La supresi¨®n de los 400 euros reduce la primera n¨®mina del a?o
Hacienda reconoce que el final de la deducci¨®n genera malestar entre los pensionistas
Llega la hora de cobrar la primera n¨®mina de 2010, aquella que tradicionalmente refleja la subida de la inflaci¨®n para los pensionistas y los aumentos pactados por convenio entre los asalariados. Pero en esta ocasi¨®n no trae buenas noticias: el IPC ha registrado su menor avance en 50 a?os con un alza del 0,8%, lo que ha dejado a los jubilados sin la habitual paga por la correci¨®n de los precios, mientras la falta de acuerdo en la negociaci¨®n colectiva ha privado a muchos otros de la tradicional revalorizaci¨®n de los salarios. Adem¨¢s, por si esto fuera poco, la pr¨®xima n¨®mina tambi¨¦n ser¨¢ la primera que recoger¨¢ la supresi¨®n de la deducci¨®n de 400 euros del IRPF, lo que en resumen significa cobrar unos 33 euros menos de media al mes en plena cuesta de enero.
El a?o se ha estrenado con aumentos en el precio de la luz, los transportes p¨²blicos, el butano y hasta en los sellos de correos. Pero, a diferencia de lo ocurrido en ejercicios anteriores, lo que no suben son los salarios. Seg¨²n los c¨¢lculos del Gobierno, m¨¢s de 15,5 millones de trabajadores por cuenta ajena y pensionistas, as¨ª como 850.000 aut¨®nomos se han beneficiado de la medida durante los dos a?os que ha estado en vigor. Una ayuda que, aunque naci¨® sin fecha de caducidad, se ha acabado antes de lo previsto al ser incluida en la subida de impuestos que el Ejecutivo ha aprobado para hacer frente a la acuciante necesidad de reducir el alto d¨¦ficit p¨²blico, que ha cerrado 2009 rozando el 10% del PIB, seg¨²n cifras a¨²n no confirmadas.
A pie de calle, los primeros en darse cuenta de que la n¨®mina de enero ha venido algo m¨¢s delgada que de costumbre han sido los pensionistas, que no entienden c¨®mo es esto posible si el Gobierno publicita que las prestaciones han subido entre un 1% y un 3,5% en el ¨²ltimo a?o. La clave que explica su enfado, tal y como admiten desde Hacienda, es que mientras las subidas -en su mayor¨ªa del 1%- se aplican al conjunto de la pensi¨®n, el aumento de las retenciones que provoca el final de los 400 euros se nota exclusivamente en los ingresos netos, lo que arroja una rebaja de dos puntos en el dinero que finalmente se recibe en la cuenta del banco dependiendo de la base imponible de cada contribuyente. Recorte que, incluso, puede llegar a los tres puntos por el redondeo.
Promesa electoral
Hace ahora precisamente dos a?os, enero de 2008, Zapatero abr¨ªa, con mucha antelaci¨®n, la precampa?a de las elecciones del siguiente marzo con la promesa de devolver 400 euros a los contribuyentes para fomentar el consumo. Una idea importada del entonces presidente de EE UU, George W. Bush que no discriminaba y afectaba por igual a todo el mundo sin importar su nivel de renta. La proximidad de las urnas disuad¨ªa al Gobierno de hablar de crisis. A su favor contaba con que el Producto Interior Bruto crec¨ªa a un ritmo del 3,8% y con el colch¨®n de 23.360 millones de euros del super¨¢vit de 2007. Sin embargo, los signos de que se avecinaba tormenta eran evidentes tanto en cuanto la burbuja inmobiliaria se desinflaba a marchas forzadas y daba inicio la escalada del paro que no se ha detenido hasta la fecha.
A partir de entonces, la desaceleraci¨®n se convirti¨® en grave crisis, y de ah¨ª pas¨® a Gran Recesi¨®n. Y los 5.700 millones que el Estado dejaba de ingresar por la ayuda de los 400 euros al a?o se han vuelto ahora necesarios para hacer frente al importante deterioro de las cuentas p¨²blicas. Aunque no desaparece del todo, ya que se mantiene para los que cobren menos de 8.000 euros al a?o y se reduce progresivamente para los contribuyentes que ingresen entre esta cantidad y 12.000 euros.
?Y qu¨¦ ha pasado con el objetivo de impulsar el consumo con el que fue creada? M¨¢s bien poco. Los datos de contabilidad nacional reflejan que el gasto de las familias cay¨® un 1,1% en el tercer trimestre de 2008 frente al periodo anterior y un 1,3% interanual, marcando su primer retroceso en 16 a?os. Este periodo es clave si se tiene en cuenta que la deducci¨®n se empez¨® a cobrar en julio en una especie de paga extra de 200 euros con las cantidades pendientes desde su puesta en marcha a principios de aquel a?o. Adem¨¢s, tampoco influy¨® en los meses siguientes, ya que se mantiene en terreno negativo hasta la fecha.
Poco ahorro y mucho gasto
"Las reducciones impositivas ante la situaci¨®n que ten¨ªan los hogares era in¨²til. Por mucho que las animases no iban a consumir m¨¢s, porque ya gastaban por encima de sus posibilidades y ahorraban muy poco", sintetiza ?ngel Laborda, director del Gabinete de Coyuntura y Estad¨ªstica de Funcas, que por su parte rebaja a 4.514 millones de euros el impacto en las arcas del Estado. El principal efecto que han tenido los 400 euros, recuerda Laborda, ha sido llevar la tasa de ahorro de los espa?oles a m¨¢ximos hist¨®ricos, el 17,5%. Con su retirada, a?ade, se producir¨¢ el efecto inverso: una reducci¨®n del ahorro en tasas similares.
"Aunque tengo mis reservas", matiza el director del gabinete de la asociaci¨®n de las cajas de ahorros. El hecho de que la n¨®mina de enero aparezca este a?o sin subidas, salvo en las retenciones para pagar a Hacienda, puede ser que perjudique a la confianza de los consumidores, incidiendo a su vez en un m¨ªnimo recorte del gasto. Para el Ministerio de Econom¨ªa, sin embargo, ha servido para atenuar este desplome. "El consumo habr¨ªa sido incluso menos expansivo si no se hubiera tomado esta medida", reiteran.
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