Nike cede ante las protestas masivas y ampl¨ªa el contrato a las f¨¢bricas indonesias
La decisi¨®n de la marca deportiva pon¨ªa en peligro los empleos de 14.000 trabajadores
Tras repetidas y masivas protestas callejeras, Nike ha cedido y ha ofrecido prolongar sus pedidos a las dos subcontratas indonesias a las que hab¨ªa anunciado la terminaci¨®n del contrato, decisi¨®n que pon¨ªa en peligro los empleos de 14.000 empleados. A principios de este mes, la firma deportiva dio a las f¨¢bricas un plazo de nueve meses para rescindir el contrato debido a que las zapatillas que produc¨ªan no cumpl¨ªan los est¨¢ndares de calidad. Las empresas asi¨¢ticas han conseguido extender por un m¨¢ximo de dos a?os el contrato, tras manifestarse repetidas veces en la sede de Nike en Yakarta. Ambas alegan que la marca s¨®lo paga 11 d¨®lares por cada par de zapatillas fabricado.
"Nike se ha mostrado de acuerdo a hacer pedidos adicionales que ocupar¨¢n el 80% de la capacidad de producci¨®n de PT Hardaya Aneka Shoes Industry HASI y PT Naga Sakti Parama Shoes IndustryNASA", ha declarado Hartati Murdaya, due?a de las empresas.
Murdaya hab¨ªa pedido a la marca estadounidense de ropa y calzado deportivo plazos de 18 y 30 meses para encontrar otro cliente, o lograr recolocar a sus empleados y evitar despidos. A cambio, Nike ha pedido que se aumente las condiciones de seguridad en el trabajo en las f¨¢bricas de esas dos empresas indonesias.
El primer escollo est¨¢ solventado. Murdaya ha anunciado que planea crear una marca propia de calzado y que ha encontrado varios clientes nuevos para cuando se termine el periodo de contrataci¨®n con Nike, aunque pidi¨® a esta empresa que otras de sus subcontratas en el pa¨ªs acepten a sus empleados hasta que consiga recolocarlos a todos. Otro de los proyectos que se ha planteado consiste en montar un negocio agr¨ªcola, una plantaci¨®n de mil hect¨¢reas para dar trabajo a los empleados que no puedan seguir en la f¨¢brica cuando disminuya la producci¨®n.
Sin embargo, la condici¨®n impuesta por Nike para mantener el contrato, que exige aumentar la seguridad en las f¨¢bricas, se da de bruces con la versi¨®n de la due?a. Cuando la firma deportiva anunci¨® el fin de la relaci¨®n comercial, Murdaya explic¨® que sus compa?¨ªas hab¨ªan sufrido dificultades para producir a los precios exigidos por la marca, que seg¨²n ella, pagaba tan s¨®lo 11 d¨®lares por cada par de zapatillas fabricado frente a los 15 d¨®lares de hace quince a?os.
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