La dif¨ªcil sucesi¨®n de Duisemberg

Desde su elecci¨®n en 1998, Wim Duisenberg ha sido un presidente del Banco Central Europeo con fecha de caducidad. Sin embargo, hasta hoy, la concreci¨®n del d¨ªa en el que iba a abandonar el cargo ha sido no s¨®lo un secreto, sino tambi¨¦n objeto de una pol¨¦mica.

Cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n Europea se plantearon la elecci¨®n del primer presidente del BCE, la m¨¢xima instituci¨®n de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria, se registr¨® un duro enfrentamiento entre el entonces canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac.

Este ¨²ltimo consideraba que si los alemanes se hab¨ªan quedado con la sede del BCE en Francfort, a Francia le correspond¨ªa nombrar al presidente de la instituci¨®n que deb¨ªa dictar la pol¨ªtica monetaria en la eurozona. Chirac pele¨® hasta el ¨²ltimo momento para colocar a su candidato, Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia.

La resistencia de Alemania cont¨® con el apoyo de los pa¨ªses centroeuropeos, logrando finalmente imponer a su candidato, el holand¨¦s Wim Duisemberg. El presidente franc¨¦s trat¨® de salvar la cara anunciando un supuesto compromiso para dividir los ocho a?os de mandato entre Duisember y Trichet.

Seg¨²n Chirac, se hab¨ªa alcanzado un pacto de caballeros para que el holand¨¦s presentara su dimisi¨®n cuatro a?os despu¨¦s de su toma de posesi¨®n con el fin de dejar el paso libre al franc¨¦s.

Ya en la reuni¨®n celebrada por el Consejo Europeo en mayo de 1998, inmediatamente despu¨¦s de su elecci¨®n, Wim Duisemberg anunci¨® a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE que no deseaba cumplir los ocho a?os de su mandato, aunque puntualiz¨® que sus razones eran exclusivamente de edad.

Con ello, Duisemberg desment¨ªa la existencia del compromiso esgrimido por Jacques Chirac. Finalmente, la fecha fijada para su salida de la presidencia del BCE, la de su 68 cumplea?os el 9 de julio de 2003, confirma la versi¨®n de Duisemberg. Adem¨¢s, supone que habr¨¢ consumido m¨¢s de cinco a?os de su mandato, y no los cuatro de los que hablaba el presidente franc¨¦s.

El anuncio de Wim Duisemberg abre una carrera sucesoria en la que una vez m¨¢s Par¨ªs y Berl¨ªn van a competir por colocar a su candidato. Adem¨¢s, en esta ocasi¨®n, tanto Chirac como ahora Gerard Schr?der, se ven acuciados por compromisos electorales inminentes -las presidenciales francesas de la pr¨®xima primavera y las legislativas alemanas de septiembre- que les impulsar¨¢n a convertir su apoyo a un candidato en una 'cuesti¨®n nacional'.

Sin embargo, no parece que Jean-Claude Trichet pueda ser ya un aspirante presentable, al estar acusado de cometer graves irregularidades como director general del Tesoro franc¨¦s en relaci¨®n con el esc¨¢ndalo del Cr¨¦dit Lyonnais. Un proceso pendiente de que la fiscal¨ªa de Par¨ªs concrete en marzo sus acusaciones contra Trichet y los otros imputados en este caso. Por eso, en los ¨²ltimos tiempos, los franceses han puesto sus ojos en Christian Noyer, actual vicepresidente del BCE.