En Espa?a un 20% de las viviendas est¨¢n vac¨ªas

Equipados con una mochila que guarda en su interior un dispositivo port¨¢til con l¨¢piz ¨®ptico, han salido a recorrer las calles de toda Espa?a m¨¢s de 5.000 agentes censales del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Su objetivo, recoger la informaci¨®n de los casi 26 millones de viviendas existentes, con la que se elaborar¨¢, primero, el Censo de Edificios y Viviendas y, despu¨¦s, el de Poblaci¨®n.

Una radiograf¨ªa para certificar el balance de la d¨¦cada en la que se infl¨® esa burbuja inmobiliaria cuyo estallido, hace ya cuatro a?os, sigue menoscabando las posibilidades de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola. Datos de un censo que dentro de unos meses, cuando sea debidamente depurado el trabajo de campo de los agentes, confirmar¨¢, de la forma m¨¢s aproximada posible, c¨®mo en ese periodo se han construido 4,6 millones de viviendas y se han comprado menos de 3. Despejando dudas sobre la cuantificaci¨®n del stock de viviendas nuevas sin vender, que trae de cabeza a promotores y, sobre todo, a las entidades financieras que prestaron el dinero para su construcci¨®n y corren el riesgo de no recuperarlo en su totalidad.

"Aunque las cifras de poblaci¨®n tienen prioridad, queremos que las de edificios y viviendas est¨¦n listas para ser publicadas antes de que acabe 2012", comenta el subdirector general de Estad¨ªsticas Sociodemogr¨¢ficas del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), Antonio J. Arg¨¹eso. Ser¨¢ el momento de conocer otro de los datos m¨¢s esperados, el de las viviendas vac¨ªas. Esas que ni son principales ni secundarias (habitadas de forma permanente o temporal) ni est¨¢n alquiladas, sino cerradas a cal y canto por sus propietarios.

Hace 10 a?os se contabilizaron 3,1 millones de viviendas vac¨ªas, el 15% de las censadas. Ahora, la cifra ser¨¢, sin duda, muy superior. Partiendo de esos 1,6 millones que siguen sin comprador y que, a efectos estad¨ªsticos, se considerar¨¢n vac¨ªas, al no estar ya en construcci¨®n, algunas fuentes consultadas se atreven incluso a se?alar que en Espa?a podr¨ªa haber ya entre cinco y seis millones de viviendas vac¨ªas, superando el 20% del parque inmobiliario residencial. Basta con cruzar los datos del catastro con los del padr¨®n para comprobar c¨®mo los primeros, en muchos casos, no encuentran su correspondencia con los segundos. Pura l¨®gica. No hay nadie residiendo.

"Saber si una vivienda est¨¢ ocupada o no es relativamente f¨¢cil, pero si est¨¢ vac¨ªa u ocupada de forma temporal ya resulta mucho m¨¢s dif¨ªcil, porque, ?c¨®mo saber si est¨¢ en uno u otro caso una vivienda de vacaciones, sin nadie que te informe?", se pregunta Arg¨¹eso ante tal eventualidad.

Para desvelar todas estas inc¨®gnitas hay que confiar en el trabajo que, desde hace un mes, est¨¢n realizando los 5.000 agentes censales. Labor realizada a trav¨¦s de la aplicaci¨®n inform¨¢tica desarrollada por el INE en la que se han volcado datos procedentes del catastro y de los padrones municipales.

"Ha sido un cruce laborioso. Con el catastro no hay problema, pero el directorio del padr¨®n puede no ser muy exacto, depende del control de los municipios para certificar que son ciertos los datos que aportan los ciudadanos sobre sus domicilios. Por eso estimamos que el 70% de los cruces es perfecto, y en algunas zonas c¨¦ntricas de las grandes ciudades puede llegar al 90%", se?ala Arg¨¹eso.

En esa primera fase, la del Censo de Edificios y Viviendas, el objetivo de los agentes pasa por comparar los datos volcados en la aplicaci¨®n con lo que se encuentre en el recorrido efectuado. Si son coincidentes, no hay mayor problema. Basta con seguir el esquema que marca la aplicaci¨®n para dar como correcto cada uno de los huecos (edificios o locales de un edificio). Si no, tendr¨¢ el agente que ver qu¨¦ huecos sobran o faltan para alcanzar una soluci¨®n.

Algunos datos son f¨¢cilmente localizables, a trav¨¦s del portero autom¨¢tico o con una simple mirada general desde el exterior. Otros, en cambio, no lo son tanto, como saber si la finca tiene escaleras independientes para acceder a las viviendas (derecha-izquierda o interior-exterior), si existen viviendas en la planta s¨®tano, si un piso est¨¢ o no vac¨ªo, o algunas otras curiosidades como el a?o de construcci¨®n del inmueble o si dispone de agua caliente central. En estos casos, recabar la ayuda del portero, conserje o cualquier vecino que se preste resultar¨¢ decisiva para el agente.

"Ah¨ª no vive nadie desde hace a?os", respond¨ªa hace unos d¨ªas un portero a un agente en Madrid, interesado por la raz¨®n de un buz¨®n abierto de cuyo interior sobresal¨ªan un mont¨®n de papeles publicitarios y alguna que otra carta. Se tratar¨ªa de un caso evidente de vivienda vac¨ªa. Pero, en otras ocasiones, los indicios no son tan evidentes, y, adem¨¢s, no se cuenta, en el momento adecuado, con esa ayuda de terceros.

A efectos censales se considera vivienda "todo recinto estructuralmente separado e independiente que, por la forma en que fue construido, reconstruido, transformado o adaptado, est¨¢ concebido para ser habitado por personas o, aunque no fuese as¨ª, constituye la residencia habitual de alguien en el momento censal", seg¨²n se especifica en el manual del agente. Si inicialmente lo fueron, pero ahora son espacios dedicados a otros fines, quedar¨ªan fuera del censo.

Hay cuatro tipos de viviendas familiares, las principales o residencias habituales, las secundarias u ocupadas solo de forma ocasional (vacaciones, por ejemplo), las vac¨ªas (sin ocupar en ning¨²n momento), y aquellas destinadas a alquileres sucesivos de corta direcci¨®n, el caso de un piso de estudiantes. No hay que confundirlas con un colegio mayor, que ser¨ªa clasificado como vivienda colectiva, asimilable a un convento, un hotel o una prisi¨®n. Residen colectivos pero sometidos a un r¨¦gimen com¨²n no basado en lazos familiares ni de convivencia.

En el trabajo de campo de esta primera fase, los agentes se topar¨¢n con una parte de la tarea que deber¨¢n abordar con posterioridad en el Censo de Poblaci¨®n y Hogares. Puede darse el caso de que, de forma aleatoria, al dar por correctos todos los huecos del edificio, la aplicaci¨®n puede requerir que se especifique su uso. Si se trata de una vivienda principal o se duda de si est¨¢ o no ocupada, el agente deber¨¢ entregar a su propietario (en mano, a trav¨¦s del portero o del buz¨®n) el sobre con el cuestionario censal, a cumplimentar de forma obligatoria.

Estas altas muestrales se unir¨¢n a los tres millones de viviendas cuyos propietarios han sido seleccionados previamente para una megamuestra que facilitar¨¢ los datos del 12% de la poblaci¨®n. Casi seis millones de ciudadanos cuyas respuestas servir¨¢n para extrapolar a nivel nacional c¨®mo son las viviendas y c¨®mo son las personas que las habitan.