El paro en Jap¨®n sube a un m¨¢ximo hist¨®rico del 5,3%
El desempleo comienza a afectar de forma masiva a los cabezas de familia
Las previsiones m¨¢s negras en torno a la crisis econ¨®mica que sacude Jap¨®n parecen estar cumpli¨¦ndose. Esta ma?ana, el Gobierno de Tokio ha anunciado una subida de tres d¨¦cimas en el desempleo en los datos correspondientes al pasado mes de septiembre. Con esta subida el paro llega al 5,3%, un registro hist¨®rico en el pa¨ªs, donde se han disparado todas las alarmas.
El aumento del paro por sexto mes consecutivo se une a otros p¨¦simos datos econ¨®micos anunciados estos d¨ªas, como la ca¨ªda de la producci¨®n industrial y del consumo, adem¨¢s del retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) para este a?o.
Seg¨²n cifras oficiales, el paro afecta ya al 5,4% de la poblaci¨®n masculina y al 5,2% de la femenina y es especialmente grave en algunas zonas como la sure?a Okinawa, que depende exclusivamente del turismo y sufre un desempleo del 9,4%.
Un dato sorprendente ha sido que en septiembre 930.000 cabezas de familia se han visto afectados de una u otra forma por los despidos, frente a los 50.000 de hace un a?o.
Fuentes oficiales han achacado el alto paro, que anot¨® la subida m¨¢s pronunciada en 34 a?os, a las continuas reorganizaciones que se ven obligadas a hacer la mayor¨ªa de las empresas japonesas en un esfuerzo para salir de la peor crisis que vive el pa¨ªs en los tiempos modernos, nacida a finales de la d¨¦cada de los 80.
Jap¨®n ha dejado de ser el para¨ªso laboral que fue en las pasadas d¨¦cadas cuando el empleo de por vida estaba garantizado y admitido en la estructura socioecon¨®mica, capaz de absorber una considerable mano de obra excedente que equival¨ªa a multiplicar por dos o tres los ¨ªndice oficiales.
En su trayectoria del desempleo hasta hace poco Jap¨®n manten¨ªa los indicadores en torno 1 o 2% con lo que se gan¨® a pulso el ser la naci¨®n con menos desempleo del mundo industrializado.
Pero hoy las circunstancias son otras y en medio de su particular y dilatada crisis, los despidos de las empresas han llevado a que Jap¨®n tenga un desempleo superior al de EE UU e Inglaterra, pa¨ªses que lo mantienen entre el 4,9 y 3,1 por ciento.
Terrorismo y vacas locas
El ministro de Salud, Trabajo y Bienestar, Chikara Sakaguchi, ha sido el primer miembro del Gobierno en calificar el alza del paro de preocupante que ha llegado a una "situaci¨®n de emergencia".
Seg¨²n ha dicho, el mercado laboral se ha resentido de los ataques terroristas en EE UU de septiembre y del primer caso de "vacas locas" detectado en el pa¨ªs ese mismo mes, que caus¨® el desplome del consumo de carne y el cierre de restaurantes y negocios.
El ministro ha advertido de que la tendencia se agudizar¨¢ a¨²n m¨¢s en octubre, pues el Gobierno ha apremiado a la banca a que liquide lo antes posible la monta?a de cr¨¦ditos impagados que arrastra desde hace m¨¢s de diez a?os y que estrangula la concesi¨®n de la financiaci¨®n que necesitan las peque?as, medianas y grandes empresas para mantener su actividad.
Se calcula que la soluci¨®n de los problemas bancarios traer¨¢ mayores bancarrotas y por tanto m¨¢s desempleados en los pr¨®ximos meses.
El ministro ha anunciado mejores condiciones para que las empresas que tengan que eliminar puestos de trabajo debido a las estrecheces econ¨®micas puedan acceder a los subsidios, y ha pedido a los gobiernos provinciales y ayuntamientos que contraten a parados con el programa estatal para el que hay previstos 200.000 millones de yenes (unos 1.655 millones de d¨®lares).
Adem¨¢s, un nuevo presupuesto especial de 550.000 millones de yenes (unos 4.550 millones de d¨®lares) para financiar medidas contra el desempleo deber¨¢ ser debatido en el Parlamento antes de acabar el a?o fiscal el pr¨®ximo 31 de marzo.
Con este panorama se teme que la dif¨ªcil situaci¨®n laboral presione al primer ministro Junichiro Koizumi para que deje de lado su programa de reformas dolorosas, cuyos sacrificios m¨¢s palpables son los despidos, pese a considerarse necesarios para finalizar la larga crisis econ¨®mica y financiera
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