Morocha con garra
Amediados de los a?os sesenta, en el colegio secundario, conoc¨ª a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner en La Plata (de donde ambos somos oriundos). M¨¢s tarde, volver¨ªamos a coincidir en la Universidad, donde ella ya estaba junto a N¨¦stor, que luego se convertir¨ªa en su marido. Desde siempre, nos unieron la militancia, los amigos y las ganas de cambiar el mundo, tan propio de esa ¨¦poca.
Despu¨¦s vendr¨ªan momentos muy duros en los que mi familia sufri¨® en carne propia el horror de la dictadura militar; y all¨ª en las dificultades, donde se ven los verdaderos amigos, Cristina y N¨¦stor fueron un gran soporte para m¨ª y para toda mi familia; acompa?¨¢ndonos siempre en la b¨²squeda de memoria, verdad y justicia.
Ella siempre fue Pol¨ªtica, con may¨²sculas. Con el tiempo, concret¨® lo que ya se adivinaba desde su tierna juventud, y con el retorno de la democracia particip¨® activamente de la pol¨ªtica: fue diputada provincial, representante en la Constituyente de 1994, diputada nacional, senadora nacional y, finalmente, se consagr¨® como primera Presidenta electa de todos los argentinos. Ahora acaba de revalidar su mandato con una ampl¨ªsima mayor¨ªa de votos.
Recuerdo el d¨ªa de la cena de gala en el Palacio Real ofrecida por Sus Majestades en el marco de la ¨²ltima visita de Estado cuando, esperando la indicaci¨®n del Protocolo Real para iniciar el recorrido al palacio, en el solemne e hist¨®rico veh¨ªculo de la Casa Real y ambos vestidos de etiqueta, se produjo un momento de silencio, introspecci¨®n e ingenuidad. Los dos nos re¨ªmos y nos miramos y finalmente (como buenos argentinos), lo verbalizamos, ambos est¨¢bamos pensando lo mismo: "Qui¨¦n nos hubiera dicho, c¨®mo podr¨ªamos imaginarlo, all¨¢ en La Plata, a los 15 o 20 a?os, que nos ¨ªbamos a encontrar en esta situaci¨®n, representando ella a la naci¨®n argentina ante el mundo, y yo, a su Gobierno ante el Reino de Espa?a".
Cristina es m¨¢s que una amiga, es la persona que junto con N¨¦stor le han devuelto a la Rep¨²blica Argentina su dignidad, su memoria, trabajo para el pueblo, leyes progresistas (el matrimonio igualitario, la ley de medios, la asignaci¨®n universal por hijo, por citar solo algunas). Para m¨ª, es un honor, que s¨¦ compartido con mi familia, el que tanto ¨¦l como ella me hayan designado su Embajador en este pa¨ªs hermano que es Espa?a; y as¨ª poder formar parte de estos tres Gobiernos, que est¨¢n escribiendo una nueva historia para nuestro pa¨ªs.
El a?o pasado fue un a?o dif¨ªcil para Cristina y para todos los que quer¨ªamos a N¨¦stor, pero ella, como los grandes l¨ªderes, ante la adversidad solo sabe anteponer m¨¢s esfuerzo, m¨¢s empuje, m¨¢s compromiso y m¨¢s decisi¨®n. No por nada, en la ¨²ltima campa?a electoral la gente le cantaba Avanti morocha (una canci¨®n popular argentina), y as¨ª la veo yo desde siempre. Cristina es la morocha con garra.
Carlos A. Betini es embajador de la Rep¨²blica Argentina en Espa?a
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