Profesores. Examen de conciencia
Jos¨¦ ?ngel estaba convencido de ser un profesor. As¨ª le consideraban sus alumnos y compa?eros. As¨ª constaba en la credencial que le facultaba para impartir clases de matem¨¢ticas en el centro de personas adultas (CEPA) de Villarejo de Salvan¨¦s (Madrid). Aquel documento mencionaba una salvedad: su contrato era de sustituci¨®n y no de vacante, tal como deber¨ªa figurar conforme a su posici¨®n en la lista de interinos. Pero, salvedades al margen, Jos¨¦ ?ngel estaba convencido de ser un profesor.
Preparaba sus clases por las ma?anas. Tras el almuerzo entraba en las aulas del CEPA de Villarejo con la ilusi¨®n de que sus alumnos de secundaria, la mayor¨ªa reenganchados al sistema educativo tras probar trabajos poco fructuosos, aprendieran algo de ¨¦l. M¨¢s de uno enderezaba su vida tras volver al aula. Era m¨¢s que suficiente para ¨¦l. Cre¨ªa firmemente en su capacidad para ense?ar. Todo acab¨® el 30 de junio del a?o pasado. Fin de su contrato de sustituci¨®n. Tras las vacaciones estivales no le esperar¨ªa una plaza en otro instituto de la regi¨®n. Le esperaba el paro. Un paro forzoso. Decretado institucionalmente.
"La administraci¨®n me ha quitado la autoestima. he sentido que no val¨ªa"
"Los conciertos educativos convierten los centros en un negocio"
La Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid, gobernada por el Partido Popular, aprob¨® en julio unas instrucciones de inicio de curso que han supuesto dos horas lectivas semanales m¨¢s (de 18 a 20) por docente en la ense?anza secundaria p¨²blica y la no contrataci¨®n de parte de la plantilla de interinos (3.000, seg¨²n sindicatos; 1.000, seg¨²n Educaci¨®n). Un ahorro de profesorado estimado por dicha consejer¨ªa en decenas de millones de euros. Jos¨¦ ?ngel supo pronto al escuchar aquel anuncio lo que esperaba a un interino como ¨¦l. Qued¨® fuera del sistema en septiembre. Hasta hoy. No lo lleva nada bien. "Al entrar en el centro de adultos fui uno m¨¢s. Me cre¨ª que era un profesor. La Administraci¨®n me ha hecho ver que no lo era. Me han quitado la autoestima. He sentido que no val¨ªa para esto".
Jos¨¦ ?ngel Murcia tiene hoy 34 a?os. Grandull¨®n y afable, combin¨® contratos en la escuela privada con la preparaci¨®n de oposiciones a secundaria. Entr¨® en la bolsa de interinos y en 2008 comenz¨® a trabajar en la p¨²blica. En sus ¨²ltimas oposiciones sac¨® un 4,7. Ama su trabajo, aunque le hayan privado de ejercerlo. "Al comenzar a impartir clases particulares me di cuenta de un simple detalle que ayuda a entender esa sensaci¨®n. Cuando una familia abre su casa a un maestro, suele invitarle a pasar al sal¨®n. Te dejan a solas con sus hijos. Ponen en tus manos lo mejor que tienen. Esa es la clave de nuestro trabajo". Su pasi¨®n no ha disipado el sentido cr¨ªtico. Si le pides que haga examen de conciencia, responde: "Toda la Administraci¨®n deber¨ªa estar f¨¦rreamente sometida a la inspecci¨®n de trabajo. Y a la inspecci¨®n educativa. Hay que revisar el acceso a la funci¨®n p¨²blica. Y llevar a cabo una evaluaci¨®n continua de la labor educativa y del docente. A los profesores que confunden horas lectivas con laborables, a los quemados y a los hartos habr¨ªa que sacarlos del sistema". Lo dice convencido. Como convencido est¨¢ de que "a poco que eches en ense?ar, pones mucho m¨¢s de las 37 horas y media semanales obligatorias".
Para contar esta historia sobre docentes de la escuela p¨²blica quiz¨¢ solo habr¨ªa hecho falta encontrar a un maestro comprometido. "Son m¨¢s del 90%", afirman los protagonistas de estas p¨¢ginas. Ellos tambi¨¦n lo son. Pero el colectivo acusa un latente desprestigio. Amplificado, como hemos podido ver en la Comunidad de Madrid, desde las m¨¢s altas instituciones. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, afirmaba sobre las instrucciones aprobadas en julio: "Sabemos que les estamos pidiendo un esfuerzo especial, pero 20 horas son en general menos de las que trabajan el resto de los madrile?os". Una semana despu¨¦s rectificaba: las horas de clase eran 20, pero la jornada semanal completa es de 37 horas y media. "El que tiene boca se equivoca", zanj¨® Aguirre. La mecha ya estaba encendida.
