El nuevo atentado en Damasco arroja m¨¢s sombras sobre el r¨¦gimen
Una explosi¨®n causa decenas de muertos y heridos en la capital siria - Gobierno y rebeldes se culpan del ataque
Un atentado en el centro de Damasco caus¨® ayer la muerte de decenas de personas, 26 seg¨²n el Gobierno, aunque resultaba dif¨ªcil llegar a una cifra concreta por la fragmentaci¨®n de los cad¨¢veres, e hiri¨® a 46. La explosi¨®n, que el Gobierno atribuy¨® a un terrorista suicida de Al Qaeda, se produjo en la plaza de Midan, en el centro hist¨®rico de la ciudad, junto a varias furgonetas policiales. Numerosos miembros de la oposici¨®n expresaron la sospecha de que el propio Gobierno pudiera estar detr¨¢s de la matanza, con el fin de justificar la represi¨®n de la revuelta. El atentado fue similar a los dos registrados el pasado 23 de diciembre, tambi¨¦n en Damasco, con 44 muertos.
El Gobierno de Bachar el Asad acus¨® de inmediato a Al Qaeda y el ministro del Interior, Ibrahim al-Shaar, uno de los responsables de la brutal represi¨®n contra las manifestaciones opositoras de los pasados nueve meses, prometi¨® usar "un pu?o de hierro" para castigar a los responsables. Pero nadie aport¨® pruebas sobre la culpabilidad de Al Qaeda o de cualquier otra organizaci¨®n. El Gobierno traslad¨® a Midan a varios de los observadores enviados por la Liga ?rabe para que constataran que Siria se enfrentaba a ataques terroristas.
El Ejecutivo de Bachar el Asad acus¨® de inmediato a Al Qaeda
La oposici¨®n sospecha de los servicios secretos sirios
Poco despu¨¦s se organizaron en la zona, siempre una de las m¨¢s vigiladas por la polic¨ªa, manifestaciones de apoyo a Bachar el Asad y de repulsa al terrorismo. Como cada viernes desde marzo, tambi¨¦n hubo a la salida de las mezquitas grandes manifestaciones de rechazo a El Asad en las principales ciudades del pa¨ªs. Los Comit¨¦s de Coordinaci¨®n Local que organizan las protestas contra el r¨¦gimen dijeron que las fuerzas de seguridad mataron a otras 20 personas en distintos incidentes. Seg¨²n el ¨²ltimo recuento de la ONU, de hace ya semanas, las v¨ªctimas mortales en la revuelta superan las 5.000, sin contar los miembros del Ej¨¦rcito y de los cuerpos policiales muertos en emboscadas y tiroteos.
Portavoces de la oposici¨®n expresaron su sospecha de que tras el atentado de ayer y los del d¨ªa 23 podr¨ªan estar los servicios secretos del r¨¦gimen, y no Al Qaeda, porque ocurrieron en una zona de Damasco muy controlada por la polic¨ªa y porque fueron utilizados r¨¢pidamente por el Gobierno para reforzar su tesis de que la revuelta no es pac¨ªfica, sino violenta y protagonizada por el terrorismo isl¨¢mico.
Los servicios secretos sirios y las fuerzas de seguridad son un nido de corrupci¨®n y de grupos semimafiosos, especialmente desde que en 2005 fueron retirados de L¨ªbano centenares de agentes que hasta entonces hac¨ªan muy buenos negocios clandestinos en el pa¨ªs vecino. Pero cuesta creer en las teor¨ªas conspirativas de la oposici¨®n, aunque realmente los atentados refuercen las posiciones del Gobierno y puedan empujar a muchos ciudadanos a apoyar a El Asad por miedo a que su ca¨ªda desemboque en una situaci¨®n tan violenta como la de Irak.
Algunos vecinos de Midan, citados por la oposici¨®n, se refirieron a una intensa presencia policial antes de la explosi¨®n y a algunos cortes de calles no habituales. Quienes respaldaban la teor¨ªa conspirativa indicaron tambi¨¦n que dif¨ªcilmente un grupo contrario al r¨¦gimen elegir¨ªa un viernes, el d¨ªa en que se celebran las mayores manifestaciones contra El Asad, para ensombrecerlo con un atentado. Y se?alaron que habr¨ªa resultado m¨¢s l¨®gico, de tratarse de un ataque contra el r¨¦gimen, elegir una de las frecuentes manifestaciones oficialistas o un barrio habitado por altos funcionarios, en lugar de uno conservador e islamista como Midan. La crueldad del r¨¦gimen sirio, y su experiencia en la organizaci¨®n de atentados con bomba en L¨ªbano, est¨¢n fuera de duda.
En cualquier caso, tambi¨¦n exist¨ªan numerosos elementos que apuntaban a la culpabilidad de alguno de los grupos opositores, sin descontar la hip¨®tesis de Al Qaeda. La oposici¨®n sufre crecientes divisiones y muestra signos de exasperaci¨®n ante la resistencia del r¨¦gimen, la falta de resultados del equipo de observadores enviados por la Liga ?rabe y la negativa internacional a una intervenci¨®n armada contra El Asad. El Ej¨¦rcito de la Siria Libre, compuesto por militares desertores y partidario de acabar con el r¨¦gimen por la v¨ªa de la violencia, hab¨ªa advertido el jueves y de nuevo ayer, poco antes del atentado, que ten¨ªa preparadas "acciones importantes" porque "la fuerza es el ¨²nico lenguaje que Bachar el Asad entiende", aunque luego neg¨® que hubiera participado de alguna forma en el atentado.
Uno de los grandes problemas para comprender la din¨¢mica de la revuelta en Siria, adem¨¢s de la ausencia de periodistas extranjeros, es la falta de credibilidad del Gobierno y de la oposici¨®n.
El Asad goza a¨²n de un apoyo mayoritario entre la poblaci¨®n (el 55%, seg¨²n un sondeo cre¨ªble del Instituto de Doha) y el rechazo a su figura no es, por tanto, tan masivo como afirman los portavoces opositores, pero sus ministros recurren con frecuencia a mentiras flagrantes: varios de los militares incluidos en la lista de v¨ªctimas de los atentados del d¨ªa 23 aparecieron despu¨¦s como v¨ªctimas de emboscadas en Deraa y Homs, lo que pone en cuesti¨®n el n¨²mero real de muertos en aquellas acciones. Para respaldar sus denuncias contra la brutalidad del r¨¦gimen, la oposici¨®n ha utilizado a su vez algunas im¨¢genes trucadas y exagera habitualmente las cifras de muertos y heridos.
Tres atentados muy similares
- Al menos 26 personas murieron ayer en un atentado en el centro de Damasco, junto a varios veh¨ªculos de la polic¨ªa. El Gobierno atribuy¨® el ataque a Al Qaeda.
- El pasado 23 de diciembre 44 personas murieron tambi¨¦n en la capital siria en un doble atentado, uno de los m¨¢s sangrientos ocurridos en el pa¨ªs, y desat¨® las alarmas en un momento de gran tensi¨®n tras la llegada de los observadores de la Liga ?rabe. Las explosiones se produjeron en el distrito de Kafar Souseh, cerca de dos edificios de la Seguridad y la Inteligencia sirias.
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