Mu?oz Molina, toda una vida en la Biblioteca Nacional
El autor dona a la BNE el testimonio de su proceso creativo
Cuadernos de notas tomadas de libros y peri¨®dicos, borradores de novelas, poemas in¨¦ditos de juventud y una obra de teatro escrita en 1974 pero a¨²n no publicada son algunos de los documentos personales que el escritor y acad¨¦mico Antonio Mu?oz Molina (?beda, 1956) ha donado a la Biblioteca Nacional (BNE). Todo ello servir¨¢, seg¨²n declaraciones telef¨®nicas del escritor desde Nueva York, "para que los estudiosos de mi obra puedan comprobar que los procesos de creaci¨®n literaria son muy azarosos; algo que parece tan organizado cuando se lee un libro puede venir de casualidades, y siempre de un gran esfuerzo".
De esta manera, la BNE se hace con un peque?o tesoro literario: lo que bien pudiera denominarse una confesi¨®n creativa con car¨¢cter retrospectivo, la que ata?e a los modos, razones y condiciones en que se desarroll¨® la g¨¦nesis de las obras de uno de los escritores espa?oles m¨¢s seguidos.
Varios borradores de novelas y poemas in¨¦ditos figuran en el legado
Tambi¨¦n hay cartas de lectores y de escritores, y diversos manuscritos
Todo comenz¨® hace un par de a?os. La directora de la instituci¨®n, Gl¨°ria P¨¦rez-Salmer¨®n, envi¨® varias cartas a diversos escritores invit¨¢ndoles a que entregaran sus papeles para facilitar la labor de los investigadores. Cuando Antonio Mu?oz Molina recibi¨® esta misiva estaba fuera de Espa?a. Ahora recuerda: "Me pareci¨® una idea estupenda". El autor de Sefarad a?ade que esa petici¨®n y "el recuerdo de una entrevista del escritor brit¨¢nico Alan Bennett en la que dec¨ªa que hab¨ªa donado sus papeles" le sirvieron para tomar una decisi¨®n. "Se trata", explica Mu?oz Molina, "de un acto de restituci¨®n a la sociedad. Yo soy militante de lo p¨²blico, de la educaci¨®n y sanidad p¨²blicas, y en vez de vender los documentos prefer¨ª donarlos. La Biblioteca Nacional me parece el lugar donde mejor pueden estar, para que los consulten los especialistas".
Lo que el escritor y colaborador habitual de EL PA?S, ha dado a la BNE abarca "cartas de lectores, de escritores, cuadernos de trabajo, manuscritos, notas de lectura...", enumera Mu?oz Molina. Desde la BNE, la jefa de su departamento de Adquisici¨®n, Yolanda Ruiz, concreta el legado: un borrador de El jinete polaco; apuntes para redactar los cap¨ªtulos de El viento de la luna; dos cuadernos de trabajo previos a la novela Plenilunio; papeles preparatorios de La noche de los tiempos... aunque lo que m¨¢s destaca es el primer borrador de la novela Beatus Ille, "que permitir¨¢ a los expertos compararlo con la versi¨®n final". En el cap¨ªtulo de curiosidades, esta investigadora menciona "las invitaciones a actos que recibe el escritor y que ¨¦l utiliza para tomar notas, y los esl¨®ganes pol¨ªticos que copia como ideas para su obra". En ese rastreo de los documentos, Ruiz advierte en este autor "una forma de trabajar meticulosa y met¨®dica". Lo depositado en la BNE se trata, en conjunto, de una primera entrega a la que seguir¨¢ otra con dos cajas de cartas personales, explica Yolanda Ruiz.
Mu?oz Molina afirma que de vez en cuando "est¨¢ bien limpiar el cuarto y desprenderse de cosas". De esas "cosas", el escritor subraya "los cuadernos con titulares de peri¨®dicos" que utiliz¨® para La noche de los tiempos, novela que trata de la Espa?a de la II Rep¨²blica. "Tambi¨¦n, el material para contar el proceso judicial de Plenilunio".
?Alguna sorpresa mientras rebuscaba? "Bueno, he encontrado algunos textos relacionados con la g¨¦nesis de El jinete polaco que cre¨ªa perdidos, no me esperaba volver a verlos".
El escritor jienense se suma as¨ª a otros autores espa?oles cuyo archivo tambi¨¦n se encuentra en la Biblioteca Nacional de Espa?a, como Jorge Guill¨¦n y Joan Margarit. Ahora comenzar¨¢ el proceso de estudio y catalogaci¨®n de los documentos.
Esta instituci¨®n ha destacado en un comunicado que dispone de una aplicaci¨®n inform¨¢tica "creada expresamente para procesar los archivos personales" que permite una completa descripci¨®n de cada documento para que no se disgreguen, sino que se mantengan "como un conjunto unido, tal y como estaban en posesi¨®n del autor". Ruiz subraya que la BNE garantiza "la preservaci¨®n y seguridad ¨®ptimas de este archivo", que por ahora solo podr¨¢n consultar investigadores, aunque en un futuro estar¨¢ digitalizado para que puedan curiosear en ¨¦l los lectores de la obra de este autor, al que la comunicaci¨®n oficial de la BNE sorprendi¨® dando clase en Nueva York.
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