Los recortes en Madrid coincidieron a principios de curso con el aumento de horas lectivas decretado en las regiones de Castilla-La Mancha, Galicia, Catalu?a y Navarra. La alarma salt¨® entre maestros, padres y alumnos. Abrazados al color verde de unas camisetas con el lema Escuela p¨²blica de tod@s para tod@s, claman en las calles que est¨¢ en juego la calidad de la ense?anza p¨²blica. La que garantiza la igualdad de oportunidades. La que recibe el 70% de los ocho millones de alumnos espa?oles de ense?anzas no universitarias. La que acoge en sus aulas al 81,9% de inmigrantes. Todos ellos ven peligrar las clases de apoyo, el refuerzo, las actividades extraescolares. El aumento de horas lectivas por docente requiere aminorar partidas complementarias. Reorganizar e intensificar horarios. Aumentar la presi¨®n sobre profesionales enfrentados a un aumento del alumnado con menos medios. El gasto p¨²blico en educaci¨®n, dependiente en un 88% de las comunidades aut¨®nomas, cae por primera vez en treinta a?os. Crece el temor a la desprotecci¨®n de la escuela p¨²blica en regiones con Gobiernos conservadores y al impulso de la concertada, mayoritariamente en manos de la Iglesia cat¨®lica. El Partido Popular prefiere llamar "optimizaci¨®n de recursos" a los recortes en Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid.
En esta ¨²ltima comunidad aut¨®noma, el di¨¢logo institucional con los sectores afectados permanece en suspenso. Algo que el responsable regional en la materia del sindicato Comisiones Obreras, mayoritario en Madrid, cataloga como "situaci¨®n de anormalidad democr¨¢tica". Para Carmen Guaita, vicepresidenta nacional del sindicato de ense?anza ANPE, "este bloqueo del di¨¢logo desde antes del verano mantiene el grado de indignaci¨®n de los docentes madrile?os". Desde la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de Madrid aseguran, en cambio, que esta instituci¨®n siempre ha estado "abierta al di¨¢logo y lo seguir¨¢ estando". Y a?aden: "La ¨²nica petici¨®n de los sindicatos durante los ¨²ltimos meses es la retirada de las instrucciones de inicio de curso que no suponen ninguna modificaci¨®n de la jornada laboral, que se mantiene en 37,5 horas semanales. El ¨²nico cambio introducido en las instrucciones es el paso de 18 a 20 horas lectivas a la semana (la normativa ministerial establece una horquilla entre 18 y 21 horas lectivas semanales). Son instrucciones legales, necesarias y razonables en un contexto de grave crisis econ¨®mica. La Asamblea de Madrid tambi¨¦n ha aprobado el incremento de dos horas en la jornada laboral de todos los funcionarios de la comunidad, situ¨¢ndose en 37,5 horas semanales. Esa misma norma prev¨¦ la convocatoria de la mesa sectorial, prueba de que el problema no es la falta de voluntad de di¨¢logo por parte de la consejer¨ªa".
Desde el principio de curso se han celebrado nueve jornadas de huelga de profesores en la Comunidad de Madrid. En la delegaci¨®n regional de Comisiones Obreras anticipan: "Con vistas al nuevo a?o, estimamos que se prolongar¨¢ un conflicto largo y sostenido, con movilizaciones y huelgas m¨¢s espaciadas". Pilar Pacheco ha participado en las nueve. Su n¨®mina de profesora de secundaria, cercana a los 2.000 euros mensuales, se ha visto mermada en 570,69 euros, repartidos entre los tres ¨²ltimos meses, por este motivo. Tiene 40 a?os y asegura que le ha valido la pena mojarse en la marea verde. Se le quiebra la voz al recordar el orgullo m¨¢ximo de su padre: "Yo soy un producto de la ense?anza p¨²blica en Espa?a. La hija de un obrero que ha visto a sus cuatro hijos sacar una carrera universitaria". Licenciada en Ingenier¨ªa Industrial, lleva m¨¢s de un decenio impartiendo tecnolog¨ªa en el instituto de ense?anza secundaria (IES) Villa de Vallecas, al sureste de Madrid. Tiene cinco grupos de estudiantes a su cargo. Seguirla durante un d¨ªa laborable no es precisamente un paseo.
