Muere Umberto Agnelli, presidente de Fiat

Umberto Agnelli, de 69 a?os, presidente de Fiat y uno de los personajes m¨¢s influyentes de la historia empresarial de Italia, ha muerto hoy en pleno proceso de reestructuraci¨®n de la compa?¨ªa que fundara su abuelo. Consigui¨® en un a?o como 'patr¨®n' lo que ning¨²n ejecutivo pudo hacer antes: colocar al imperio familiar en la senda del beneficio, tras una crisis financiera que hundi¨® las ventas de la automovil¨ªstica m¨¢s famosa de Italia durante m¨¢s de una d¨¦cada.

Umberto Agnelli se hab¨ªa convertido en el hombre fuerte del gigante empresarial italiano hace poco m¨¢s de un a?o, tras el fallecimiento, tambi¨¦n debido a un c¨¢ncer, de su hermano Gianni. La muerte de Umberto, el menor de los siete hijos de la tercera generaci¨®n de la saga iniciada por Giovanni Agnelli, su abuelo y fundador de Fiat, se produjo esta madrugada en su casa de Mandria, cerca de Tur¨ªn.

Nacido en Lausana (Suiza) en noviembre de 1934, poco antes de la muerte del padre Edoardo Agnelli, Umberto comenz¨® a trabajar en la empresa en 1964. Licenciado en Derecho por la Universidad de Tur¨ªn, nadie se atrevi¨® nunca a llamarle "Avvocato" ("Abogado"), t¨ªtulo que correspond¨ªa al hermano mayor. Se dirig¨ªan a ¨¦l con el t¨ªtulo de "Dottore", como hacen muchos italianos en se?al de respeto utilizando el t¨ªtulo acad¨¦mico. Umberto, que fue m¨¢ximo responsable de las financieras de la familia, fue consejero delegado de Fiat entre 1970 y 1976, y tras un breve par¨¦ntesis de actividad pol¨ªtica con la Democracia Cristiana, regres¨® al negocio familiar para ocupar la vicepresidencia de la automovil¨ªstica.

En 1984, el hermano Gianni lo introduce como "heredero", pero el relevo no se produce entonces. La crisis de Fiat de los a?os noventa obliga a los Agnelli a recurrir al apoyo de Mediobanca, y el patr¨®n de la banca milanesa, Enrico Cuccia, impone la condici¨®n de que el sucesor del 'Avvocato' sea su pupilo Cesare Romiti. Pero su desembarco al frente del imperio familiar no fue f¨¢cil. No sustituy¨® a su hermano, sino a Paolo Fresco, que dirigi¨® la nave durante cinco a?os y que fue obligado a dejar el cargo al no conseguir su mayor y principal encargo: salvar a Fiat de la quiebra.

En marzo del a?o pasado Umberto se sent¨® en el sill¨®n de mando para preparar el plan maestro que evitase lo predecible por muchos, que daban meses de vida al conglomerado empresarial de los Agnelli, que adem¨¢s era un emblema para los italianos. Cumpli¨® el deseo de su hermano sanear y reestructurar el grupo, y la situaci¨®n financiera mejor¨® notablemente tras deshacerse de algunas empresas para concentrarse en el sector del autom¨®vil. Tanto esfuerzo se reflej¨® en los ¨²ltimos resultados presentados por la compa?¨ªa: en el primer trimestre del a?o, redujo sus n¨²meros rojos hasta 194 millones de euros, desde los 681 millones registrados un a?o antes. La elevada demanda de los nuevos modelos de autom¨®viles y el recorte de costes y de plantilla ha provocado una sustancial mejora en las cuentas de Fiat, que parece ver la salida del t¨²nel.