Casta?o sigue rigiendo la Fundaci¨®n Cela pese a la entrada de la Xunta
En el d¨¦cimo aniversario de la muerte del Nobel, la conversi¨®n en p¨²blica de la entidad que se acord¨® en mayo de 2010 no se ha llevado todav¨ªa a cabo
El pr¨®ximo d¨ªa 17 se cumplir¨¢n diez a?os desde la muerte de Camilo Jos¨¦ Cela y el 20 rematar¨¢n los fastos organizados por su fundaci¨®n, que lleva un a?o celebrando sus 25 de existencia; los ¨²ltimos, de supervivencia. El programa concluir¨¢ con una lectura en Iria Flavia de Pascual Duarte, que vio la luz hace siete d¨¦cadas. Coinciden muchas fechas se?aladas en torno a la figura del escritor y a pesar de la ca¨ªda en picado que experiment¨® en un lustro la fundaci¨®n que acoge su legado, de la nefasta gesti¨®n y el agujero econ¨®mico que obligaron a la Xunta a intervenir, su viuda, Marina Casta?o, todav¨ªa sigue teniendo la ¨²ltima palabra en las Casas dos Coengos de Padr¨®n. Hace ya m¨¢s de a?o y medio, porque el acuerdo se tom¨® oficialmente el 26 de mayo de 2010, en una inusitada junta de patronos en la que entraron a formar parte el entonces conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y el de Educaci¨®n, Jes¨²s V¨¢zquez, que ahora a¨²na los dos departamentos, se aprob¨® transformar en p¨²blica la Fundaci¨®n Camilo Jos¨¦ Cela y relegar a Marina Casta?o a un puesto simb¨®lico como el que puede ocupar el Rey, en la figura de "presidenta de honor", que no es lo mismo, ni parecido, que ser "presidenta".
El Gobierno gallego aporta ahora "entre el 60% y el 70%" del presupuesto
Seg¨²n la gerente, los cuadros bastar¨ªan para indemnizar al hijo del autor
Cuando se substancie el cambio en la instituci¨®n, el mando supremo ser¨¢ del que entonces ocupe el cargo de conselleiro de Cultura y no de Casta?o. Pero el proceso permanece varado en los lodos de la Administraci¨®n, y la viuda sigue, sin fecha l¨ªmite, en el puesto de siempre, decidiendo en ¨²ltimo t¨¦rmino las cuestiones mayores. El d¨ªa a d¨ªa lo lleva Covadonga Rodr¨ªguez, hija del hist¨®rico popular de Santiago Dositeo Rodr¨ªguez (patrono asimismo de la fundaci¨®n), que entr¨® en la instituci¨®n en 2008, al comienzo del desastre contable, y fue pupila del gerente de siempre, Tom¨¢s Cavanna, defenestrado en la misma reuni¨®n de mayo de 2010.
Covadonga Rodr¨ªguez, se?alada por el jefe para sucederle, fue nombrada entonces directora gerente en funciones, a la espera de la total asunci¨®n, por parte de la Xunta, de la entidad, que por ahora sigue siendo "privada sin ¨¢nimo de lucro". La gerente temporal, que "con toda la l¨®gica del mundo" cobra un sueldo considerablemente inferior al de Cavanna (fijado en tiempos de bonanza por el propio Cela y, seg¨²n fuentes de la Conseller¨ªa de Cultura, "muy, pero que muy superior al de un conselleiro") asegura que consulta las cuestiones con la viuda, que "las decisiones siguen pasando por ella" y que "viene [a Iria] cuando se le pide".
Rodr¨ªguez, no obstante, quiere transmitir un mensaje de tranquilidad porque "la situaci¨®n es estable, la entidad est¨¢ saneada, sigue viva, organizando muchas actividades, con el aire fresco que aporta una plantilla renovada [y reducida a la mitad, hasta las ocho personas en los ¨²ltimos a?os], de una media de 40 a?os, aunque el proceso de transici¨®n se est¨¦ alargando m¨¢s de lo normal".
El personal, que vivi¨® momentos tensos cuando lleg¨® a los tribunales el caso de varios empleados despedidos que, por sucesivas sentencias judiciales, la fundaci¨®n se vio obligada a reincorporar, mantiene ahora una relaci¨®n con la gerencia que casi se podr¨ªa calificar de cordial. Mientras, Covadonga Rodr¨ªguez no tiene m¨¢s que palabras de agradecimiento hacia Roberto Varela y la Xunta, aunque asegura "pelear" todos los d¨ªas "para que no se olviden" de la Fundaci¨®n Cela.
