Tumulto entre AOL y TechCrunch
Enfrentamiento abierto entre el fundador del blog tecnol¨®gico y los gestores de la puntocom, un a?o despu¨¦s de la integraci¨®n en el gigante de Internet
A Tim Armstrong se le acumulan los problemas. Y no solo porque las cuentas de AOL no terminen de cuadrarle ni de convencer a los inversores m¨¢s ansiosos. A las voces que circulan por Wall Street d¨¢ndole fecha de caducidad al frente del gigante de Internet, se le suma ahora un conflicto con el creador del popular blog tecnol¨®gico TechCrunch, un a?o despu¨¦s de adquirirlo.
La tensi¨®n es evidente, a tenor del tono del comentario hecho por Michael Arrington en la blogosfera. En siete p¨¢rrafos muestra dos opciones al m¨¢ximo jefe ejecutivo de AOL: o reafirma como prometi¨® la independencia editorial de la bit¨¢cora tecnol¨®gica o se la devuelve a los propietarios originales. Y si Armstrong opta por una opci¨®n diferente, Arrington amenaza con irse.
Fue el propio Arrington el que en septiembre del a?o pasado us¨® ese mismo espacio en Internet para justificar la venta de la puntocom a AOL. Entre otros argumentos dijo que le ayudar¨ªa a resolver importantes cuestiones t¨¦cnicas, de las que no tendr¨ªan que preocuparse a la hora de escribir. "M¨¢s habl¨¢bamos, m¨¢s ve¨ªa que era una combinaci¨®n perfecta", se?al¨® entonces.
El idilio tard¨® poco en convertirse en tumulto entre el blog y la matriz. Basta con fijarse en el post que colg¨® MG Siegler acusando a AOL de querer quitarse de encima a Michael Arrington, que dicho sea de paso es un conocido provocador. Por si no bastara, The New York Times se meti¨® en la pol¨¦mica publicando un art¨ªculo cuestionando la creaci¨®n de CrunchFund.
No solo est¨¢ en vilo la continuidad de Arrington en el reputado blog que cre¨®. El drama tambi¨¦n pone de relieve el problema de gesti¨®n que tiene AOL, y que muchos ve¨ªan venir ante el c¨²mulo de peque?os problemas, sobretodo de comunicaci¨®n interna y de egos. Y eso es una mala se?ala tanto para la compa?¨ªa como para el propio Tim Armstrong.
Como se?alaba la revista Fortune en un reciente art¨ªculo, Amstrong puede ser un rom¨¢ntico. Una especie rara en el mundo de los negocios. Y con esta actitud quiso resucitar AOL y convertirla en la mayor compa?¨ªa de medios en la era digital, en el Disney del siglo Ventiuno. Pero ese romanticismo, apunta, se queda en nada si sus ideas no van acompa?adas de beneficios.
Y con ese prop¨®sito invirti¨® en TechCrunch, y en febrero en el Huffington Post. Los resultados del segundo trimestre muestran un incremento de los ingresos por publicidad del 5%. Pero es menos de lo que esperaban los inversores, que se comieron unas p¨¦rdidas de 11,8 millones de d¨®lares. Sus t¨ªtulos, entre tanto, se pagan a 15 d¨®lares, la mitad que el m¨¢ximo de abril de 2010.
Es fue cuando los inversores ten¨ªan esperanzas en la escisi¨®n de la puntocom del gigante Time Warner. Armstrong insiste que los frutos de su estrategia se empezar¨¢n a notar en 2013. Lo que no est¨¢ tan claro en este momento es si en ese proceso contempla sacarla del mercado burs¨¢til, otra de las voces que circulan por el parqu¨¦ neoyorquino desde hace d¨ªas.
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