Eventos: un sector con mala reputaci¨®n
La industria ha llegado a mover 4.000 millones de euros al a?o en Espa?a
Es un sector de aluvi¨®n. De llegadas -hasta que apareci¨® la crisis- masivas. Sin filtros. Sin exigencias. Sin cortapisas. Mucha gente se sent¨ªa capacitada para ofrecer sus servicios. Incluso, algunas veces ha sido una puerta franca para el enga?o y el fraude. Directamente. As¨ª lo reconocen varios profesionales del sector. Qui¨¦n lo iba a decir de una actividad que suena, dig¨¢moslo de esta forma, tan neutra: organizaci¨®n de eventos.
"Todo el sector conoc¨ªa a El Bigotes
[?lvaro P¨¦rez, uno de los principales acusados por la trama G¨¹rtel]. Estaba siempre presente en los concursos. En Valencia se los llevaba y no se sab¨ªa por qu¨¦", recuerda Beatriz Gonz¨¢lez-Quevedo, gerente del Club para la Excelencia en Eventos, que agrupa a una docena de las empresas m¨¢s grandes de esta industria. Tanta era la intranquilidad, que, en junio de 2010, esta asociaci¨®n public¨® un c¨®digo deontol¨®gico para ayudar a poner orden en un sector que lo pasa mal. "Ahora hay m¨¢s transparencia en los concursos, pero contin¨²a existiendo mucho intrusismo", se queja Gonz¨¢lez-Quevedo. A este carro se sube Carlos Aguil¨®, profesor de Esic: "Existe una gran lacra. Cualquiera que haya montado un cumplea?os para 30 personas se cree un especialista. Pero un evento es algo muy serio", advierte.
Tras un periodo de euforia, solo los grandes sobreviven a la crisis
Quiz¨¢ el gran problema de imagen procede de que muchas veces el margen de la empresa de eventos proviene de las compa?¨ªas con las que subcontrata, y "aqu¨ª es donde se pueden inflar las facturas", confirma Cristina Mu?oz, de Eventoplus. Vamos, pagar un s¨¢ndwich de jam¨®n y queso al proveedor y facturar al cliente foie con trufa blanca. Aunque no todo el mundo est¨¢ de acuerdo con que se den de forma habitual estos comportamientos. Josep Llobet, director general de eventos del Grupo Pac¨ªfico, niega la mayor: "Vamos a netos m¨¢s gastos de gesti¨®n y te pueden auditar el proyecto en cualquier momento. ?Qu¨¦ m¨¢s transparencia se puede pedir?".
Lo cierto es que el mundo de los eventos ha sido v¨ªctima de su propio ¨¦xito. "Hay casi 300 empresas operando. Tenemos tres encuentros sectoriales, tres revistas... Y todo esto ha sucedido en cuatro a?os de enorme crecimiento", relata Ferm¨ªn P¨¦rez, presidente de Global Events.
Tras la euforia, el sector est¨¢ viviendo un proceso de decantaci¨®n donde solo las empresas grandes -capaces de usar el colch¨®n de la tesorer¨ªa- parecen aguantar. "En Espa?a, ¨²nicamente hay 40 compa?¨ªas relacionadas con los eventos que venden m¨¢s de seis millones de euros", estima Bosco Gonz¨¢lez del Valle Ch¨¢varri, presidente de EDT Events, uno de los actores potentes del sector (factura 20 millones de euros y tienen como clientes, aseguran sus responsables, a 20 empresas del Ibex 35). Y, claro, que nadie busque cifras oficiales de este mundo, porque no las hay.
"El momento es muy dif¨ªcil". Esta es la inquietante foto que deja al lector ?scar Esca?o, gerente del grupo INK. "Hemos bajado un 40% la facturaci¨®n y si antes por organizar una junta de accionistas se pagaban 150.000 euros, ahora son 30.000". Ander Bilbao, consejero delegado del grupo S?rensen, le pone letra a estos n¨²meros. "Actualmente es una industria de precio, pero hasta hace poco era de creatividad, ingenio y resultados", recuerda. Para bien o para mal, a d¨ªa de hoy impera lo pr¨¢ctico. "Las empresas demandan propuestas efectivas en tiempo y coste que les permitan obtener un claro retorno de su inversi¨®n y hacer el trabajo de varios meses en solo unas horas", apunta Lorena Albella, directora de marketing de easyFairs Iberia, especializada en montar salones orientados solo a hacer negocios.