Pilar llega a las ocho y cuarto de una ma?ana invernal al IES Villa de Vallecas. Viste pantalones marrones ajustados y la emblem¨¢tica camiseta verde con el lema Escuela p¨²blica de tod@s para tod@s. A primera hora le toca guardia con un tercero de ense?anza secundaria obligatoria (ESO). A las nueve y diecisiete le esperan sentados m¨¢s de una docena de alumnos de primero de ESO. Se portan bien. Entre otras razones, porque Pilar permanece al quite. "Saquen las reglas y dibujen un segmento... ?Vete fuera, Miguel ?ngel! ?Ya hablaremos t¨² y yo!... Cuando tengamos dos puntos, los unimos con una l¨ªnea recta... ?Ana, date la vuelta y pon la silla bien!... ?Toma un kleenex!... ?He dicho que borremos? ?Pues no borr¨¦is el dibujo!".
A las diez y media, Pilar asiste a una reuni¨®n de jefes de departamento. La directora del instituto, Pilar Montero, anuncia que pronto recibir¨¢n el primer premio del Concurso Nacional de Buenas Pr¨¢cticas para la Convivencia por el que este centro fue galardonado en 2010. El IES Villa de Vallecas acoge entre sus 800 alumnos un 40% de inmigrantes de 26 nacionalidades distintas. Con aulas biling¨¹es en sus pasillos y tambi¨¦n de integraci¨®n. En la concesi¨®n de este premio nacional, mucho ha tenido que ver el desarrollo de actividades complementarias, la interacci¨®n con la biblioteca y las aulas de m¨²sica o la compa?¨ªa art¨ªstica. Precisamente las actividades que m¨¢s peligro tienen de mermar al calor de los recortes.
once y cuarenta, hora de jefatura de departamento. Pilar revisa facturas de material que ella ha abonado y a¨²n no le han sido remuneradas. Tambi¨¦n hace inventario en el taller. Doce y treinta, aula de inform¨¢tica. "Internet funcion¨® hasta el a?o pasado", apunta. Trece y diecisiete. Guardia de recreo. Despu¨¦s vendr¨¢ la hora m¨¢s dura del d¨ªa. Pilar cuenta con una auxiliar para controlar una clase de 25 alumnos, siete de los cuales son de compensatoria (con desfase curricular) y dos tienen necesidades educativas especiales. A las catorce y veinticinco suena la ¨²ltima campana de una jornada extenuante. Pilar ha sudado la camiseta verde que lleva puesta. Despu¨¦s pasar¨¢ dos horas en el sal¨®n de casa preparando las clases del d¨ªa siguiente. En total dedica unas 40 horas semanales, que pueden aumentar si hay ex¨¢menes que corregir. Considera que ejerce "un oficio sobre el que todo el mundo opina; muchos padres cuestionan antes a un maestro que a su hijo". Su parlamento se mezcla con una radio cercana que emite una cu?a publicitaria animando a consumir productos nacionales. "?Y nosotros?", se pregunta Pilar. "?No somos los profesores de la ense?anza p¨²blica un producto nacional? Cuando un gobernante pone por delante los intereses de la ense?anza privada est¨¢ promoviendo que consumamos lo que no es de todos".
A Pilar no le cabe en la cabeza que el mensaje de la camiseta verde que viste -Escuela p¨²blica de tod@s para tod@s"- haya levantado tantas ampollas en el Partido Popular de Madrid. La marea verde naci¨® aqu¨ª. Al sureste de la capital. La Plataforma por la Escuela P¨²blica de Vallecas convirti¨® este lema hace un lustro en protesta de padres y madres de alumnos por las carencias de los centros p¨²blicos. Lo plasmaron en una camiseta, extendida a partir de septiembre del a?o pasado en las manifestaciones por los recortes. Durante una de las ¨²ltimas reuniones de la Plataforma por la Escuela P¨²blica de Vallecas a finales del pasado trimestre, una veintena de docentes de varios centros p¨²blicos de la zona mostraban cierto agotamiento. Persisten las ganas de seguir luchando tras nueve huelgas. "Pero habr¨ªa que parar un poco, analizar por qu¨¦ ha ido cayendo el seguimiento y volver en enero con m¨¢s fuerzas", sintetizaba una de las intervenciones. "El presidente Rajoy nos va a marcar la agenda", concluyeron varias voces. El temor de una profesora de primaria era claro: "Van a por lo p¨²blico. Est¨¢n dispuestos a acabar con ello".
para el 80% de alumnos inmigrantes en Espa?a, la escuela p¨²blica es la que precisamente garantiza su educaci¨®n. El IES Mil¨¤ i Fontanals, enclavado en pleno Raval barcelon¨¦s, es uno de los centros de secundaria con mayor diversidad de Espa?a. La pr¨¢ctica totalidad de sus 550 inscritos son extranjeros. "Si no tuvi¨¦ramos aqu¨ª profesores muy profesores, esto se derrumbar¨ªa", advierte Roser Reynal, directora del Mil¨¤ i Fontanals.
