El cl¨¢sico amargo de Coentr?o

El ¨²ltimo cl¨¢sico dej¨® recuerdos sombr¨ªos entre los jugadores del Madrid. La gestaci¨®n de los goles del Bar?a fue objeto de cr¨ªticas p¨²blicas por parte del entrenador, Jos¨¦ Mourinho, que se?al¨® a sus centrocampistas por falta de agresividad para frenar a Messi. Entre los jugadores, sin embargo, en las discusiones del vestuario, en los d¨ªas posteriores a la derrota (1-3), encontraron a un responsable principal. El se?alado culpable result¨® Fabio Coentr?o, presente en las tres acciones que precedieron a los goles de Alexis S¨¢nchez, Xavi y Cesc.

Coentr?o fue la sorpresa de la noche del 10 de diciembre. Con el argumento de que Arbeloa (en el banquillo) no se hab¨ªa recuperado de una lesi¨®n muscular, Mourinho opt¨® por situar a Lass en el medio del campo, reserv¨® a Khedira, y eligi¨® a Coentr?o para que ocupara el lateral derecho. El jugador portugu¨¦s, que es zurdo, hab¨ªa cumplido en diversos puestos pero nunca hab¨ªa jugado en esa posici¨®n. Su bautismo de fuego fue traum¨¢tico. Se encontr¨® frente a frente con dos campeones del mundo: Cesc e Iniesta.

Hab¨ªa cumplido en varios puestos, pero en su estreno en la diestra top¨® con Cesc e Iniesta

La lesi¨®n de Khedira y la sanci¨®n de Arbeloa vuelven a situarle bajo los focos

El improvisado lateral derecho hizo lo que pudo. No fue mucho. En el primer gol cul¨¦ (1-1), cuando Messi arranc¨® por el medio, Ramos y Pepe tiraron el fuera de juego para dejar a Alexis inhabilitado. El atacante chileno se habr¨ªa quedado en posici¨®n ilegal de no haber sido por Coentr?o, que, en contra del deber de seguir a los centrales, se qued¨®. Sin tener a nadie que marcar en esa jugada, permaneci¨® inexplicablemente enganchado. Gracias a la distracci¨®n, Alexis consigui¨® recibir el pase de Messi en posici¨®n legal, por un par de metros, y marc¨® sin apenas oposici¨®n. Solo Pepe y el propio Coentr?o lo siguieron de cerca, intentando cerrar, mientras remataba.

En el segundo gol del Bar?a (1-2) sus compa?eros detectaron un doble error. Iniesta triangul¨® con Alexis y Cesc en el lateral del ¨¢rea y, en lugar de acompa?ar a los centrales, que otra vez dieron un pase al frente para provocar el fuera de juego, Coentr?o se lanz¨® sobre Cesc. Pudo desplazarse en horizontal para cortar la l¨ªnea de pase pero retrocedi¨®. Aunque alcanz¨® a reba?ar el bal¨®n, no logr¨® despejarlo m¨¢s que al ¨²nico lugar donde los entrenadores de las categor¨ªas inferiores proh¨ªben cualquier despeje: al balc¨®n del ¨¢rea. "Fue como un pase de la muerte", lamentaron en el vestuario. "Habr¨ªa sido mejor mandarla a c¨®rner". La pelota no hab¨ªa tocado el suelo cuando Xavi la empalm¨® de volea. Casillas no pudo hacer nada despu¨¦s de rebotar en Marcelo.

Coentr?o no es el m¨¢s popular de los jugadores del Madrid. Sin embargo, en el ¨²ltimo cl¨¢sico, ni sus amigos le vieron en condiciones de desempe?arse en un puesto para el que hace falta tener cierto oficio. Sobre todo, cuando enfrente atacan futbolistas de la categor¨ªa que abunda en el Bar?a. Como Cesc F¨¢bregas.

El 1-3 fue un largo duelo entre Coentr?o y Cesc. El centrocampista catal¨¢n anunci¨® el desmarque desde que la jugada deriv¨® hacia la banda derecha. Aceler¨® desde el medio campo en busca del segundo palo. Fueron 40 metros de carrera. Como Coentr?o hab¨ªa subido a encimarlo, volvi¨® con su hombre, tratando de entorpecer su carrera. Cesc, a diferencia de su opositor, no es un velocista, ni es corpulento o fibroso. Sin embargo, Cesc alcanz¨® el segundo palo por delante de Coentr?o. Meti¨® la cabeza y sentenci¨® el partido con un remate cruzado.

Hace un mes, Coentr?o carec¨ªa de experiencia suficiente como lateral derecho. Pero hay jugadores que aprenden r¨¢pido. Quiz¨¢ las desventuras padecidas el 10 de diciembre graben en la conciencia del portugu¨¦s algunas lecciones esenciales para actuar en este puesto. La lesi¨®n de Khedira y la sanci¨®n de Arbeloa, ahora s¨ª, exigen que Mourinho tome medidas extraordinarias de cara al partido de ida de los cuartos ante el Bar?a. Quiz¨¢ ma?ana Coentr?o tenga una segunda oportunidad.