Par¨ªs acepta que el banco malo de Dexia se quede en Francia

El ministro de Econom¨ªa franc¨¦s, Fran?ois Baroin, ha aceptado hoy que no habr¨¢ m¨¢s remedio que poner en marcha el desmantelamiento de Dexia, el banco semip¨²blico belga-franc¨¦s especializado en endeudar a los organismos locales mediante productos opacos y que est¨¢ en serias dificultades. Adem¨¢s, ha prometido que en breve las autoridades de ambos pa¨ªses dar¨¢n "una respuesta muy importante" a las entidades locales que temen por su financiaci¨®n.

Pese a las nuevas llamadas a la calma de Par¨ªs y Bruselas, el primer derrumbe bancario de la zona euro tras el estallido de la crisis de la deuda soberana ha provocado enorme inquietud entre los ahorradores belgas, que seg¨²n informa el diario econ¨®mico Die Tildt retiraron el martes 300 millones de euros de las ventanillas y dep¨®sitos del banco.

Par¨ªs asumi¨® con una extra?a calma aparente el nuevo salvamento de Dexia, un gigante del tama?o del BBVA que ya tuvo que ser rescatado en 2008 por su implicaci¨®n frontal en la fiebre de las hipotecas basura; Francia y B¨¦lgica perder¨¢n los 6.500 millones aportados entonces, y ahora deber¨¢n garantizar los cerca de 95.000 millones de activos problem¨¢ticos o t¨®xicos que se calcula mantiene el banco, que posee al menos 21.000 millones en bonos basura griegos.

Leve recuperaci¨®n en Bolsa

Mientras el t¨ªtulo rebotaba en Bolsa y ganaba un 9% a media sesi¨®n (al final ha cerrado con un leve repunte del 1,29% imposible a todas luces para enjugar el desplome del 22,4% de ayer), el ministro Baroin dio a entender que Dexia ser¨¢ partido en dos trozos, y que la actividad de pr¨¦stamo a los organismos municipales franceses ser¨¢ asumida por Par¨ªs a trav¨¦s de dos instituciones estatales, la Caja Francesa de Dep¨®sitos y la Banca Postal. "Ese es el camino m¨¢s serio", dijo Baroin a la radio RTL, "estamos trabajando en una soluci¨®n s¨®lida y estructurada, y esa parte es la que mejor conocemos".

Algunos medios hablaron de "liquidaci¨®n ordenada"; otros de "quiebra" y de "venta r¨¢pida de los activos sanos". Otros, como Le Monde, de muerte anunciada. "Dexia jug¨® un juego muy peligroso al incitar a regiones, provincias y ayuntamientos a avalar productos estructurados, es decir cr¨¦ditos complejos, opacos, aleatorios, especulativos", se?al¨® el editorial del diario.

Debate sobre el futuro de la triple A

Mientras tanto, se abr¨ªa el debate acerca de la influencia que tendr¨¢ la operaci¨®n en la calificaci¨®n de la solvencia francesa, que todav¨ªa es la m¨¢xima a la que puede optar un Estado (la triple A). El antiguo primer ministro socialista, Laurent Fabius, record¨® que lo m¨¢s inquietante es que Dexia "era en origen un banco peque?o llamado Credit Local que funcionaba muy bien", hasta que a sus dirigentes "les dio un ataque de desmesura y se compraron todo tirando de chequera; luego la coyuntura cambi¨® y se quedaron cerca de la quiebra". Fabius defini¨® as¨ª la situaci¨®n actual: "Estamos cogidos por el cuello. Y sin duda el Gobierno franc¨¦s se echar¨¢ la carga sobre la espalda, lo que implicar¨¢ que nuestra triple A no estar¨¢ c¨®moda".

El ex primer ministro fue desmentido por el gobernador de la Banca de Francia, Christian Noyer: "La intervenci¨®n no pondr¨¢ en riesgo la calificaci¨®n", asegur¨®, recordando que Francia ha invertido menos en el rescate de sus bancos de lo que puso Reino Unido para salvar a uno solo. Y lo mismo afirm¨® su hom¨®logo belga. Seg¨²n el ministro de Econom¨ªa, Baroin, el riesgo de que la deuda p¨²blica francesa aumente con el agujero de Dexia tampoco existe "porque Bruselas no contabiliza los avales a los bancos al calcular la deuda". Y las agencias estadounidenses recordaron que la nota no sufri¨® variaci¨®n en 2008 aunque el pa¨ªs hizo una masiva inyecci¨®n de 360.000 millones en sus bancos.

Los socialistas tampoco quisieron polemizar mucho, y recordaron que la quiebra de Lehman Brothers ha ense?ado que no se puede dejar morir a un banco sin contagiar a los dem¨¢s. El secretario general del partido de Sarkozy, la UMP, Jean-Fran?ois Cop¨¦, asegur¨® que Francia no dejar¨¢ caer jam¨¢s a sus bancos. Pero lo que nadie se atreve a calcular es lo que puede llegar a costar a los contribuyentes mantener esa voluntad de hierro.