Un congreso para la ciudadan¨ªa

Soy de los que piensan que el pr¨®ximo Congreso del PSOE tiene como primordial reto la recuperaci¨®n de la confianza de los millones de espa?oles que -nos hayan votado o no- necesitan un partido s¨®lido y cohesionado que encarne y defienda con firmeza los valores de la izquierda y ejerza una labor rigurosa de oposici¨®n con lealtad y respeto institucional, y con clara vocaci¨®n de gobierno. Nuestra primera obligaci¨®n radica en representar los intereses, necesidades y demandas de la ciudadan¨ªa, especialmente los de aquellos que no tienen otra posibilidad de ser representados que la que les ha conferido su derecho a votar. Acertar en esa funci¨®n de representaci¨®n es clave para nuestro futuro como partido. Para poder cumplir con esa obligaci¨®n es ineludible que recuperemos el rumbo perdido, que volvamos a subrayar los valores y las actitudes que nos han venido definiendo en los ¨²ltimos 35 a?os, y que nos han permitido una notable identificaci¨®n con un amplio bloque social de progreso: la equidad, la redistribuci¨®n para la igualdad de oportunidades, la honradez, la modernizaci¨®n y la innovaci¨®n, la defensa de los pilares del Estado de bienestar y la profundizaci¨®n en la democracia.

Pero adem¨¢s es necesario que sepamos ofrecer permanentemente una respuesta a la crisis que implique, ante todo, la recuperaci¨®n de la pol¨ªtica democr¨¢tica ante el poder de los mercados. Frente al solemne y vac¨ªo "nadie tiene que decirnos lo que hemos de hacer, porque este gobierno lo sabe muy bien" de Rajoy, que encierra la utilizaci¨®n de la crisis y del equilibrio presupuestario como coartada para desmontar el Estado del bienestar y reducir el papel de lo p¨²blico -lo social, lo colectivo- a un mero gesto testimonial, los socialistas debemos articular en nuestro congreso de Sevilla otra respuesta diferente. Una respuesta que adem¨¢s de austeridad y equilibrio presupuestario ofrezca reactivaci¨®n econ¨®mica para favorecer la creaci¨®n de empleo, reparto equitativo de los costes de la crisis, y mantenimiento a ultranza de los derechos y prestaciones que conforman el Estado de bienestar, para asegurar as¨ª que nadie se quede atr¨¢s. Una respuesta como la que estamos dando en Andaluc¨ªa, con rigor presupuestario, pero apostando claramente por el empleo, los emprendedores, la educaci¨®n y las pol¨ªticas del bienestar social, gracias a las cuales nuestra tasa de desempleo ha aumentado menos que la media espa?ola, nuestra econom¨ªa crece mientras la espa?ola est¨¢ estancada y nuestro I+D+i tiene mayor tasa de crecimiento que en el conjunto de Espa?a.

De lo que se trata, pues, es de algo m¨¢s que de elegir a una persona para desempe?ar la Secretar¨ªa General del PSOE, con ser eso muy importante. Se trata de trazar una estrategia para recomponer y orientar un nuevo bloque social que permita renovar el Estado del bienestar sin renunciar a sus fines, y para ello es inexcusable que se analicen los intereses en juego entre los distintos sectores, clases y grupos de la sociedad espa?ola, empezando por los m¨¢s directamente perjudicados por la crisis.

Ah¨ª, entre los demandantes activos de empleo, las pymes y los aut¨®nomos afectados por las restricciones crediticias, las clases medias trabajadoras castigadas fiscalmente, entre las mujeres que padecen la doble discriminaci¨®n y las familias que necesitan conciliar vida laboral y desarrollo personal, entre los j¨®venes que necesitan un empleo y poder emanciparse, y los trabajadores con empleos precarios de escasa cualificaci¨®n, ah¨ª, entre todos esos cientos de miles de espa?oles est¨¢ el germen de esa nueva mayor¨ªa social hacia la que debemos dirigir nuestros esfuerzos los socialistas en este pr¨®ximo congreso.

Y todo ello, sin perder de vista la dimensi¨®n global y europea de esta crisis, siendo conscientes de que s¨®lo reforzando y reactivando la coordinaci¨®n entre los partidos socialistas y progresistas de la UE y de los pa¨ªses emergentes, elaborando respuestas globales que contrapongan alternativas a las pol¨ªticas conservadoras defensoras de la consolidaci¨®n fiscal a cualquier precio, contribuyendo a formar la masa cr¨ªtica que agite intelectual y socialmente a nuestras sociedades, solo as¨ª podremos poner las bases para nuestra propia recuperaci¨®n.

Nuestro congreso debe saber prefigurar las l¨ªneas transversales que servir¨ªan de armaz¨®n a esa nueva mayor¨ªa social. Debemos centrar nuestros debates en cuestiones tales como la equidad y el papel de la redistribuci¨®n para la igualdad de oportunidades, la defensa de lo social y colectivo frente al individualismo y al ego¨ªsmo, la austeridad, la igualdad de g¨¦nero y la igualdad de trato, la sostenibilidad, el laicismo, o la introducci¨®n de nuevos mecanismos para la democracia deliberativa y el control de la transparencia en los asuntos p¨²blicos.

Pero, adem¨¢s, el congreso de Sevilla debe avanzar en la apertura del PSOE a la sociedad, buscando nuevos cauces de participaci¨®n directa de los afiliados y de los simpatizantes en la toma de decisiones, estableciendo procedimientos de consultas en los diferentes ¨¢mbitos territoriales ante cuestiones de alcance, fijando la periodicidad de debates sobre los temas de inter¨¦s ciudadano y social, y flexibilizando los procedimientos de encuadramiento y de colaboraci¨®n en el trabajo pol¨ªtico.

Se trata, en suma, de hacer un congreso para la ciudadan¨ªa, para responder aqu¨ª y ahora a las demandas y problemas de la sociedad espa?ola, para dotarnos de orientaciones estrat¨¦gicas y de procedimientos de trabajo pol¨ªtico que abran el partido a un proceso sereno de reflexi¨®n y debate, y para contribuir junto a nuestros colegas europeos y de los pa¨ªses emergentes a la elaboraci¨®n de un nuevo modelo socialdem¨®crata para el siglo XXI.

Manuel Gracia Navarro es diputado socialista por C¨®rdoba en el Parlamento de Andaluc¨ªa.