"El BNG tiene mucho que discutir en un debate ideol¨®gico de fondo"
El portavoz en O H¨®rreo del BNG, Carlos Aymerich (Vigo, 1967) es el ¨²nico militante nacionalista que, hasta el momento, se ha postulado para liderar la organizaci¨®n. La batalla, al frente de la corriente M¨¢is Galiza, la dar¨¢ en la Asemblea Nacional de enero.
Pregunta. D¨¦ un diagn¨®stico apurado del BNG.
Respuesta. Es una formaci¨®n a las puertas de una cita congresual, una fuerza pol¨ªtica que tiene mucho que discutir. Tenemos un debate ideol¨®gico de fondo, otro organizativo y sobre c¨®mo relacionarnos con la sociedad. Si debemos ser una fuerza de izquierda como otras en Europa, con un 10 o un 12%, o la expresi¨®n unitaria del nacionalismo y algo m¨¢s que una fuerza de izquierdas. El Bloque debe configurarse como alternativa de Gobierno y aspirar a la hegemon¨ªa social.
"La subida de Izquierda Unida es un toque de atenci¨®n"
"La discusi¨®n se va reconduciendo en el sentido de una base compartida"
P. Dado el contexto de las ¨²ltimas elecciones, ?realmente fueron los resultados del BNG tan malos como usted consider¨®?
R. Lo primero que hicimos fue manifestar nuestro alivio porque Galicia tenga representaci¨®n, que ser¨¢n Jorquera y Davila, y no los diputados gallegos de PP y PSOE. Dicho esto, la mayor¨ªa de encuestas confirmaban que se iba a conservar la representaci¨®n. M¨¢is Galiza se implic¨® en la campa?a, como debe ser, aun sin puestos de salida en las listas. Pero hay elementos preocupantes cuando el PSOE pierde cientos de miles de votos y el BNG no es capaz de capitalizar esa decepci¨®n.
P. ?Por qu¨¦?
R. No hay ninguna receta milagrosa que no pase por un BNG m¨¢s unido, en el que los conflictos internos no se lleven tanta energ¨ªa y esta la usemos en dirigirnos a la sociedad. La gente ve que el BNG s¨ª hace un buen trabajo en las instituciones, pero a veces parece que lo que decimos en campa?a no se corresponde con nuestro trabajo. Existiendo un espacio ampl¨ªsimo que en este momento no ocupa nadie, todo el espacio de la izquierda y de la gente que quiere que Galicia sea un sujeto pol¨ªtico, quiz¨¢s nos autolimitamos.
P. Las alianzas con el PSdeG, ?no pasan factura?
R. La gente que vota por el PSOE y que dej¨® de votarlo no castig¨® los pactos con el Bloque, castig¨® que, desde el 9 de mayo, el PSOE gobern¨® con un programa distinto de aquel con el que se presentara a las elecciones, castig¨® el enga?o y una pol¨ªtica dif¨ªcilmente distinguible de la del PP. Otra cosa es c¨®mo tienen que funcionar los pactos.
P. Pero la ca¨ªda de los socialistas, ?no pudo arrastrar a sus socios de gobierno?
R. Puede ser, pero ese es el discurso del PP, un partido incapacitado para pactar y que defiende una democracia cada vez m¨¢s restringida: las coaliciones son malas per se, tiene que haber mayor¨ªas absolutas, debe gobernar la lista m¨¢s votada... Pero los que no votaron PSOE, unos pasaron al PP, otros quedaron en casa. Tenemos que esforzarnos para llegar a ellos.
P. ?Qu¨¦ lectura hace de la subida de Izquierda Unida?
R. Cuantitativamente, Izquierda Unida tiene la relevancia que tiene en Galicia. Son unas elecciones estatales y estamos en un espacio medi¨¢tico cada vez m¨¢s estatalizado. En ese contexto, la presencia de IU es muy grande. Sin desmerecer el trabajo de IU en algunos lugares de Galicia, esos resultados se explican por esos factores. Est¨¢ bien, mejor que voten a Izquierda Unida que quedar en casa y no est¨¢ mal que se enriquezca el panorama pol¨ªtico gallego. Pero, como persona que apuesta porque el BNG represente no solo el nacionalismo, sino a toda la izquierda real, esa subida es un toque de atenci¨®n.
