?S¨¢lvese quien pueda!
Silvio Berlusconi, la verdad sea dicha, ten¨ªa sus ventajas. Durante el tiempo que permaneci¨® en el poder, los italianos tuvieron la excusa perfecta para escamotear al fisco. ?No lo hac¨ªa el primer ministro y, adem¨¢s, se vanagloriaba de ello? El caso es que, en un santiam¨¦n, el cuento ha cambiado radicalmente. Se march¨® a rega?adientes el populista Berlusconi, incapaz de capear el temporal de la crisis y de su propio desprestigio, y su lugar fue ocupado por su antagonista perfecto. El profesor Mario Monti ha rasgado el velo del templo y ha mostrado a sus conciudadanos que Italia est¨¢ hecha un solar. Las razones son muchas y muy variadas, pero hay una incontestable que los deja en muy mal lugar: si los italianos pagaran a Hacienda como lo hacen los brit¨¢nicos o los estadounidenses, la relaci¨®n deuda-PIB ser¨ªa del 80% en lugar del 120%. Despu¨¦s de conocer los primeros datos de una investigaci¨®n auspiciada por Monti y llevada a cabo por Enrico Giovannini, presidente del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (Istat), son varios los italianos que, entre bromas y veras, han confesado a este corresponsal una idea muy extendida entre quienes s¨ª declaran religiosamente sus ingresos: "?En Italia solo pago yo! Y, por tanto, solo es a m¨ª a quien Monti tiene agarrado por el cuello".
Si los italianos pagaran a Hacienda, la deuda bajar¨ªa al 80%
El dinero negro supone nada m¨¢s y nada menos que el 17,5% del PIB
El 36% de los contribuyentes hacen trampas en el IVA
No les falta raz¨®n. Por el momento, las medidas de ajuste del Gobierno tecn¨®crata solo afectan a quienes viven sujetos a una n¨®mina o una pensi¨®n. ?Y los otros...? Los otros han empezado a entonar el grito de s¨¢lvese quien pueda. Hay datos. Tango y Cash, los dos labradores que tiene la Guardia de Finanzas en el aeropuerto milan¨¦s de Malpensa, no hab¨ªan olido tanta tinta fresca en su perra vida. En las semanas de noviembre que coincidieron con la marcha de Berlusconi y la llegada de Monti descubrieron fajos de billetes de 500 euros escondidos en zapatos, cinturones o maletines a punto de embarcar hacia destinos m¨¢s tranquilos. En la frontera italo-suiza de Ponte Chiaso, un joven colega de Tango y Cash olfate¨® 65.000 euros confortablemente escondidos en el sujetador de una se?ora. Tambi¨¦n en el norte, en Cortina, la Guardia de Finanzas despleg¨® el 30 de diciembre a sus agentes y, a modo de cata, pararon a los propietarios de coches de lujo. De los 251 a los que pidieron los papeles, 41 eran personas con problemas para llegar a fin de mes -solo hab¨ªan declarado 30.000 euros de ingresos brutos al a?o- y 118 estaban a nombre de empresas que hab¨ªan registrado p¨¦rdidas. En un pa¨ªs donde uno de cada tres j¨®venes est¨¢ en paro y los servicios p¨²blicos se parecen al Coliseo en que se caen a pedazos, el dinero negro supone nada m¨¢s y nada menos que el 17,5% del PIB.
Y aunque sean m¨¢s llamativas revelaciones como la que afecta a Giovanni Montresor, el inmensamente rico y famoso constructor de Verona que solo declar¨® seis euros en 2010, la verdad es que, siguiendo la filosof¨ªa de Berlusconi, aqu¨ª dribla al fisco todo el que puede. Ah¨ª est¨¢ el ejemplo del IVA. Seg¨²n el Istat, el 36% de los contribuyentes hacen trampa, y la cifra se dispara cuando se refiere a empresarios y trabajadores aut¨®nomos. Eso s¨ª, en eso no es Italia el pa¨ªs m¨¢s tramposo de Europa. Hay uno que lo supera. Justo donde acaba el Mediterr¨¢neo.
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