Grecia aplaza de nuevo el pacto sobre los recortes pese a la amenaza de quiebra
Los l¨ªderes planean decidir hoy mi¨¦rcoles si aceptan un borrador del plan de rescate
A las escaramuzas entre los pol¨ªticos y los mercados que caracterizan la crisis griega (y despu¨¦s europea: todas las crisis europeas empiezan en los Balcanes) se suma cada vez con m¨¢s fuerza el desasosiego en las calles. La en¨¦sima huelga general en Grecia dej¨® ayer una imagen inquietante, con la quema de una bandera alemana, y de otra nazi, en los aleda?os del Parlamento. Entre 10.000 y 20.000 manifestantes protestaron en Atenas por otra ronda de despidos en el sector p¨²blico, una poda adicional de sueldos, pensiones y dem¨¢s tijeretazos propios de esta ¨¦poca. Ese descontento elev¨® la temperatura pol¨ªtica: el Gobierno del tecn¨®crata Lukas Papademos y la troika ¡ªla Comisi¨®n, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondos Monetario Internacional (FMI)¡ª no consiguieron cerrar un acuerdo para consagrar la nueva oleada de austeridad a cambio de un nuevo y multimillonario plan de ayudas. Los partidos griegos se resisten a tragar la amarga p¨ªldora, con los comicios a la vuelta de la esquina. Y Papademos se reuni¨® anoche de nuevo con la troika para intentar alumbrar un documento final, seg¨²n fuentes pol¨ªticas.
La incertidumbre est¨¢ lejos de remitir. El Ejecutivo filtr¨® un principio de acuerdo al atardecer con la troika, que llegaba despu¨¦s de incumplir media docena de fechas l¨ªmite. El pacto, un leve indicio de que pod¨ªa producirse alg¨²n avance, deb¨ªa ser refrendado anoche por socialistas, conservadores y ultraderechistas, los tres partidos presentes en el Ejecutivo. No hubo fumata blanca y las desavenencias forzaron a Papademos a posponer la reuni¨®n hasta hoy mi¨¦rcoles. Quedan cabos sueltos dentro de ese paquete de medidas para mantener las finanzas p¨²blicas bajo control. Y sin ese acuerdo la sombra de una suspensi¨®n de pagos en Grecia es alargada.
El habitual surtido de ultim¨¢tums procedentes de Par¨ªs, Berl¨ªn y Bruselas obliga a Papademos a convencer ya a los partidos de la necesidad de esa nueva cura de austeridad. Europa y el FMI exigen el apoyo sin fisuras de las tres formaciones del Gobierno para que las medidas no se desvanezcan tras los comicios de primavera. Pero en los pasillos del Parlamento, pol¨ªticos de todo signo se desmarcan a diario de esas medidas para desespero de Papademos y de unos l¨ªderes europeos que dan la impresi¨®n de estar a un paso de perder la paciencia.
Anoche poco se sab¨ªa del contenido de un borrador de medidas fiscales, salvo que habr¨¢ m¨¢s recortes: se barajan tijeretazos de 1.100 millones en el sistema de salud; 300 millones en inversiones; 300 millones en defensa ¡ªGrecia es el pa¨ªs europeo que m¨¢s gasta en ese cap¨ªtulo, en porcentaje de PIB¡ª, adem¨¢s de una rebaja del 20% del salario m¨ªnimo (unos 750 euros en 14 pagas, lo que equivale a 875 en 12) y de un porcentaje similar para las pensiones superiores a 1.000 euros y la eliminaci¨®n de una paga extra en el sector privado. Como colof¨®n, el despido de 15.000 empleados p¨²blicos.
Francia y Alemania presionar¨¢n adem¨¢s para crear una cuenta bloqueada que garantice a los acreedores de Grecia el cobro de los intereses de la deuda. El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, expres¨® su apoyo a esa iniciativa, que llega tras una pol¨¦mica propuesta alemana de crear la figura de un comisario fiscal europeo en Atenas.
La consolidaci¨®n fiscal ¡ªel eufemismo preferido en Europa para tratar de suavizar recortes de todo tipo¡ª es imprescindible para desencallar el nuevo rescate griego, v¨ªa pr¨¦stamos internacionales por importe de un m¨ªnimo de 130.000 millones. Y eso a su vez es b¨¢sico para cerrar la participaci¨®n de la banca en la reestructuraci¨®n de la deuda helena, ante la constataci¨®n de que la losa del abultado endeudamiento p¨²blico (unos 350.000 millones) es demasiado pesada. Papademos tambi¨¦n se reuni¨® con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, en sus siglas en ingl¨¦s), que representa a los acreedores privados en esta negociaci¨®n, para informales de los recortes.
A todo esto, la econom¨ªa griega se encamina hacia el cuarto a?o consecutivo de recesi¨®n. Y frente a esas cifras, declaraciones: ¡°Confiamos en llegar a un acuerdo¡±, dec¨ªa el Ejecutivo griego sobre el pacto necesario para que llegue dinero fresco a Atenas. El presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barroso, dej¨® para los medios una declaraci¨®n institucional: ¡°Queremos que Grecia siga en la eurozona¡±. Pero el peligro sigue al acecho. La eurozona ¡°no se hundir¨ªa¡± si dejase atr¨¢s a Grecia, afirm¨® la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea Neelie Kroes, en una demostraci¨®n m¨¢s de la ya tradicional cacofon¨ªa de voces en Bruselas.
La banca anglosajona ya ha puesto cifras a la tesis de Kroes: las probabilidades de que esa salida del euro ocurra son del 50%, seg¨²n un informe de Citi. Aunque no todo se reduce a n¨²meros: el descontento en las calles, quema de banderas incluida, no deja de aumentar. Y eso s¨ª es alarmante.
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