Tercera huelga de los transportes p¨²blicos en Portugal en tres meses
Los sindicatos protestan por la reorganizaci¨®n del sector, muy endeudado y al borde de la quiebra
El metro de Lisboa se encuentra cerrado; los barcos que comunican la ciudad con los pueblos cercanos no zarpan. Los autobuses y los trenes se han visto mucho menos afectados, al menos en la capital, donde, con todo, los atascos son enormes debido a que la gente ha echado mano del coche para desplazarse al trabajo. ?stas son algunas de las consecuencias de la tercera huelga en los transportes p¨²blicos convocada en menos de tres meses convocadas por los sindicatos para protestar por la reorganizaci¨®n del sector (muy endeudado, al borde de la quiebra) impulsada por el Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho, que prev¨¦ privatizaciones, despidos y nuevos horarios laborales, entre otras medidas de ajuste.
La huelga llega, adem¨¢s, un d¨ªa despu¨¦s de que el transporte p¨²blico portugu¨¦s suba las tarifas, en algunos casos, como en algunos tipos de bonos en el metro de Lisboa, hasta del 20%. Ya en agosto subieron ya, lo que no ha evitado que el sector siga hundi¨¦ndose. Un billete normal de metro en Lisboa cuesta hoy 1,25. Uno de autob¨²s o tranv¨ªa, 1,75. Ninguna de estas tarifas ha subido ahora, pero s¨ª los bonos y los billetes combinados, que son los que m¨¢s utiliza la poblaci¨®n. El secretario de Estado de Transportes, S¨¦rgio Monteiro, ha recordado que estas subidas vienen obligadas por las imposiciones de la troika (FMI, Banco Central Europeo u Uni¨®n Europea) cuando, en mayo, prest¨® los 78.000 millones de euros para salvar de la bancarrota al pa¨ªs. ¡°Es la ¨²nica manera de salvaguardar el transporte p¨²blico¡±, a?adi¨®.
La reestructuraci¨®n no se quedar¨¢ s¨®lo en la subida de las tarifas: tambi¨¦n se suprimir¨¢n l¨ªneas y se reducir¨¢n los horarios. Todo para conseguir que los transportes p¨²blicos portugueses consigan no ser deficitarios en 2013. Algunos, como el metro de Lisboa o el de Oporto, seg¨²n apuntaba hoy el semanario Vis?o, no tienen ya ni siquiera acceso a un cr¨¦dito bancario y es la Direcci¨®n General del Tesoro portugu¨¦s la que tiene que inyectar directamente capital para evitar la quiebra.
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