"El ansia de libertad bajo el comunismo nos hizo europe¨ªstas"
Tuvo que estudiar ruso en la escuela por obligaci¨®n hasta los 13 a?os, pero m¨¢s tarde aprendi¨® ingl¨¦s, espa?ol y franc¨¦s y se convirti¨® en una checa cosmopolita y viajera. Vera Zatopkova, directora del Centro Cultural Checo en Madrid, puede servir de ejemplo de una generaci¨®n que se abri¨® al mundo desde Europa central y oriental tras la ca¨ªda del comunismo. "Yo nac¨ª en 1976 en un pueblo de una regi¨®n monta?osa y todos los amigos de mi ¨¦poca estudiantil trabajan hoy en el extranjero y en organismos internacionales. En la etapa del comunismo en Checoslovaquia no pod¨ªamos viajar a ning¨²n sitio y cuando recuperamos la libertad quer¨ªamos ver mundo. De hecho, las ansias de libertad bajo el comunismo nos llevaron a ser europe¨ªstas. En ese sentido, aprender idiomas era la mejor v¨ªa para salir. Es algo que define a mi generaci¨®n".
Defensora de la diversidad cultural, subraya la riqueza idiom¨¢tica de la UE
Vera Zatopkova estudi¨® Periodismo y Relaciones Internacionales en su pa¨ªs natal y, m¨¢s tarde, ampli¨® su formaci¨®n en La Haya y en Madrid. Regres¨® a Praga y trabaj¨® para una consultora norteamericana. Poco despu¨¦s, su experiencia europea le sirvi¨® para que la contratara el Ministerio de Exteriores checo como miembro del equipo que prepar¨® el refer¨¦ndum de adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea en el a?o 2003. Pese a que algunos sectores de su pa¨ªs enarbolan la bandera del euroescepticismo, Vera Zatopkova sonr¨ªe y declara muy convencida: "Por favor, la Rep¨²blica Checa es el coraz¨®n de Europa, un pa¨ªs peque?o por donde han pasado todas las culturas y las influencias. Adem¨¢s, para confirmar ese europe¨ªsmo, basta con observar los muchos j¨®venes que piden becas Erasmus o utilizan otras ofertas de la Uni¨®n Europea".
Esta diplom¨¢tica y periodista, apasionada de la cultura espa?ola, subraya en la conversaci¨®n algo que se olvida con frecuencia. "La esencia de la integraci¨®n europea radica en la lucha por una Europa pac¨ªfica, por desterrar las guerras del continente. Han pasado casi siete d¨¦cadas desde el final de la II Guerra Mundial y, afortunadamente, varias generaciones de europeos no han conocido ning¨²n conflicto. Por esas razones resulta clave el papel que la cultura y la educaci¨®n deben jugar en Europa. Cultura es sin¨®nimo de di¨¢logo y de tolerancia. De este modo, la diversidad cultural e idiom¨¢tica de Europa representa, sin duda, su principal riqueza".
Incansable animadora de la difusi¨®n en Espa?a de la cultura checa, Zatopkova est¨¢ empe?ada en abrir esos m¨¢rgenes limitados a los escritores Franz Kafka y Milan Kundera y al cineasta Milos Forman, tres mitos universales de su pa¨ªs. "Mucha gente conoce a esos tres intelectuales, mientras Praga se ha convertido en uno de los destinos favoritos para los espa?oles. Pero mi pa¨ªs ofrece una oferta ampl¨ªsima en m¨²sica, literatura, cine o teatro que intentamos divulgar en Espa?a. Por ejemplo, me duele que muchos aficionados al cine no conozcan las pel¨ªculas de Jiri Menzel o de Jan Sverak, dos directores de primera fila. La verdad es que resulta incre¨ªble que en la UE veamos tan poco cine europeo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.