La piedra en el zapato
La pugan con los hombre de Feijo¨® acab¨® desgastando al veterano dirigente, el ¨²nico del PP que disent¨ªa en p¨²blico
Se marcha el ¨²ltimo enemigo interno. El ¨²nico dirigente del PP que ha logrado amargar el retorno triunfal de Feij¨®o a la Xunta. El mismo que en enero de 2010 se empe?¨® en demostrar al presidente que Ourense segu¨ªa siendo su territorio, algo que Manuel Fraga, su predecesor, tambi¨¦n conoci¨® de primera mano. El que le hizo tragar al reci¨¦n investido presidente gallego el sapo de investir a su hijo Jos¨¦ Manuel l¨ªder del PP provincial, en contra del criterio de Feij¨®o y de todo su equipo, que improvis¨® a ¨²ltima hora la candidatura del alcalde de Ver¨ªn, Juan Manuel Jim¨¦nez Mor¨¢n, a la postre vapuleada en el congreso provincial.
Entonces Baltar sucedi¨® a Baltar, y Feij¨®o, tras perder con estr¨¦pito aquella batalla interna -el d¨ªa en que el PP ourensano le hizo entrar por una puerta lateral entre silbidos de los afines al bar¨®n- decidi¨® sentarse y esperar. "Igual que cay¨® Cacharro, tambi¨¦n a Baltar le llegar¨¢ su d¨ªa", se consolaban en voz alta algunos de los asesores del presidente.
De la vieja guardia ya solo queda Rafael Louz¨¢n en Pontevedra
La paz forzada de estos ¨²ltimos dos a?os entre Feij¨®o y Baltar padre, agua y aceite que nunca han llegado a mezclar, depar¨®, no obstante, significativos encontronazos. Cada vez que surgi¨® alg¨²n esc¨¢ndalo relacionado con las contrataciones de la Diputaci¨®n que empa?aban el discurso de la austeridad del PP, el l¨ªder gallego le conmin¨® a explicarse. Entre las ¨²ltimas tiranteces, una moci¨®n aprobada el pasado octubre por la Diputaci¨®n de Ourense, donde los votos del PP se sumaron a los de socialistas y nacionalistas para censurar "el brutal recorte en servicios sociales por parte de la Xunta de Galicia". Rodeado de los suyos, Baltar tambi¨¦n levant¨® la mano y protest¨® ese d¨ªa para contentar a los alcaldes, quejosos con la falta de ayudas que llegan desde Santiago en esta era de vacas flacas. Y ayer volvi¨® a repetir sus cr¨ªticas a lo que considera un abandono de la provincia de Ourense.
La marcha del "cacique bueno", como ¨¦l mismo se defini¨®, servida en dos episodios -en 2010 del partido y ahora de las instituciones- abre la puerta a nuevos tiempos en la provincia de Ourense. Entre los colaboradores de Feij¨®o cunde la idea de que, aunque intentara perpetuar la sucesi¨®n din¨¢stica, su v¨¢stago, Jos¨¦ Manuel, no cuenta con los mismos adeptos, ni tiene el peso de quien gobern¨® durante dos d¨¦cadas en la Diputaci¨®n. Ni los hist¨®ricos alcaldes le apoyan como a su padre, piensan, ni los tiempos de tirar de cheques -cuando no de fajos de billetes ante asociaciones, clubes deportivos o particulares- son ya los que eran. Cae otro de los virreyes de la compleja familia popular. Se acaba el tiempo en que hasta el secretario general, Alfonso Rueda, su enemigo ¨ªntimo, al que el bar¨®n siempre se?al¨® como responsable de urdir una candidatura en su contra, ten¨ªa que pedir permiso para entrometerse en la provincia.
Con la retirada se rompe tambi¨¦n un matrimonio de conveniencia entre Feij¨®o y Baltar padre -no son descartables segundas nupcias del l¨ªder gallego con su hijo y heredero- que naci¨® el d¨ªa en que el fallecido Xos¨¦ Cui?a se confes¨® incapaz de obtener el apoyo de los alcaldes de Pontevedra para optar a la sucesi¨®n de Fraga. Hasta entonces, Baltar era el gran apoyo de Cu¨ª?a, a quien dec¨ªa que le un¨ªa una relaci¨®n "como de hermanos" y a quien trat¨® de vengar con una revuelta contra Fraga tras la defenestraci¨®n del eterno delf¨ªn. Con Cui?a derrotado de antemano, Baltar tuvo manos libre para dar su apoyo a Feij¨®o y finiquitar la perenne pugna entre boinas y birretes. Pero el hist¨®rico dirigente orensano, adem¨¢s de algunos disgustos, ha cosechado resultados nunca vistos en su feudo y no solo para s¨ª mismo. Los porcentajes de apoyo superiores al 60% sumaron tambi¨¦n en las mayor¨ªas absolutas de Fraga y Feij¨®o, en las de Aznar, y ¨²ltimamente en las de Rajoy que en las auton¨®micas de 2009 se prest¨® a patear los pueblos de su mano, por mucho que nunca fuera un l¨ªder del agrado del presidente provincial.
Ayer, ya desprendido de todo compromiso con la c¨²pula del PP gallego, solt¨® por su boca muchas de las cosas que siempre insinu¨® en privado. Cuentan quienes le conocen que ha admitido que su tiempo ha pasado, que est¨¢ cansado y que su salud ya no es la que le permit¨ªa dar 11 m¨ªtines diarios cargando con el tromb¨®n con el que coreba "y si no eres del PP, jodet¨¦". Ni siquiera dio por hecho que su hijo vaya a sucederle en la Diputaci¨®n. Entretanto, Feij¨®o profundiza en la renovaci¨®n de su partido. Y es un secreto a voces que de la vieja guardia solo queda Rafael Louz¨¢n en Pontevedra.
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