La directora en funciones asegura que se las arreglan con "lo m¨ªnimo" para mantenerse y conservar el vasto legado del novelista. El presupuesto anual, m¨¢s corto que antes, es de 450.000 euros. Actualmente, la entidad, que perdi¨® ya con Cavanna los patrocinios privados pero conserva el de Novagalicia Banco, depende econ¨®micamente en un 90% de las Administraciones: las cuatro diputaciones, el Ayuntamiento de Padr¨®n, y sobre todo, la Xunta, que aporta "entre el 60% y el 70%". Adem¨¢s, el Gobierno central da fondos para publicar la revista El Extramundi, que ahora edita el periodista Ernesto S¨¢nchez Pombo y antes de la intervenci¨®n de la Xunta lleg¨® a ser usado por el gerente para que alg¨²n libro escrito por ¨¦l viese la luz. Como no llegaban a distribuirse, los ejemplares, que hab¨ªa que imprimir para cumplir con el ministerio, se quemaban en el jard¨ªn.
Los trabajadores, a la espera de una a¨²n hipot¨¦tica reforma de la sede de Padr¨®n en casa museo al estilo de la de Rosal¨ªa, contin¨²an catalogando y clasificando material, entre otras cosas recortes de prensa que formar¨ªan parte del archivo documental de postguerra que siempre quiso sacar adelante Cela y que, seg¨²n Rodr¨ªguez, ser¨¢n trasladados con este fin a la Cidade da Cultura. Adem¨¢s, "ya se est¨¢n preparando, para que queden expuestos en Padr¨®n, los facs¨ªmiles de los manuscritos" que seg¨²n el acuerdo de 2010 se custodiar¨¢n en el futuro en la "c¨¢mara acorazada" del Gai¨¢s. El Gobierno local, ahora del PP, siempre fue contrario a la marcha, en calidad de "cedida en comodato", de la joya de Padr¨®n, de un valor incalculable, con la que tambi¨¦n se ir¨¢n primeras ediciones y una buena parte de los 45.000 vol¨²menes que formaban la biblioteca de Cela.
"Yo creo que los acuerdos nos abren un campo de acci¨®n muy grande en cuanto a difusi¨®n del legado", comenta la gerente, "Padr¨®n es Padr¨®n y Santiago es Santiago". El traslado de la parte del legado que m¨¢s interesa a los investigadores no empezar¨¢ a materializarse hasta que la Xunta convoque una nueva junta de los 25 patronos, que entonces cambiar¨¢ de estructura y que el personal de la casa aguarda en vilo desde hace m¨¢s de un a?o. Pero bastantes libros, las pinturas y otras colecciones y enseres personales del autor permanecer¨¢n en las Casas dos Coengos, al menos mientras no sea definitiva la sentencia, ahora recurrida, que obliga a la fundaci¨®n a indemnizar al hijo de Cela con m¨¢s de 1,1 millones de euros. "Si al final hay que hacer frente al pago, se har¨¢", afirma Rodr¨ªguez. Para ello "hay suficientes fondos de pinacoteca".
Diez a?os de paseo por los juzgados
Los juicios y los recursos marcaron la d¨¦cada transcurrida desde la muerte de Cela. Desde la trabajadora que denunci¨® a la fundaci¨®n por mobbing hasta la larga lucha de Mar¨ªa del Carmen Formoso, que ya denunci¨® al Nobel en vida, por que se reconociese que La cruz de San Andr¨¦s era un plagio. Desde la demanda por despido improcedente de varios empleados de Iria Flavia, hasta el pleito del hijo, Camilo Jos¨¦ Cela Conde, contra Marina Casta?o y la fundaci¨®n, por el reparto de la herencia.
En enero de 2010, cuando ex empleados de la instituci¨®n ya hab¨ªan sacado a la luz en este diario los supuestos abusos y el despilfarro a cargo de la fundaci¨®n de la viuda y el gerente, cuando arreciaban las cr¨ªticas por el desastre contable, un juzgado de Madrid condenaba a una sociedad creada por Casta?o a pagar 3,9 millones de euros y a la entidad que dirig¨ªa Cavanna, m¨¢s de 1,1 al hijo del Nobel gallego.
La sentencia fue recurrida y, seg¨²n informa Covadonga Rodr¨ªguez, los demandados agotar¨¢n "todas las v¨ªas judiciales" antes de llegar a indemnizar. Mientras corre el tiempo de un "pleito largo", la sucesora de Cavanna prefiere hablar de la probable restauraci¨®n, este a?o, de las locomotoras de Cela, o del primer concurso de microrrelatos que "atrajo m¨¢s de 200 participantes de todo el mundo".
Las relaciones con el hijo de Cela solo existen por v¨ªa judicial. En realidad est¨¢n rotas desde siempre. Rodr¨ªguez dice que se enter¨® por la prensa de que Cela Conde mantiene conversaciones con diferentes Administraciones y entidades gallegas para estudiar la posibilidad de trasladar a Galicia el legado mallorqu¨ªn del autor de La Colmena y su primera mujer, Rosario Conde. Estas Navidades, el Diario de Mallorca publicaba declaraciones en este sentido del hijo del escritor, cansado de esperar el ofrecimiento de una sede por parte de los pol¨ªticos y las instituciones baleares.
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