Abogado reconvertido

J. W. Marriott es mucho m¨¢s que el abuelo de la industria de la hosteler¨ªa. Y por eso el list¨®n est¨¢ muy alto para Arne Sorenson, reci¨¦n designado consejero delegado de un imperio integrado por m¨¢s de 3.600 hoteles y 129.000 empleados en todo el mundo. Ser¨¢ la primera vez que la cadena Marriott estar¨¢ dirigida por una persona que no es miembro de la familia.

El relevo en el grupo Marriott se producir¨¢ en marzo de 2012. Bill Marriott, como le conocen en el sector, seguir¨¢ en la compa?¨ªa como presidente ejecutivo. La filosof¨ªa que hereda Sorenson es simple: si cuidas a tus empleados, tus empleados cuidar¨¢n a tus clientes y tus clientes volver¨¢n. La conoce bien, porque desde hace m¨¢s de una d¨¦cada es su maestro.

Un litigio ganado para la cadena supuso el inicio de su escalada en ella

Nadie es irreemplazable en los negocios, pero Sorenson lo va a tener muy dif¨ªcil. Part¨ªa, en todo caso, con la ventaja de que era el protegido de Bill Marriott y eso le convirti¨® en su sucesor natural, cuando el que deb¨ªa ser el heredero, su hijo John, abandon¨® la compa?¨ªa hace seis a?os para gestionar las inversiones de una de las familias m¨¢s ricas y poderosas de Estados Unidos.

La familia, por tanto, debe tener, y tiene, mucha confianza en Arne Sorenson. A sus 53 a?os, ocupa en la actualidad el cargo de director de operaciones del grupo Marriott. Est¨¢ considerado como una figura clave en la evoluci¨®n reciente de la cadena de hoteles, para llegar a las nuevas generaciones de clientes. Pero, sobre todo, respeta y comparte la cultura que impregna la marca.

Aunque pudiera ser visto como un clon de Bill Marriott, en el sector est¨¢n convencidos de que dejar¨¢ su propia huella.

Y lo curioso es que el origen profesional del ejecutivo no est¨¢ en el negocio de la hosteler¨ªa. Su primer contacto con Marriott se produjo cuando, como abogado para la firma Latham & Watkins, tuvo que defender a la compa?¨ªa del ataque de inversores.

Marriott qued¨® impresionado con el resultado del litigio y le ofreci¨® trabajar para el grupo familiar. Pero Sorenson le dijo que lo aceptaba, pero para hacer algo diferente. Al poco tiempo, el reci¨¦n llegado se puso manos a la obra y prepar¨® la compra del grupo hotelero Renaissance. Una operaci¨®n con la que Marriott se reforz¨® en Asia y con la que el directivo empez¨® la escalada.