Seguimos en ello
la econom¨ªa espa?ola avanza, no en la generaci¨®n de PIB o empleo, pero s¨ª en las condiciones previas
Por el avance que public¨® el INE a finales de enero ya sab¨ªamos que el PIB generado en el cuarto trimestre del pasado a?o hab¨ªa sido inferior en tres d¨¦cimas porcentuales al del trimestre anterior (-1,2% en tasa anualizada, que es como se expresar¨¢n las variaciones porcentuales en adelante). Es el mismo retroceso que ha experimentado el PIB del conjunto de la zona euro.
Esta semana hemos conocido el detalle completo de las cuentas, y aunque los distintos agregados y magnitudes han ido en la direcci¨®n prevista, ha sorprendido la profundidad de la ca¨ªda de la demanda interna (-6,8%), que en gran parte se ha compensado por una aportaci¨®n positiva de la demanda externa neta tambi¨¦n muy elevada (5,6 puntos). Ning¨²n componente del PIB se ha librado de fuertes retrocesos, destacando la inversi¨®n en capital fijo (-16%). Incluso las exportaciones, el motor de la t¨ªmida recuperaci¨®n de 2010 y primera mitad de 2011, han sufrido un severo recorte (-6,1%), al igual que vemos en la mayor¨ªa de econom¨ªas del planeta. La aportaci¨®n de la demanda externa ha provenido, por tanto, del hundimiento de las importaciones (-23,4%). Son cifras que recuerdan las de los peores momentos de la recesi¨®n de 2008-2009.
La econom¨ªa avanza, no en la generaci¨®n de PIB o empleo, pero s¨ª en corregir desequilibrios
Por la EPA tambi¨¦n sab¨ªamos que en el ¨²ltimo trimestre se hab¨ªa destruido mucho empleo, y la contabilidad nacional lo confirma, con un retroceso del 6,2% de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. Las empresas y las administraciones p¨²blicas est¨¢n inmersas en un proceso de austeridad y mejora de la eficiencia, que se traduce en un ajuste a la baja del empleo por unidad producida, es decir, en un fuerte aumento de la productividad [gr¨¢fico superior derecho]. A corto plazo, esto es doloroso, pero debemos confiar en que a la larga robustece el aparato productivo y la rentabilidad de las empresas, que es la base para que alg¨²n d¨ªa, cuando se acaben de llevar a cabo los innumerables y profundos procesos de ajuste que est¨¢ realizando nuestra econom¨ªa, se produzca la recuperaci¨®n.
El aumento de la productividad es parte ¡ªla principal hasta ahora¡ª de lo que se denomina devaluaci¨®n interna, es decir, el proceso de restablecimiento de la competitividad perdida hasta 2008, que ahora no puede hacerse mediante el procedimiento tradicional de la devaluaci¨®n del tipo de cambio. La otra parte es la moderaci¨®n de los salarios nominales [gr¨¢fico inferior izquierdo]. Combinados, ambos elementos est¨¢n dando lugar a una correcci¨®n de los costes por unidad producida (CLU) mayor que la de nuestros socios monetarios. Este proceso est¨¢ inacabado y a¨²n va a llevar su tiempo, siendo de esperar que la ¨²ltima reforma laboral cambie los factores de correcci¨®n, es decir, que a partir de ahora el acento se ponga m¨¢s en la moderaci¨®n salarial que en la destrucci¨®n de empleo. En todo caso, los efectos a corto plazo de todo ello son de nuevo contractivos, pues reducen la renta disponible de las familias y retraen el consumo, como se ha visto en este trimestre.
La balanza de pagos ha pasado de un d¨¦ficit del 10% en 2007 al 1,5% en el ¨²ltimo trimestre de 2011
Aunque la inflaci¨®n de los precios del PIB, es decir, su deflactor, es moderada, los CLU var¨ªan muy por debajo de la misma, lo que implica que el segundo componente de dicho deflactor, el excedente por unidad producida, est¨¢ registrando aumentos importantes. Ello, m¨¢s que el aumento de la producci¨®n, o cifra de negocios, explica que el excedente bruto empresarial aumentara un 6,3% en 2011, notablemente por encima del PIB nominal (2,1%), mientras que las remuneraciones de los asalariados lo hicieran por debajo (-1%). Dicho de otra manera, la parte del pastel correspondiente a los salarios disminuye y la del excedente aumenta.
La mejora de la competitividad y, sobre todo, el fuerte ajuste a la baja del gasto interno est¨¢n dando resultado en la correcci¨®n de un desequilibrio que es la s¨ªntesis de todos los dem¨¢s, el de la balanza de pagos. De una necesidad de financiaci¨®n de cerca del 10% del PIB en 2007 se ha pasado al 1,5% en el ¨²ltimo trimestre de 2011. Aunque a¨²n no tenemos los datos precisos, podemos decir que con Europa ya estamos en super¨¢vit. As¨ª pues, la econom¨ªa espa?ola avanza, no en la generaci¨®n de PIB o empleo, pero s¨ª en las condiciones previas a ello, es decir, en la correcci¨®n de sus desequilibrios.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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