Un h¨¢bito extraordinario
Guardiola suma su quinto triunfo y contin¨²a invicto en sus siete duelos en el Bernab¨¦u
Lo extraordinario no acostumbra a caminar de la mano de lo habitual, excepto si Guardiola visita el Bernab¨¦u. Que despu¨¦s de seis visitas el de Santpedor no hubiera perdido nunca en Chamart¨ªn era una costumbre fuera de toda l¨®gica. Ayer sum¨® su quinto triunfo y sigue invicto en el banquillo del coliseo blanco. Contra Pellegrini o ante Mourinho la fiabilidad de los jugadores del Bar?a resulta inaudita cada vez que asoma por la Castellana, desde el 2-6 del a?o del triplete, en 2008-2009, al 1-3 camino de Jap¨®n el pasado mes de diciembre. Acumulaba el Barcelona dos empates y cuatro victorias, una racha que se complet¨® ayer con otra victoria, de nuevo remontando un marcador en desventaja.
Guardiola un d¨ªa sorprendi¨® con la profundidad de Henry y las ¨²ltimas veces que compareci¨® ante Mourinho busc¨® la diagonal de Alexis o la irrupci¨®n de Cesc. Con cuatro o con tres defensas atr¨¢s, siempre con el portero protagonista en el inicio del juego, Guardiola supo encontrar los espacios para dominar el juego y mover la pelota, dejando la sensaci¨®n de dominar la escena m¨¢s all¨¢ del marcador. El partido de ayer fue suyo otra vez porque si el Madrid tiene alma, seg¨²n elogi¨® Guardiola en la v¨ªspera, se la comi¨® el Bar?a pase tras pase, en corto y en largo, hasta desesperar a una hinchada que empieza a resignarse ante la constante superioridad del eterno rival.
Lo normal ser¨ªa acudir al Bernab¨¦u y perder, tarde o temprano, porque lo anormal no puede ser h¨¢bito, pero ayer Guardiola sali¨® vivo del s¨¦ptimo duelo en Madrid. Esta vez, en un enfrentamiento que no ha terminado porque la Copa siempre ofrece una segunda oportunidad, en la vuelta del pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
Guardiola, que jug¨® siempre con Vald¨¦s en sus visitas como entrenador, lo hizo esta vez con Pinto. "Le traicionar¨ªa y me traicionar¨ªa a m¨ª mismo si no juega, porque se lo merece", asegur¨® el entrenador. Pinto, sin embargo, no estuvo acertado en el gol encajado por el Bar?a.
Si a Guardiola como futbolista le toc¨® ganar y perder, seguir a Butrague?o el d¨ªa de su debut, o encajar cinco goles, si le hicieron el pasillo y le sacaron la rebeld¨ªa del coraz¨®n la noche que una decisi¨®n arbitral le anul¨® a Rivaldo un gol, como entrenador le da igual encarar al Madrid en la Liga, en la Champions o en la Copa. Como entrenador no conoce la derrota en el Bernab¨¦u. Ayer, en el d¨ªa de su 41? cumplea?os, dos remates de dos defensas, Puyol y Abidal, le dieron la victoria. Guardiola ha convertido en un h¨¢bito algo extraordinario.
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