Desahuciados de un futuro en Espa?a
Los bancos exigen deudas millonarias a miles de inmigrantes ecuatorianos en paro.- Accedieron a hipotecas con sueldos bajos e inestables
Comenz¨® como un goteo de desgracias, hace dos a?os. El sector de la construcci¨®n en Espa?a se empezaba a ralentizar tras una d¨¦cada de crecimiento vertiginoso. Al mismo tiempo, la banca espa?ola convenc¨ªa a todo el que tuviera cualquier tipo de ingreso de que era su oportunidad para comprarse una casa. Miles de inmigrantes vieron la posibilidad de cumplir el sue?o de su vida. Hoy, una monta?a de casos, recursos, papeles, y sobre todo desgarradores dramas personales, se acumula sobre la mesa de Iv¨¢n Cisneros, economista de la Coordinadora Nacional de Ecuatorianos en Espa?a (Conadee), que ayuda a inmigrantes ecuatorianos en Espa?a.
Cisneros lee despacio los cientos de cartas que sus compatriotas han ido remitiendo a la asociaci¨®n para pedir ayuda ante la imposibilidad de pagar cr¨¦ditos de los que muchas veces no conoc¨ªan las condiciones. Y se encuentran con una agresividad de los bancos espa?oles que no comprenden. Han perdido sus trabajos, mayoritariamente en la construcci¨®n o la hosteler¨ªa, y ahora, en el momento que dejan de pagar las cuotas porque no tienen ni para comer, es cuando se dan cuenta de la telara?a en la que se han metido. En Espa?a, la deuda de una hipoteca no se cancela con la entrega del inmueble. Hay que pagar la cantidad prestada al completo. Y ninguna tasaci¨®n de un piso hoy ser¨¢ tan alta como en los a?os en que compraron.
"Los bancos fueron inflexibles"
Cisneros relata c¨®mo sus compatriotas, sin ingresos, se encuentran con la imposibilidad de renegociar los cr¨¦ditos. Denuncian amenazas de que, tras echarles de su piso, les embargar¨¢n el sueldo, despu¨¦s embargar¨¢n a aquellos que les ayudaron asumiendo parte de la hipoteca, y despu¨¦s embargar¨¢n a los amigos que les avalaron. "Algunos vendieron propiedades en Ecuador para negociar. Pero los bancos fueron inflexibles".
El problema lleva meses extendi¨¦ndose de manera silenciosa. "Estamos ahora en la segunda oleada de agresividad de los bancos, cuando empiezan a ir a por los avalistas", explica Cisneros. Se encuentra casos asombrosos, como operaciones avaladas de forma cruzada. Es decir, el mismo intermediario vend¨ªa dos hipotecas, y para cumplir el m¨ªnimo de solvencia, hac¨ªa a cada propietario avalista del otro piso, con lo que una deuda estaba garantizada con otra deuda.
Otros desconoc¨ªan que su hipoteca ten¨ªa una cl¨¢usula suelo, que imped¨ªa que bajaran las cuotas mensuales con la bajada de los tipos de inter¨¦s. Los seis abogados que asesoran a Conadee no dan abasto. En Espa?a se van a ejecutar 180.000 hipotecas este a?o. Pero la particularidad de los inmigrantes de Latinoam¨¦rica es que apenas tienen una red familiar aqu¨ª para ayudarles en este caso. Pr¨¢cticamente es una condena a la exclusi¨®n social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.