?msterdam con Alicia Framis
Vanguardia entre canales
Es una ciudad que conoce bien. Estuvo viviendo en ?msterdam entre 1995 y 2005, y volvi¨® a elegirla como residencia hace dos a?os. Algo tendr¨¢ este ordenado y flotante mundo de galer¨ªas de arte y nuevos espacios expositivos. Alicia Framis (Barcelona, 1967) nos dirige primero a la galer¨ªa Annet Gelink (Laurierstraat, 187-189; www.annetgelink.com), un lugar para saber lo que se cuece en el panorama art¨ªstico holand¨¦s y ver el trabajo de los alumnos aventajados de la Rijksakademie. "Annet ten¨ªa antes una galer¨ªa llamada Bloom, en la que empezaron artistas tan conocidos como Douglas Gordon; ella se encarga de llevar a los artistas a ferias internacionales y siempre pide a uno de ellos que haga de comisario con las obras del estand", cuenta Framis. Esta uni¨®n ideal entre galerista, mercado y creadores, un c¨ªrculo que se cierra, se entiende bien en Holanda, seg¨²n Framis. "?msterdam es una ciudad peque?a, as¨ª que las galer¨ªas hacen un gran esfuerzo por estar en las ferias punteras y dar a conocer sus valores".
En 1999 Ellen de Bruijne inaugur¨® bajo su nombre un espacio expositivo (Rozengracht, 207 A; www.edbprojects.nl) que poco a poco se convirti¨® en un referente para creadores j¨®venes. "Era lo que le faltaba a la ciudad, y ella supo verlo", cuenta Alicia Framis. "De Bruijne ha hecho una inversi¨®n a largo plazo, ayudando a construir las carreras de sus artistas y buscando el mercado apropiado para ellos". La galer¨ªa, donde este a?o mostr¨® su obra la artista espa?ola Dora Garc¨ªa, es conocida en los Pa¨ªses Bajos por sus preferencias por la performance, con el espectador como parte esencial de la propia obra.
Muy cerca del barrio de los museos, donde los turistas ansiosos de Van Gogh se difuminan, y rodeado de restaurantes tailandeses, est¨¢ De Appel (Jacob van Campenstraat, 59; www.deappel.nl), un edificio que bien podr¨ªa ser un piso de estudiantes o una galer¨ªa de arte contempor¨¢neo por la que deambular entre pasillos y escaleras con las paredes pintadas de rojo. "Es un centro de arte con vocaci¨®n internacional, pero tiene un programa de comisariado con clases te¨®ricas, talleres, excursiones y enfrentamientos educativos", cuenta Framis. Y as¨ª, entre sus habitaciones-salas de exposici¨®n nos encontramos con proyectos de investigaci¨®n creativa de vanguardia, piezas de videoarte, dibujos e instalaciones. "Desde su fundaci¨®n, en 1975, es un lugar que cataliza el clima art¨ªstico de la ciudad", insiste Alicia Framis, que adem¨¢s no quiere dejar de recomendar una visita a Kunstverein (Gerard Doustraat, 132; http://kunstverein.nl), cuyo gancho resume lo que se puede encontrar all¨ª: "Support, art and culture!" (apoyo, arte y cultura). Con franquicias en Mil¨¢n y Nueva York, este centro de arte es un lugar para debatir y conocer las vanguardias desde un punto de vista cr¨ªtico. "Aqu¨ª se reflexiona sobre la manera en que las pr¨¢cticas culturales se desarrollan; debido a su poco convencionalismo, permite que los m¨¦todos de exposici¨®n, de discurso y acogida sean siempre inauditos", cuenta Framis. Un espacio art¨ªsticamente democr¨¢tico, como casi todo en ?msterdam.
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