Dos de los altos cargos de Renault acusados de espionaje manejaban cuentas en Suiza y Liechtenstein

El diario franc¨¦s Le Figaro revela hoy nuevos y determinantes datos sobre el caso de espionaje industrial en el que se ha visto envuelto el gigante automovil¨ªstico Renault. Apelando a fuentes de la investigaci¨®n, el peri¨®dico asegura que dos de los tres altos cargos suspendidos de empleo y sueldo el pasado 3 de enero acusados de pasar informaci¨®n sobre el coche el¨¦ctrico, regentan cuentas bancarias en Suiza y Liechtenstein. En esta ¨²ltima, el montante asciende a 130.000 euros. En la primera, a 500.000.

De acuerdo con las investigaciones de detectives privados contratados por la empresa en agosto -cuando una denuncia interna alert¨® a Renault sobre el incidente- estas cuentas han sido alimentadas por una sociedad china basada en Pek¨ªn, denominada Power Grid Corporation, especializada en la distribuci¨®n el¨¦ctrica. Para dificultar el rastro del dinero, ¨¦ste circul¨®, seg¨²n Le Figaro, antes de desembocar en las cuentas de estos altos cargos, por bancos de Shangai y de la isla de Malta. Por su parte, China niega cualquier implicaci¨®n de sus empresas. "Estas acusaciones son irresponsables y sin fundamento", asegura hoy el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei.

Un "sistema organizado para recoger datos"

Todav¨ªa falta por establecer la naturaleza misma de la informaci¨®n escamoteada. El n¨²mero dos de Renault, Patrick Pelata denunci¨® el s¨¢bado que su empresa se enfrentaba "a un sistema organizado e internacional para recoger datos". Pero luego a?adi¨® que los supuestos esp¨ªas industriales no hab¨ªan logrado hacerse ni con una "pizca tecnol¨®gica o estrat¨¦gica del veh¨ªculo el¨¦ctrico". Las fuentes que cita Le Figaro dudan de esta versi¨®n: "El constructor a¨²n no tiene una visi¨®n clara del conjunto de informaciones susceptibles de haber sido vendidas".

Los tres altos cargos han sido hoy citados en Renault para escuchar de qu¨¦ se les acusa y, con toda probabilidad, ser despedidos formalmente. Despu¨¦s, todo apunta a que la empresa denunciar¨¢ ante la justicia a los presuntos esp¨ªas. De esta forma, los servicios secretos franceses, que hasta ahora se han limitado a efectuar ciertas comprobaciones, tendr¨¢n las manos libres para involucrarse de lleno en el caso.