas¨® con la infanta en 1997. En 2000 a¨²n gan¨® una medalla de bronce
Se dijo que hablaba cuatro idiomas, lo que no era muy riguroso
Se corri¨® un velo sobre sus estudios: no hab¨ªa acabado Econ¨®micas
Diego Torres arma la estrategia: deporte, responsabilidad social y patrocinio
En esa estrategia, Urdangarin era perfecto para dirigir una fundaci¨®n
Los esfuerzos de Zarzuela desde hace casi tres a?os para alejarle de Espa?a y enfriar el asunto han fracasado. Es inevitable que sea imputado dentro de unas semanas, a juicio de los expertos. Pero la espera est¨¢ siendo tan larga que, para cuando llegue ese momento, parecer¨¢ una condena. Porque se ha levantado la veda y nuevos datos se difunden cada d¨ªa. Aun as¨ª, en la p¨¢gina web oficial se describe as¨ª a qu¨¦ se ha dedicado Urdangar¨ªn todo este tiempo: "Ha cultivado el inter¨¦s por las cuestiones sociales, am¨¦n de las deportivas, intentando establecer caminos de di¨¢logo entre unas y otras".
?C¨®mo pudo llegarse a esta situaci¨®n?
Urdangarin ten¨ªa un curr¨ªculo casi perfecto para ser un excelente candidato a entrar en la familia real por la v¨ªa consorte. Hijo de buena familia (un banquero casado con una arist¨®crata belga) con ra¨ªces vascas, hombre arraigado en Barcelona desde su infancia (apenas vivi¨® dos a?os en Vitoria), educado en colegios cat¨®licos y deportista de ¨¦xito en un club como el Barcelona, a cuya disciplina perteneci¨® desde los 18 a?os. Fue protagonista de los a?os dorados del balonmano espa?ol y la selecci¨®n. Ten¨ªa la estatura perfecta (1,96) para no desentonar en las fotos de la familia real y cierto aire de gal¨¢n. Su noviazgo con la infanta Cristina fue r¨¢pido: oficialmente, se conocieron en agosto de 1996, durante los Juegos de Atlanta, para casarse algo m¨¢s de un a?o m¨¢s tarde (4 de octubre de 1997). Aquel r¨¢pido romance se ti?¨® de la cursiler¨ªa propia de las revistas del sector como un flechazo entre deportistas. Ambos daban bien en la foto y el barniz real hizo el resto.
Se dijo as¨ª que Urdangarin hablaba cuatro idiomas (espa?ol, catal¨¢n, ingl¨¦s y franc¨¦s), afirmaci¨®n que no era muy rigurosa. Se corri¨® tambi¨¦n un tupido velo sobre sus estudios de Econ¨®micas (no hab¨ªa acabado la carrera). No importaba, la pareja funcionaba. La boda fue un ¨¦xito, dio excelentemente en pantalla y los reci¨¦n casados se quedaron a vivir en Barcelona, haciendo una vida relativamente convencional: ella en La Caixa y ¨¦l en la cancha. Todav¨ªa le dio tiempo a ganar una medalla de bronce en Sydney 2000, un hecho que le convert¨ªa en el primer medallista de la familia real espa?ola, tenida por una familia muy ol¨ªmpica, aunque esto ¨²ltimo pareci¨® siempre m¨¢s un acto de propaganda que otra cosa. Esa medalla precipit¨® su retirada a los 32 a?os. Para cerrar el c¨ªrculo, se le envi¨® a Esade, una de las principales escuelas de negocios espa?olas, para obtener un m¨¢ster. En el verano de 2001, la reina Sof¨ªa asisti¨® a la graduaci¨®n del yerno.
Es a partir de entonces cuando Urdangarin no encuentra su lugar en el mundo, a pesar de ser un privilegiado. Inicialmente trabaja para empresas (Motorpress, Octagon) que act¨²an como intermediarias en el mundo del deporte, actividad que ya levanta algunas sospechas entre dirigentes deportivos, hasta el punto de que su aspiraci¨®n por hacer carrera en el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (en el que llega a ser vicepresidente) fracasa precisamente porque una mayor¨ªa de dirigentes no le ven como un candidato independiente. Los hab¨ªa que sospechaban que representaba a otros intereses, y estaban quienes interpretaban la situaci¨®n como una operaci¨®n de Zarzuela para colocar al yerno en un puesto relevante. El fracaso de una operaci¨®n bien vista por la prensa deportiva nunca fue examinado en profundidad. Como de costumbre, oper¨® el silencio protector.
