Los temporales vuelven a perder
Los expertos ven insuficientes las medidas para paliar la temporalidad La nueva reforma laboral vuelve a prohibir el encadenamiento de contratos eventuales
Mar¨ªa Jos¨¦ tiene 34 a?os y es m¨¦dica, aunque bien podr¨ªa trabajar en una gestor¨ªa laboral. Desde que termin¨® la residencia en el hospital Gregorio Mara?¨®n, en 2007, ha encadenado m¨¢s de 100 contratos temporales. "El m¨¢s largo de seis meses", apunta con resignaci¨®n. Siempre a sueldo de la Comunidad de Madrid. Mar¨ªa Jos¨¦ es m¨¦dico de familia y ha recorrido m¨¢s de una veintena de centros de salud. "He tenido contratos por un d¨ªa, me han ofrecido los d¨ªas de los moscosos que se cog¨ªan los m¨¦dicos con plaza", asegura Mar¨ªa Jos¨¦ que actualmente est¨¢ en paro y a la espera de que le ofrezcan otro contrato, aunque sea eventual.
La temporalidad es uno de los grandes problemas del mercado laboral espa?ol. La tasa de contratos eventuales supera en Espa?a el 25% mientras que en la OCDE es menos de la mitad (12%). El porcentaje se dispara entre los j¨®venes. Este fen¨®meno se ha bautizado como la dualidad del mercado laboral espa?ol: por un lado trabajadores indefinidos con una elevada indemnizaci¨®n; y, por otro, empleados eventuales con sueldos m¨¢s bajos y f¨¢ciles de despedir.
Por eso, uno de los grandes debates en las semanas previas a la aprobaci¨®n de la reforma laboral era determinar c¨®mo se atajaba este problema ¡ªcomo en todas las reformas anteriores¡ª. Pero el Gobierno popular apenas ha ofrecido soluciones, seg¨²n los expertos consultados. La nueva legislaci¨®n laboral recupera la prohibici¨®n de encadenar contratos temporales durante m¨¢s de 24 meses a partir del 31 de diciembre de 2012 (y no del 30 de junio de 2013 como dec¨ªa la ley actual).
"En realidad esto ya estaba hace seis meses", recuerda Javier Andr¨¦s, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Valencia, que recuerda que hasta el verano pasado ya exist¨ªa la prohibici¨®n de encadenar contratos eventuales, pero las empresas buscaban resquicios para evitarla. "Me cambiaban de centros de trabajo, me contrataban por d¨ªas o con objetivos diferentes", explica Mar¨ªa Jos¨¦.
La tasa de contratos eventuales supera en Espa?a el 25%
"La reforma laboral no tiene ninguna medida directa para luchar contra la temporalidad", opina Carlos Garc¨ªa Serrano, profesor de Fundamentos de Econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢. Algo menos tajante, pero en la misma direcci¨®n se muestra Javier Andr¨¦s: "No creo que la reforma laboral tenga un gran efecto sobre la temporalidad. Es posible que en una situaci¨®n de recuperaci¨®n econ¨®mica se rebaje".
La temporalidad naci¨® con la reforma laboral que el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez acometi¨® en 1984. Entonces se abri¨® una puerta que los posteriores Gobiernos han sido incapaces de cerrar. Actualmente, 93 de cada 100 contratos de trabajo que se celebran en Espa?a son temporales. ¡°Es muy caro despedir a un trabajador indefinido y muy barato despedir a un trabajador eventual¡±, dice Andr¨¦s. "Por eso", contin¨²a, "mientras existan contratos temporales, durante una recesi¨®n como la actual, las empresas van a utilizarlo".
Cuando la ministra de Empleo, F¨¢tima Ba?ez, present¨® la reforma aludi¨® al nuevo contrato para emprendedores con un despido de 33 d¨ªas, como una de las herramientas para acabar con la dualidad. "Con el nuevo contrato para los emprendedores puede ocurrir algo parecido a lo que sucedi¨® con el anterior para el fomento de empleo. Tiene un periodo de prueba de un a?o, muy largo, a partir del cual se puede despedir sin indemnizaci¨®n ni justificaci¨®n. Este contrato se puede utilizar como temporal", reflexiona Garc¨ªa Serrano, quien a?ade: "A lo mejor la temporalidad no disminuye, pero muchos indefinidos ser¨ªan como temporales".
Desde 2007 he encadenado m¨¢s de 100 contratos"
Javier Andr¨¦s admite que la nueva reforma ha reducido la brecha entre los temporales y los indefinidos. Considera que aproximar el coste de despido entre ambos contratos es un paso. "Se ha avanzado algo, pero de forma equivocada", se?ala este miembro de Fedea que defend¨ªa la necesidad de un contrato ¨²nico, con costes de despidos crecientes como soluci¨®n para reducir la temporalidad. La reforma laboral anterior aprob¨® un mecanismo para acercar los costes de despido. La indemnizaci¨®n de un contrato eventual es de ocho d¨ªas, la misma cantidad que pagar¨¢ el empresario a partir de 2015 si despide a un trabajador indefinido por causas procedentes.
Nadie discute que este tipo de contrataci¨®n ha sido el colch¨®n sobre el que ha reca¨ªdo el ajuste del mercado laboral. Durante el primer a?o de la crisis se destruyeron m¨¢s de 1,5 millones de puestos de trabajo, casi todos fueron temporales. Muchos de ellos en el sector p¨²blico. "Es sorprendente que desde los distintos Gobiernos se hagan reformas para acabar con la temporalidad y mientras se ve c¨®mo la temporalidad en el sector p¨²blico ha aumentado", indica el profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢, que se?ala al sector de la sanidad como uno en los que se usan "profusamente este tipo de contratos".
El problema de la temporalidad es que reduce la productividad. Como el trabajador solo va a estar un corto periodo de tiempo, las empresas no invierten en formaci¨®n. Javier Andr¨¦s explica que en Espa?a la productividad horaria del trabajador es muy baja. "Por eso le interesa trabajar m¨¢s horas". Como muestra, explica que en Alemania u Holanda se trabajan unas 1.700 horas por trabajador al a?o, mientras que los empleados espa?oles trabajan 2.000. "Lo ideal ser¨ªa un mercado m¨¢s eficiente, m¨¢s productivo", a?ade.
Garc¨ªa Serrano apunta soluciones para los eventuales: reducir las modalidades de contrato a cinco o seis. Garc¨ªa Serrano asegura que el 90% de los contratos temporales son por obra y servicio, por circunstancias de la producci¨®n y de interinidad. Adem¨¢s, propone modificar las cotizaciones sociales: subirlas para los temporales y reducirlas para los indefinidos.
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