Otro fen¨®meno rese?able es que los actos son mucho m¨¢s breves, la tecnolog¨ªa que se emplea es m¨ªnima y cualquier tipo de ostentaci¨®n ha desparecido. O sea, "m¨¢s por menos", resume con pesadumbre Paco Caro, presidente de Equipo Singular, centrada, entre otras propuestas, en eventos de moda y belleza. "Los actos que no son estrictamente necesarios han desaparecido, y la palabra m¨¢gica es ROI (retorno sobre la inversi¨®n)", admite Caro. Esto es, "c¨®mo hacer para que un evento impacte sobre la cuenta de resultados de la empresa. Ahora, todo gira alrededor del incremento del consumo", agrega este experto. Y cierra: "El cambio es brutal".
Pero estar¨ªamos desenfocados -como le sucede a uno de los personajes de la pel¨ªcula Desmontando a Harry, de Woody Allen- si analiz¨¢semos este sector solo bajo las premisas del desorden o el intrusismo. Tambi¨¦n hay solidez. En el Club para la Excelencia calculan que los eventos mueven unos 4.000 millones de euros en Espa?a, aunque en los ¨²ltimos cuatro ejercicios se habr¨ªa perdido casi un 25% del negocio. Aun as¨ª, se buscan asideros para el optimismo. El estudio FutureWatch 2011, elaborado por MPI (asociaci¨®n que agrupa a 22.000 miembros internacionales de la industria), prev¨¦ que, a finales de 2011, el n¨²mero de eventos en el mundo habr¨¢ crecido un 8%, y el gasto de las empresas, el 5%.
Sin embargo, no parece que esta inercia positiva haya llegado a nuestro pa¨ªs. A pesar de todo, o porque no hay m¨¢s remedio, las empresas "est¨¢n desarrollando soluciones imaginativas para afrontar las dificultades", apunta Cristina Mu?oz, de Eventoplus. Un estudio de mercado elaborado por esta firma de comunicaci¨®n nos pone sobre la pista. En su opini¨®n, las salidas que se abren frente a la crisis pasar¨¢n por la producci¨®n de eventos propios sustentados en el patrocinio, la internacionalizaci¨®n, la creaci¨®n de sistemas de integraci¨®n con los proveedores, el desarrollo de conocimientos espec¨ªficos y la llegada de operaciones corporativas. -
Factor humano
En el Factor humano, Graham Greene dej¨® claro que son las relaciones entre las personas, m¨¢s que los avatares pol¨ªticos, econ¨®micos o de raza, las que construyen la vida. En estos d¨ªas, la uni¨®n entre el evento virtual y el tangible marca las lindes del futuro, pero sin renunciar a la piel contra la piel. "Los eventos juegan con las emociones de la gente, y para eso es imprescindible la presencia de la marca y de las personas en el centro", indica Ander Bilbao, del grupo S?rensen. "Llama la atenci¨®n que los eventos ic¨®nicos del mundo virtual, que hicieron mucho ruido en 2009, volvieron a ser presenciales durante 2010", dicen en Eventoplus.
Muy pocos en el sector piensan que los eventos digitales puedan sustituir a los f¨ªsicos. Quiz¨¢ s¨ª podr¨ªan funcionar bien para presentar un producto concreto sin necesidad de recurrir a un stand material, como sostiene Carlos Aguil¨®, profesor de Esic. A la postre, "es la misma diferencia que existe entre estudiar una carrera por Internet o ir a la facultad", analiza Josep Llobet, director general de eventos del Grupo Pac¨ªfico. Otra cosa es que el uso de las nuevas tecnolog¨ªas sirva para abaratar algunos costes. Al fin y al cabo, como afirma Bruce MacMillan, presidente de MPI: "No hay fuerza m¨¢s poderosa que la conexi¨®n y la interacci¨®n en vivo, ya se trate de cocreaci¨®n, dise?o tecnol¨®gico o de compartir un procedimiento quir¨²rgico que salve vidas. Cuando la gente se re¨²ne, las grandes ideas se hacen realidad". -
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