Tras esta aparente decepci¨®n, Urdangarin profundiza en otras actividades conducido por uno de quienes fueron sus profesores en Esade, Diego Torres, considerado como un profesional especialmente activo y agresivo, con ideas muy claras sobre patrocinio deportivo y responsabilidad social. "En Esade estaban m¨¢s avanzados que en ninguna otra escuela de negocios de Espa?a en materia de responsabilidad social corporativa. Se pod¨ªa decir que eran precursores en Espa?a", comenta un experto en la materia. Diego Torres es quien arma la estrategia: patrocinio, deporte y responsabilidad social. Y en esa estrategia, un personaje como I?aki Urdangarin era tambi¨¦n perfecto: excelente imagen como deportista, con ese toque de glamour inmaculado de la familia real espa?ola. Perfecto para dirigir una fundaci¨®n, una ONG o un instituto sin ¨¢nimo de lucro. Perfecto para abrir puertas de empresas e instituciones. Perfecto para que nadie sospeche.
Bajo el dise?o de Torres y la colaboraci¨®n de Urdangarin nacen una decena de sociedades, unas para cobrar sin ¨¢nimo de lucro y otras para hacer el reparto, que operan con ¨¦xito en el lustro m¨¢s expansivo del patrocinio deportivo en Espa?a. En varios a?os, consiguen ingresos de empresas y organismos p¨²blicos, generalmente por informes o, las m¨¢s conocidas, por la organizaci¨®n de congresos sobre turismo y deporte en Valencia y Palma de Mallorca. No hay constancia de que, en el trato con empresas privadas, estas sociedades hayan emprendido alguna actividad concreta. Todo se limita a informes sin aparente contenido o ambiguos asesoramientos. Hay algunas contraprestaciones curiosas, como el caso del Ayuntamiento de Alcal¨¢ de Henares, donde los Duques de Palma asistieron a la cabalgata de Reyes.
Los dos profesores de Esade que tienen una actuaci¨®n principal, Diego Torres y Mario Sorribas, publican durante esos a?os un curioso libro que financia una de las ONGs del grupo (Fundaci¨®n Deporte, Cultura e Integraci¨®n Social) y edita una de las empresas (Innovation Lab), titulado Don't Give Up. Los autores investigan entre 200 casos de deportistas con una discapacidad f¨ªsica importante que emprenden diversos retos. Y seleccionan 12 casos de ¨¦xito. ?Cu¨¢l fue el criterio final de la selecci¨®n? No la envergadura del reto ni el car¨¢cter de estos deportistas: "Muchos casos identificados fueron descartados por no haber logrado un impacto comunicativo y social significativo". Es decir, se buscaba no el mejor ejemplo, sino el mayor impacto. Ese es el ideario de Diego Torres.
El resto es pura actualidad. Llega el caso Palma Arena. Aparecen las dudas sobre la limpieza de algunos contratos que afectan a empresas dirigidas por Torres y Urdangarin que desembocan en las primeras gestiones de Zarzuela para controlar el asunto. Llegada la navidad de 2011, el panorama es desolador entre los esfuerzos de la Casa del Rey para desviar balones y desmarcarse del duque de Palma y el silencio de I?aki Urdangarin, ahora cabizbajo y apesadumbrado en las im¨¢genes. Su alejamiento a Washington no sirvi¨® de nada: los fiscales tiraron del hilo. El pasado 11 de julio, Diego Torres fue a declarar ante el juez y no acept¨® todas las culpas. Y el caso salta a la opini¨®n p¨²blica cuando es m¨¢s lacerante la crisis econ¨®mica y se multiplican los recortes y los indignados. En ese ambiente, un miembro de familia real metido en un caso de corrupci¨®n donde se sospecha que el dinero entra en una ONG y llega a un para¨ªso fiscal es una diana casi perfecta.
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