P. M¨¢s all¨¢ del debate organizativo, ?qu¨¦ aporta M¨¢is Galiza a la discusi¨®n ideol¨®gica?
R. El nacionalismo se refunda en los sesenta con dos moldes, la UPG comunista y el PSG socialista. Esas dos almas est¨¢n hoy en el Bloque. M¨¢is Galiza piensa que nos une un proyecto de construcci¨®n nacional -la apuesta hist¨®rica del BNG es un estado plurinacional. En segundo lugar, debemos ser muy cr¨ªticos con la construcci¨®n neoliberal de Europa, pero el nacionalismo siempre tuvo a Europa como referente. Criticamos profundamente el actual modelo econ¨®mico y buscamos otro que, sin copiar, se inspire en naciones avanzadas donde la provisi¨®n de determinados bienes y servicios no depende del mercado, donde la igualdad es un valor, y donde una identidad compartida permite empresas de regeneraci¨®n.
P. Este discurso lo pueden compartir las tres familias ideol¨®gicas del BNG.
R. S¨ª, pero entonces tenemos que actuar en consecuencia. Si ponemos delante lo que nos une y no lo que nos separa, ser¨¢ f¨¢cil llegar a un acuerdo pol¨ªtico ideol¨®gico de m¨ªnimos. ?Qu¨¦ sucede? Que tenemos que ser consecuentes. Este no es un modelo para una minor¨ªa, lo puede compartir el conjunto del BNG y una inmensa mayor¨ªa de gallegos. Abramos el BNG y el discurso del nacionalismo. Las formas tambi¨¦n son muy importantes, la empat¨ªa. La pol¨ªtica y el lenguaje han cambiado. Todo un aparato conceptual de vocabulario no conecta con la gente, lo que no quiere decir que los valores cambien.
P. ?Por qu¨¦ defiende que portavoz nacional y candidato del Bloque sean la misma persona?
R. El BNG de lo que no est¨¢ sobrado es de plataformas y de espacio medi¨¢tico. Si tenemos diferentes referentes y hay cacofon¨ªa, se dificulta la llegada del mensaje y socialmente puede ser malintepretado.
P. ?Y qu¨¦ ventaja ve en unas primarias abiertas?
R. El BNG es, en primer lugar, patrimonio de sus militantes, pero en determinadas decisiones los simpatizantes deber¨ªan poder participar. Adem¨¢s, frente al miedo de la derecha a la democracia, es positivo. El propio proceso sirve para que el BNG penetre socialmente.
P. ?No existe un riesgo de espectacularizar la pol¨ªtica, de campa?a electoral permanente?
R. Queramos o no, las fuerzas pol¨ªticas tenemos las paredes de cristal, a las pruebas me remito. Yo prefiero, ya que se va a hablar de nosotros, que se hable para bien y que est¨¦ bien canalizado, que no que se transmite como problemas, rupturas...
P. Habla de rupturas... ?C¨®mo intepreta el abandono de M¨¢is Galiza de Teresa T¨¢boas?
R. No s¨¦, se lo tendr¨ªa que preguntar a ella. Aleg¨® diferencias estrat¨¦gicas, pero todav¨ªa no las he visto explicitadas. Lo ¨²nico que puedo decir es que Teresa y las tres o cuatro personas que se marcharon siguen teniendo abiertas las puertas.
P. ?Lo esperaba?
R. No, me llam¨® la atenci¨®n, pero no me corresponde a m¨ª juzgarlo.
P. Primero los irmandi?os y el otro d¨ªa Jorquera alertaban del peligro de escisi¨®n. ?Existe?
R. Cuando hay debates internos debemos trasladarlos sin dramatismos. El reto es buscar una base estable para la convivencia de esas dos grandes almas del nacionalismo. Este proceso, adem¨¢s, no va a acabar con las discusiones, pero estas deben darse sobre una base com¨²n, compartida, que no ponga en peligro el edificio. Las cosas se van reconduciendo en ese sentido. Lo explicaba Anxo Guerreiro en un art¨ªculo en EL PA?S: el Bloque es un valor, una herramienta valiosa que merece la pena preservar. No veo ese riesgo de escisi¨®n y s¨ª muchas oportunidades. Porque a Feij¨®o tambi¨¦n se le van acabando las escusas.
P. ?Y a qui¨¦n beneficiar¨ªa una escisi¨®n?
R. El primer beneficiario ser¨ªa el PP, lo que nos deber¨ªa armar a todos de responsabilidad para preservar la unidad del nacionalismo introduciendo cambios profundos en la l¨ªnea pol¨ªtica y, sobre todo, en la forma de transmitir ese mensaje.
P. ?C¨®mo valora el trabajo del portavoz nacional, Guillerme V¨¢zquez, en estos dos a?os?
R. Tuvo un papel muy complicado y lo ¨²nico que puedo decir, dentro de la amistad que me une a Guillerme desde hace a?os, es que fue elegido con el 55% de los votos a favor y el 45% en contra. Espero que en la pr¨®xima Asemblea Nacional haya un portavoz, sea quien sea, con mucho m¨¢s apoyo.
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