Uno de esos profesores muy profesores es Josep Navarro. A sus 56 a?os imparte ense?anza en el aula de acogida a los reci¨¦n llegados para facilitar su inmersi¨®n social. Un mecanismo por el que miles de alumnos se integran en Catalu?a en el sistema educativo. En el grupo de Josep hay 17 chavales provenientes de Pakist¨¢n, India, China, Filipinas... Se llaman Rahim, Iaspreet, Zaim, Ying... "Esto le abre a uno la perspectiva sobre la inmigraci¨®n y el mundo", afirma Josep. "Y cuando uno de nuestros alumnos que empez¨® en el aula de acogida acaba sacando un siete en selectividad te llenas de orgullo. Son la minor¨ªa. Pero trabajamos por ayudarles a salir hacia delante. La injusticia es que muchos de nuestros alumnos extranjeros brillantes no puedan afrontar los gastos universitarios". Entre las preocupaciones de Josep tambi¨¦n est¨¢n la reducci¨®n del profesorado aprobada en Catalu?a y los recortes que el Gobierno de Artur Mas pretende llevar a cabo con rebajas salariales en la funci¨®n p¨²blica y despido de interinos para sanear la tesorer¨ªa de la Administraci¨®n catalana. "A base de recortar y a?adir horas, la gente se va a sentir infravalorada".
El estado de ¨¢nimo de los docentes ha sido una de las ¨²ltimas preocupaciones del exministro de Educaci¨®n. Tras su paso por el anterior Gobierno socialista, ?ngel Gabilondo deja la cartera ministerial sereno y convencido de que antes o despu¨¦s se lograr¨¢ un pacto educativo por parte de toda la sociedad. ?l lo intent¨® durante un a?o de negociaci¨®n. El Partido Popular cerr¨® toda opci¨®n al entendimiento en esta materia en 2010. El sucesor de Gabilondo tras la victoria electoral del PP en noviembre es Jos¨¦ Ignacio Wert. El presidente Rajoy ha colocado al frente de su pol¨ªtica educativa a un soci¨®logo experto en estudios de audiencia y mercados que se afan¨® durante su toma de posesi¨®n en transmitir un tono conciliador con la comunidad docente. Tendr¨¢ que acometer la reforma educativa anunciada por Rajoy en su discurso de investidura, con un bachillerato de tres a?os que probablemente adelantar¨¢ uno el final de la ESO (hoy extendida hasta los 16 a?os). El l¨ªder de la oposici¨®n socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, teme que ese cambio pondr¨¢ "patas arriba" la secundaria. Entre los planes de Rajoy tambi¨¦n est¨¢ sustituir la asignatura de educaci¨®n para la ciudadan¨ªa, azote de la derecha m¨¢s recalcitrante, por una ense?anza ¨¦tica basada "en el aprendizaje de los valores constitucionales y en el conocimiento de las instituciones espa?olas y europeas".
asistir a una clase de esta asignatura impartida por ?scar Mart¨ªn Centeno en el centro que dirige no parece tan peligroso como para tener que eliminarla. "Intento que aprendan a desarrollar pensamiento cr¨ªtico y a comunicarse con los dem¨¢s; eso es para m¨ª educaci¨®n para la ciudadan¨ªa". A sus 34 a?os, ?scar combina la labor docente y la direcci¨®n del colegio p¨²blico Santo Domingo, a las afueras de Madrid, con la escritura de poes¨ªa y la coordinaci¨®n de talleres literarios en el centro Jos¨¦ Hierro de San Sebasti¨¢n de los Reyes. El Santo Domingo tiene como vecinos a otros centros privados y concertados que le hacen competencia. "Pero los padres de la zona han vuelto a traer a sus hijos aqu¨ª porque anteponen nuestro programa educativo a m¨¢s instalaciones deportivas", asegura ?scar, que tambi¨¦n ha sido maestro en la privada. "A d¨ªa de hoy, la verdadera educaci¨®n de calidad es la p¨²blica. Temo que pueda estar en peligro. Adem¨¢s, los conciertos educativos convierten los centros en un negocio. Y un negocio se debe a sus clientes".
