El temor a la recesi¨®n tumba a Wall Street
El Dow Jones cierra la jornada con su octava ca¨ªda consecutiva, algo que no se ve¨ªa desde oto?o de 2008
Wall Street est¨¢ dominado por las dudas sobre la marcha de la econom¨ªa. Y eso provoc¨® que los tres ¨ªndices burs¨¢tiles de referencia en EE UU sufrieran fuertes ca¨ªdas, que se fueron apilando a lo largo de la sesi¨®n y que se aceleraron en la ¨²ltima media hora de la jornada. El Dow Jones cerr¨® perdiendo un 2,2%, lo que le coloc¨® por debajo de los 12.000 puntos. El S&P 500 se dej¨® un 2,55%. Y peor lo tuvo el Nasdaq, con un desplome del 2,75%.
El motivo es simple. Las pruebas de una contracci¨®n econ¨®mica se suceden, sin que se vea un catalizador que haga pensar lo contrario. O cuanto menos, la econom¨ªa de EE UU volvi¨® a mostrar esta ma?ana que le cuesta avanzar. El consumo, del que dependen dos tercios del crecimiento, sufri¨® en junio el primer paso atr¨¢s en casi dos a?os, al caer dos d¨¦cimas porcentuales el gasto, mientras el alza de los ingresos se desacelera.
El dato ech¨® un jarro de agua fr¨ªa sobre los mercados, que ya tuvieron problemas el lunes para digerir el frenazo en la actividad industrial y el pasado viernes el estancamiento que sufri¨® la expansi¨®n en el primer semestre. Los economistas de Moody's, entre tanto, empiezan a retocar sus previsiones para el resto del a?o y dicen que, como mucho, se crecer¨¢ un 3% entre julio y diciembre.
Es medio punto menos respecto a lo que preve¨ªan hace unas semanas. Pero el pesimismo crece en el parqu¨¦, donde suman ocho d¨ªas en negativo, algo que no se ve¨ªa desde octubre de 2008, tras el colapso de Lehman Brothers y de la aseguradora AIG. El dato de consumo, el m¨¢s d¨¦bil desde el fin de la recesi¨®n, sugiere que el crecimiento seguir¨¢ por debajo del potencial.
Y lo que es llamativo es que la ca¨ªda en el gasto se produce incluso cuando empez¨® a bajar el precio de la gasolina, lo que deber¨ªa haber dado m¨¢s margen a las familias para consumir el efectivo extra que tienen en el bolsillo en otros art¨ªculos. Es m¨¢s, el indicador revela que la presi¨®n inflacionista baj¨® gracias al abaratamiento del combustible en el surtidor.
Pero con los ingresos casi estancados, los estadounidenses optan por gastar menos y ahorrar m¨¢s. Es decir, como en Wall Street, en los hogares domina la cautela ante una situaci¨®n econ¨®mica que no invita a hacer grandes compras. Y el choque vivido en Washington para elevar el techo de la deuda no ayud¨® mucho a levantar los ¨¢nimos. Al contrario, min¨® la confianza.
Con el circo pol¨ªtico de la deuda concluido en el Capitolio, la atenci¨®n se dirige inevitablemente a la reuni¨®n de la Reserva Federal del pr¨®ximo martes. El margen de maniobra que tiene el banco central de EE UU es muy limitado, y el plan de recorte en el gasto p¨²blico amenaza con poner las cosas a¨²n un poco m¨¢s dif¨ªciles a una econom¨ªa con problemas.
Antes, el viernes, se conocer¨¢ el indicador de paro, que lleva tres meses seguidos subiendo. Para julio se espera la creaci¨®n de 50.000 empleos, poco si se tiene en cuenta que el mercado laboral lo integran 153,4 millones de personas. La contrataci¨®n en el sector privado se conocer¨¢ hoy y servir¨¢ para marcar el camino, aunque se trata de un ¨ªndice poco fiable.
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