El Gobierno italiano aprueba algunas de las reformas prometidas a la UE
El Consejo de Ministros aprueba adoptar m¨¢s medidas, que no detalla, en enmiendas a sus propios presupuestos.- El Gobierno baraja una amnist¨ªa fiscal para los morosos que pasen por caja
Sin un discurso claro ni cre¨ªble, amenazado por sus socios en el Gobierno, enemistado con su ministro de Econom¨ªa y cuestionado dentro y fuera de Italia, Silvio Berlusconi ya solo es capaz de tomar las medidas que le pide Bruselas bajo la presi¨®n directa del presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, quien ante la extrema gravedad de la situaci¨®n salt¨® ayer al terreno de juego. El Gobierno decidi¨® a ¨²ltima hora de ayer, en un Consejo de Ministros extraordinario muy tenso, no aprobar por decreto ninguna medida extraordinaria. Y a cambio introducirla en una enmienda a sus propios presupuestos, ahora en tr¨¢mite parlamentario.
En un escueto comunicado difundido al t¨¦rmino de una reuni¨®n de unas dos horas, la Presidencia del Gobierno se limit¨® a informar de la aprobaci¨®n de la "maxienmienda" al proyecto de ley de presupuestos para el a?o que viene que tramita ahora el Senado y a indicar que en ella se recogen "en el plano normativo los compromisos asumidos por el presidente Berlusconi" en la carta que present¨® ante sus socios comunitarios en el ¨²ltimo Consejo Europeo de Bruselas de la semana pasada, y que tiene intenci¨®n de llevar este jueves a la cumbre del G-20 en Cannes.
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Entre las medidas de las que los medios de comunicaci¨®n, citando fuentes gubernamentales, hablaban para una posible aprobaci¨®n este mi¨¦rcoles figuraba la privatizaci¨®n de algunas empresas p¨²blicas locales, as¨ª como la venta de parte del patrimonio inmobiliario del Estado. La semana pasada trascendi¨® que en la carta con reformas de Berlusconi para los l¨ªderes europeos estaba prevista la ampliaci¨®n de la edad de jubilaci¨®n de los italianos de 65 a 67 a?os o la introducci¨®n en la Constituci¨®n italiana de la exigencia del equilibrio presupuestario, como hizo Espa?a.
En un primer momento el Gobierno baraja la posibilidad de aprobar esas medidas m¨¢s urgentes en la forma de un decreto que entrara en vigor inmediatamente tras la firma del presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, antes de ser convalidado por el Parlamento. Pero fuentes del partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), explicaron que Napolitano hab¨ªa expresado reparos a la aprobaci¨®n
de un decreto con reformas que pudieran afectar a los derechos sociales, por lo que cobr¨® peso la aprobaci¨®n de una "maxienmienda" a una ley ya en tramitaci¨®n parlamentaria.
Napolitano, quien goza en Italia del respeto del que carece Berlusconi, cit¨® ayer a consulta en el palacio del Quirinal a diferentes l¨ªderes pol¨ªticos y a algunos miembros del Gobierno como el titular de Econom¨ªa, Giulio Tremonti. Aunque apenas hubo filtraciones, todo parece indicar que el presidente de la Rep¨²blica quiso saber de primera mano qu¨¦ apoyos mantiene el primer ministro y si ser¨ªa factible, como reclama la oposici¨®n, la constituci¨®n de un gobierno de emergencia. La situaci¨®n, ya de por s¨ª complicada, termin¨® de emborronarse cuando Umberto Bossi, l¨ªder de la Liga Norte y socio de Berlusconi, declar¨® con su prudencia habitual: "Haremos la revoluci¨®n si se tocan las pensiones".
El clamor es general. A la debilidad de Italia se une la falta de credibilidad de su Gobierno. Berlusconi, obligado a pactar con unos y con otros para mantenerse en el poder -su ¨²nica garant¨ªa de que los jueces no logren alcanzarlo con los procesos abiertos-, ha dado muestras sobradas de no tener un plan para salir de la crisis. De hecho, es revelador que pese a las jornadas de v¨¦rtigo que est¨¢ viviendo el pa¨ªs ?se?alado por los expertos como el pr¨®ximo a transitar la senda de Grecia? ni ¨¦l ni Tremonti, ni nadie con peso en su Gobierno haya abierto la boca. Se trata de un Gobierno mudo, noqueado, a remolque de los acontecimientos, incapaz de hacer los deberes que por pasiva y por activa le viene reclamando Bruselas. Y, antes que Bruselas, los agentes sociales. Esta noche, el pa¨ªs solo miraba al Quirinal esperando la soluci¨®n que el presidente de la Rep¨²blica haya podido encontrar.
"Queremos agradecer a Napolitano", declar¨® Pierluigi Bersani, el secretario del izquierdista Partido Democr¨¢tico (PD), "por la atenci¨®n y el empe?o que est¨¢ demostrando en un momento crucial para el pa¨ªs". Tambi¨¦n acudieron a la cita informal con el presidente de la Rep¨²blica representantes del centro pol¨ªtico italiano. Pier Ferdinando Casini, l¨ªder de Uni¨®n de Centro, quien acudi¨® al Quirinal en compa?¨ªa de los representantes de Futuro y Libertad y de Alianza para Italia, explic¨® de forma muy clara la situaci¨®n: "Las medidas corren el peligro de transformarse en sacrificios in¨²tiles si no se quita el lastre principal: la falta de credibilidad de Berlusconi en la comunidad internacional". Traducci¨®n libre: Casini y el resto de los representantes pol¨ªticos estar¨ªan dispuestos a apoyar un Gobierno de emergencia, liderado por quien sea salvo por Berlusconi.
El ¨²nico bal¨®n de ox¨ªgeno para Berlusconi procedi¨® del administrador delegado de la empresa energ¨¦tica Enel (propietaria de la espa?ola Endesa), Fulvio Conti, quien, sin salirse de la petici¨®n general de medidas urgentes, advirti¨® de que en Italia ya "existe un Ejecutivo" y que debe ser ese Gobierno el que tome las decisiones.
El proyecto de ley de presupuestos para el a?o que viene se tramita actualmente en el Senado y est¨¢ previsto que se apruebe all¨ª entre el 15 y el 18 de noviembre pr¨®ximos para despu¨¦s pasar a la C¨¢mara de los Diputados.
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