Dentro de la ense?anza p¨²blica tambi¨¦n se pueden encontrar profesionales que piensan que los ¨²ltimos acontecimientos todav¨ªa no han afectado a la calidad de la educaci¨®n. Es el caso de Mar¨ªa Luisa Capell, de 49 a?os, directora del IES Rosa Chacel, al norte de Madrid. "Este centro lleg¨® a tener profesores dando 14 horas lectivas semanales a grupos de 12 o 14 alumnos", asegura. "Algunos pasaron de esa situaci¨®n a impartir 20 horas a 30 alumnos. Lo otro correspond¨ªa a una ¨¦poca de bonanza muy distinta a la que vivimos hoy. Hay que adaptarse a los tiempos que corren, si bien deber¨ªa mantenerse el apoyo a quienes tienen necesidades educativas especiales". Mar¨ªa Luisa lleg¨® en 1998 a este instituto de la UVA de Hortaleza, una zona de la capital que lucha por dejar atr¨¢s su fama de territorio comanche. Ella quiere pensar que los recortes imperantes todav¨ªa no han socavado conceptos como el de calidad. "Pero s¨ª es cierto que necesitamos estar motivados. Un profesor desmotivado ense?a peor".
Profesores desmotivados son lo que menos necesita el alumnado espa?ol, con una tasa de abandono escolar del 28,5% (casi el doble de la media europea). Una cifra que hab¨ªa logrado reducirse en los ¨²ltimos a?os. Los recortes han llegado cuando los resultados empezaban a mejorar. El agujero sigue estando en la formaci¨®n profesional de grado medio (FP), a la que se accede despu¨¦s de la ESO y roza el 38%, 14 puntos por debajo de la media europea.
Eva S¨¢ez, de 45 a?os, es profesora de formaci¨®n profesional en el Jos¨¦ Luis Garci de Madrid. Imparte producci¨®n de televisi¨®n en este centro de comunicaci¨®n, imagen y sonido. Y le preocupa que la FP no se valore en Espa?a "tanto como en Alemania, por ejemplo; aqu¨ª sobran licenciados y faltan titulados de FP". Eva tiene que impartir en este curso escolar clases de radio, una asignatura nueva para ella. "Me siento muy insegura al respecto", admite. A pesar de todo, asegura llevar "una vida aceptable". Y al momento a?ade: "Tambi¨¦n te dir¨¦ que no desconecto cuando llego a casa. Ni creo que lo haga el 90% de los profesores".
"En la empresa privada nada es personal, solo negocio", sintetiza Javier Fern¨¢ndez. "En cambio, aqu¨ª, en las aulas de la ense?anza p¨²blica, todo es personal". Javier tiene 27 a?os y es profesor en pr¨¢cticas de lengua castellana en el IES Ausias Marc de Barcelona. Los 441 estudiantes de este centro provienen del distrito acomodado de Las Corts. La inmigraci¨®n ronda el 20% del alumnado y las aulas est¨¢n dotadas de pizarras digitales y wifi. Javier derrocha empuje en una clase de segundo de ESO. Conoce los horizontes de su concurrencia, sus pel¨ªculas y h¨¦roes favoritos. Les fuerza a expresarse, recrimina al que se despista y concede la palabra al m¨¢s t¨ªmido para que se desenvuelva. De origen murciano, hijo de maestros y licenciado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, encontr¨® su ?taca en Barcelona. Sac¨® un 8,9 en las oposiciones a secundaria tras cursar una beca Erasmus en Par¨ªs y trabajar para la Feria del Libro de Londres. Hoy dedica m¨¢s de cuarenta horas semanales a su trabajo. "Preparar una buena hora de clase requiere al menos otra m¨¢s de tiempo extra. Los mejores profesionales han de estar en la p¨²blica porque es donde m¨¢s se necesitan". Le obsesiona que aprendan su asignatura. Por una raz¨®n muy sencilla: "Quien habla solo rellena una conversaci¨®n; el que domina la lengua es capaz de conducirla. Y eso es verdadero poder".
Desde una ventana del IES Ausias Marc de Barcelona se divisa el Mediterr¨¢neo. Javier contin¨²a con su clase. Ha prestado al periodista algunas redacciones que corrigi¨® recientemente. Una de ellas est¨¢ escrita por Carlos y trata de un superfader que le gustar¨ªa tener para hacer que los malos momentos pasaran r¨¢pido y poder estirar los buenos. Javier, su profesor, ha escrito al margen de la redacci¨®n: "?Buen trabajo! Revisa, por favor, las faltas y la estructura. Y nunca dejes de escribir". Quiz¨¢ sea cierto: aqu¨ª dentro, en un aula p¨²blica, todo deber¨ªa ser personal. No solo negocio.
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