Las cartas de Ruiz-Mateos demuestran que enga?¨® a los inversores
"Los tiempos no est¨¢n para invertir, sino para recoger", dec¨ªa a la vez que ped¨ªa dinero al p¨²blico para supuestas adquisiciones. -El empresario quer¨ªa dinero "para seguir apoyando econ¨®micamente a la Iglesia"
Nueva Rumasa pidi¨® dinero a los inversores diciendo que se destinar¨ªa a compras. Las cuentas anuales de la primera empresa que emiti¨® pagar¨¦s, Carcesa, mostraban que al final una m¨ªnima parte de los fondos se destin¨® a ese fin, como desvel¨® EL PA?S. Pero adem¨¢s, la correspondencia de Ruiz-Mateos con los directivos del Banco Santander, hecha p¨²blica por la propia familia Ruiz-Mateos, demuestra que Nueva Rumasa no estaba en posici¨®n compradora pese a lo que dec¨ªa a los inversores .
Una carta fechada en febrero de 2009, el mes en que inici¨® su primera campa?a de pagar¨¦s, y enviada el director general de riesgos del Banco Santander, Javier Peralta, as¨ª lo muestra. "Estamos actuando con el m¨¢ximo inter¨¦s, incluso reduciendo precios para enajenar determinados bienes. Tenemos ya pr¨¢cticamente conseguidas operaciones de importancia, que solo falta el tiempo necesario para rematarlas ordenadamente", aseguraba Ruiz-Mateos.
En esa misma carta, dec¨ªa m¨¢s adelante: "Quiero tambi¨¦n que sepas que mucha de la publicidad y comentarios que de vez en cuando salen en los medios de comunicaci¨®n, sobre inversiones y puestos de trabajo, forman parte del "marketing" de cara a la opini¨®n p¨²blica, pues a la hora de la verdad, si lo analizas bien, cuando llevamos a efecto alguna operaci¨®n mercantil, es porque recibimos m¨¢s de lo que invertimos...".
Por si quedaba alguna duda sobre el enga?o, la siguiente frase es concluyente: "Los tiempos no est¨¢n para invertir, sino para recoger... a veces es bueno aparentar de cara a sostener un clima de confianza y seguridad ante nuestros proveedores y clientes", dec¨ªa en una copia a Peralta con copia a Bot¨ªn y a Alfredo S¨¢enz que la propia Nueva Rumasa ha hecho hoy p¨²blica.
A los inversores, en cambio, Nueva Rumasa les cont¨® otra historia: "Los fondos obtenidos por la emisi¨®n de pagar¨¦s se emplear¨¢n en la adquisici¨®n de empresas, teniendo en este momento en estudio la compra de varias sociedades que representan aut¨¦nticas oportunidades de negocio", dec¨ªa la documentaci¨®n entregada a quienes confiaron su dinero a Carcesa, la primera de las firmas que emiti¨® pagar¨¦s.
En otra de las cartas, esta fechada en julio de 2008, meses antes de pedir dinero a los inversores, agradec¨ªa a Emilio Bot¨ªn, el cr¨¦dito que el Santander le daba a sus empresas. "Con eso consigues: sostener e incluso incrementar el empleo, que podamos seguir apoyando econ¨®micamente a la Iglesia, que sigamos atendiendo a nuestras familias con sosiego y paz...". Bot¨ªn, seg¨²n Ruiz-Mateos iba a "pasar a la historia como el mejor banquero del mundo", le dec¨ªa.
La contraposici¨®n de lo que Ruiz-Mateos dec¨ªa al Banco Santander en privado con lo que aseguraba a los inversores a los que ped¨ªa su dinero provoca que los gestores de Ruiz-Mateos puedan ser acusados de estafa en caso de que dejen de devolver su dinero a los inversores que compraron sus pagar¨¦s. La familia Ruiz-Mateos ha asegurado una y otra vez que pagar¨¢ a los peque?os inversores.
"Emilio, por favor, no nos dejes caer"
Adem¨¢s de esta carta, la familia Ruiz-Mateos ha hecho p¨²blica correspondencia que intercambi¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos con otros directivos del Banco Santander, entre ellos su presidente, Emilio Bot¨ªn, y su consejero delegado, Alfredo S¨¢enz. Las cartas muestran los intentos desesperados de Ruiz-Mateos por alabar una y otra vez a Bot¨ªn y a Javier Peralta, director general de riesgos, para tratar de conseguir cada vez m¨¢s cr¨¦dito de la entidad financiera, a la que adeudan m¨¢s de 200 millones de euros.
Las cartas son en ocasiones estramb¨®ticas, como cuando creen que por haberle regalado a Peralta una imagen de la virgen patrona de Cuba y haber descubierto que esa era la tierra de su abuela interpretan que eso es un indicio de que "al l¨ªder Fidel Castro le queda poca vida", o cuando le env¨ªa a este mismo directivo "copia del estudio psicol¨®gico" que le ha hecho a su hijo Zoilo, o cuando le dice a Bot¨ªn: "Pese a lo mal que lo estamos pasando por la postura de tu banco quiero que sepas que hemos celebrado una misa en la capilla de mi casa pidiendo por tus intenciones para que consigas tus deseos".
"Por una vez te pido hagas un acto de humildad y recibas a mis seis hijos varones (inmejorables)", le dice en otra misiva a Bot¨ªn. De Peralta pasa de asegurar que era "inconmensurable" cuando el banco le daba cr¨¦ditos, a decir que "peor no lo ha podido hacer", cuando se neg¨® a seguir aumentando el riesgo.
Ruiz-Mateos tambi¨¦n pasaba del elogio desmedido a Bot¨ªn a usar con ¨¦l un tomo de amenaza. En junio de 2010 le da a entender que si el Santander le da cr¨¦dito, ¨¦l se retirar¨¢. "De lo contrario, (...) no tengo nada que perder, lo que ser¨ªa un grave error por tu parte, pues dejar¨ªas de ser el ombligo de oro del mundo y debes saber que los banqueros sois los m¨¢s odiados de la sociedad en la que vivimos", se?ala.
Casi todas las cartas est¨¢n escritas con ordenador, pero hay una manuscrita a la desesperada, fechada, con un tach¨®n, el 16 de febrero pasado: "Emilio, por favor, ?no nos dejes caer! Ser¨ªa horrible. De consecuencias inusitadas y adem¨¢s innecesario", concluye.
________________________________________
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.