"Hay que agarrarse a un clavo ardiendo"
Un joven, una mujer de 47 a?os y un empleado del sector de la publicidad que ha perdido su trabajo tras 24 a?os empleado describen la dif¨ªcil tarea de buscar un empleo ante una oferta cada vez m¨¢s reducida
Busca en el INEM, a trav¨¦s de portales de ofertas de empleo en Internet e incluso fuera de Espa?a. Eduardo Carranza tiene 24 a?os, el t¨ªtulo de Magisterio en el bolsillo y no encuentra ninguna salida laboral. "Es muy dif¨ªcil, hay que esperar y, por ahora, agarrarse a un clavo ardiendo", asegura. Entr¨® a formar parte de la larga lista de parados que hay en Espa?a el pasado mes de septiembre y desde entonces no ha dejado de buscar trabajo. "De lo que sea".
Vive con sus padres ("me encantar¨ªa irme, pero no puedo", dice) y consigue peque?as cantidades de dinero gracias a que imparte clases particulares. Agot¨® las prestaciones que ofrece el INEM y ahora quiere continuar form¨¢ndose para ser profesor de educaci¨®n especial, dando clase a ni?os discapacitados. En su intento por cobrar una n¨®mina a fin de mes, prob¨® suerte en Londres, de donde se tuvo que volver con las manos vac¨ªas.
David Cuadrillero tampoco cierra las puertas a marcharse de Espa?a. Este madrile?o de 27 a?os, sin embargo, no est¨¢ dispuesto a trabajar de lo que sea. Estudi¨® un m¨®dulo de montaje para cine y televisi¨®n con el que solo consigui¨® realizar unas pr¨¢cticas. Desde entonces, hace a?o y medio, piensa en irse al extranjero. Por eso estudia japon¨¦s y tiene previsto empezar clases de portugu¨¦s en febrero con la esperanza de conseguir un empleo en su sector en Brasil. "Puedo permitirme seguir con mi formaci¨®n y buscar trabajo solo en mi especialidad gracias a que mis padres me ayudan econ¨®micamente", explica.
No todo el mundo puede esperar a que llegue la oferta ideal, acorde con su preparaci¨®n. Dona Vargas tiene 30 a?os y lleg¨® hace dos desde Venezuela. Pese a tener un t¨ªtulo de auxiliar de jard¨ªn de infancia, trabaj¨® durante m¨¢s de a?o y medio cuidando a personas mayores. Desde entonces, tan solo ha tenido trabajos puntuales como limpiadora o camarera. "Me gustar¨ªa hacer un curso de cocina; todo se puede hacer con dinero, pero sin ¨¦l...", se?ala.
Busca trabajo a trav¨¦s de conocidos, pero no percibe ninguna ayuda estatal ni acude a cursos de formaci¨®n porque desconoce los tr¨¢mites necesarios: "Nadie me ha orientado". Cada mes, env¨ªa una peque?a cantidad de dinero a sus tres hijos, que actualmente viven en Per¨². "Si tuviera trabajo, me quedar¨ªa y los traer¨ªa a vivir conmigo, pero la cosa est¨¢ muy dif¨ªcil", indica. Se ha puesto una fecha l¨ªmite y en agosto regresar¨¢ a Venezuela en caso de que no consiga un empleo estable.
Los m¨¢s j¨®venes no son los ¨²nicos perjudicados por la coyuntura actual. Con 47 a?os, Silvia Abril lleva en el paro desde el pasado mes de mayo. Despu¨¦s de trabajar diez a?os en la hosteler¨ªa en M¨¢laga, decidi¨® volver a Madrid, ciudad en la que vivi¨® desde los cinco a?os tras llegar de Melilla. Busca una oportunidad laboral que todav¨ªa no ha aparecido. Tan solo ha cobrado un d¨ªa por un encargo puntual en Navidades: "Me llamaron para servir una comida de 400 personas en un restaurante".
Abril ha sabido adaptarse a las necesidades del momento y trabaj¨® tambi¨¦n en un laboratorio fotogr¨¢fico y en la secretar¨ªa de un bufet de abogados. Ahora busca un empleo en cualquier ¨¢mbito, preferentemente como camarera de piso. Durante los ¨²ltimos meses, particip¨® en el Plan Prepara, un programa de formaci¨®n propuesto por el anterior Gobierno que ha sido prorrogado a finales de diciembre por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Los parados que se beneficiaron de ¨¦l cobraban 400 euros al mes a cambio de comprometerse a acudir a los cursos. "Fui durante seis meses, pero ya acab¨¦", apunta.
Miguel Aponte trabaj¨® de forma continua durante los ¨²ltimos 24 a?os. Estudi¨® Publicidad y siempre ha encontrado un puesto en este sector. Desde hace un a?o, su situaci¨®n ha cambiado radicalmente. "Llevaba diez a?os en una agencia publicitaria que entr¨® en suspensi¨®n de pagos y me echaron", dice. A partir de ese momento, empez¨® a buscar trabajo aunque todav¨ªa no ha encontrado. "No hay posibilidades", indica dando voz a los millones de parados espa?oles.
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