Buenos deseos
Que el amor os salga bien. Es lo primero que se me ocurre. El amor largo, la pasi¨®n profunda, incluso el calent¨®n breve y primario. Que os salga bien.
Al darme cuenta de que este art¨ªculo se publica el mism¨ªsimo d¨ªa de Navidad, aunque s¨¦ que, como la revista, dura m¨¢s, que est¨¢ por ah¨ª a vuestro alcance durante la semana; al darme cuenta comprend¨ª que este tiene que ser un art¨ªculo que suelte buena onda, sin la menor duda.
Por consiguiente, me centro en el amor. Y en el calor que me produce tener a mi alrededor a gente que me quiere, a la que quiero, y que est¨¢n ah¨ª pero sin darme la lata. Yo soy de pasi¨®n r¨¢pida y de poca afici¨®n a los amores largos y lentos. Pero conozco a gente que, en ese aspecto, ha tenido perseverancia y se ha sabido construir un hogar cl¨¢sico. Todo ello me sirve como est¨ªmulo. Quienes trabajaron para limar asperezas y convertir la pasi¨®n en cari?o, y quienes, como yo, asistimos al derrumbamiento de no pocas pasiones, pero pusimos nuestros huevos de Pascua en otras canastas, de tal modo que, si se romp¨ªa uno, otros se a?ad¨ªan a otro mont¨®n.
"Que ni la bondadni el amor me sean indiferentes ni en los peores momentos"
Cuando estar solo es una elecci¨®n y no un triste reconocimiento de aislamiento, ah¨ª tambi¨¦n hay amor. De otra manera: perpetuado no a trav¨¦s de los lazos de sangre, sino de los lazos de tierra, de sol y de agua.
Uno de los momentos que m¨¢s me emocionan cuando escribo un texto para que sea publicado se produce al depositar (asegurar para que no se borren) las primeras frases, cuando aparece en pantalla el cuadro de di¨¢logo que me pide nombre y archivo. Estos art¨ªculos que ustedes-vosotros ten¨¦is la amabilidad de leer est¨¢n clasificados con un "Perdonen" al que le a?ado la fecha, y va a parar al archivo "Documentos", que tan f¨¢cil resulta de localizar, gracias a las simplificaciones de Territorio Apple. Bien, la emoci¨®n se produce al poner la fecha. Porque soy perfectamente consciente, en ese instante, de la fugacidad, y del valor que la brevedad de la vida encierra. Nunca m¨¢s volver¨¦ a escribir en un cuadro de di¨¢logo la definici¨®n "Perdonen 25-12-11.doc". Da v¨¦rtigo, y tambi¨¦n da gloria.
Porque haber llegado hasta aqu¨ª, a?o tras a?o, creando v¨ªnculos y recibiendo amor -las babosidades ni las recuerdo: nunca contaron, nunca cuentan-, eso me importa.
Y eso es lo que pido tambi¨¦n para m¨ª. Que ni la bondad ni el amor me sean indiferentes nunca, ni en los peores momentos. Sobre todo, en los peores momentos.
Y que, como si fuera la otra faceta de la misma moneda, en la cruz de nuestras vidas no se difumine la capacidad de indignaci¨®n, no se borre la sagrada ira que deben producirnos los expolios y las mistificaciones -la estafa, que dir¨ªa Haro Tecglen-, que nunca dejemos de reconocer y de valorar -es decir, de darle categor¨ªa cero- al mal que, banalmente, trata de convertirse en un hu¨¦sped m¨¢s de nuestra casa, en una inevitable circunstancia, como esa baldosa mal ajustada que uno se acostumbra a pisar. No, no es inevitable: se trata, precisamente, de todo lo contrario. De sacar fuerzas de donde sea -del amor, dicho sea de paso, del amor colectivo- para no dejarse pisar m¨¢s.
Amor y fuego para reconocer tambi¨¦n, y aplaudir, y jalear, el honor y la gallard¨ªa, la dignidad y la decencia, la sobriedad ante el despilfarro, la solidaridad frente al sanguijuelismo. Deber¨ªamos, en nuestro castellano, hacer como la lengua inglesa, que crea verbos partiendo de nombres: yo nunca sanguijuelar¨¦, aunque cada vez sean m¨¢s los que sanguijuelean y viven de sus semejantes, a quienes no consideran como tales, sino como bancos de sangre, y carne de recortes y de estafas.
As¨ª pues, junto con el amor y el fuego y la ira sagrada -y el humor, siempre, que no falte el humor, pero que cada vez d¨¦ en la diana-, os deseo nuevos verbos acu?ados por nosotros, desde abajo, para poder levantar el dedo y, se?alando bien alto y claro, definir la funci¨®n verdadera de lo que quieren vendernos como favorable a nosotros (y, por supuesto, inevitable).
Lo voy a escribir con letras, por ¨²ltima vez: veinticinco de diciembre de dos mil once. Feliz amor para todos.
www.marujatorres.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.