Con nervios y al rescate
La l¨®gica interna sugiere que no se toma una decisi¨®n tan importante en una teleconferencia
Seg¨²n informan medios de comunicaci¨®n internacionales, Espa?a podr¨ªa solicitar el rescate bancario durante este fin de semana. Una teleconferencia entre los ministros de econom¨ªa y hacienda de los pa¨ªses de la Eurozona ser¨ªa suficiente para presentar la solicitud para utilizar parte de los fondos de que puede disponer el fondo de estabilidad europeo (EFSF por las siglas de European Financial Stability Facility y que a partir de 1 de julio ser¨¢ sustituido por el ESM o European Stability Mechanism).
No es la primera vez que se informa de un eventual rescate de Espa?a que, por ahora, a¨²n no se ha producido. Quiz¨¢ el m¨¢s espectacular de esos falsos rescates se produjo hace dos a?os por estas fechas cuando, con motivo de la presencia en Madrid del entonces director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, no menos de 200 medios de comunicaci¨®n de todo el mundo enviaron corresponsales a Madrid para cubrir el acontecimiento: supuestamente la entrevista del director del FMI con el presidente Zapatero se iba a aprovechar para anunciar la intervenci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. Como todo el mundo sabe, esa intervenci¨®n no se produjo.
Ante una informaci¨®n como esta, quien no tiene informaci¨®n secreta debe preguntarse por su l¨®gica interna y as¨ª evaluar si la toma en serio. El mi¨¦rcoles de esta misma semana el diario financiero m¨¢s influyente del mundo (el Financial Times) anunciaba en su web que se iba a producir una intervenci¨®n coordinada de los principales bancos centrales de todo el mundo. La informaci¨®n carec¨ªa de l¨®gica interna: cuando los bancos centrales intervienen coordinadamente es o para apoyar a una moneda o para suministrar liquidez. Pero liquidez parece ser que es lo que sobra en estos momentos: los bancos de la Eurozona tienen depositados casi 800.000 millones de euros en el BCE y la banca de los EEUU acumulan un exceso de reservas en la Reserva Federal de un bill¨®n y medio de d¨®lares. En cuanto a las monedas, ninguna parece necesitada de ayuda, como no fuera el yen, para debilitarlo. La intervenci¨®n coordinada de los bancos anunciada nunca se produjo.
?Pasar¨¢ lo mismo esta vez?. La l¨®gica interna de la informaci¨®n lo primero que sugiere es esto: no se toma (o se comunica) una decisi¨®n tan importante en una teleconferencia o videoconferencia. Tampoco parece que est¨¦n resueltos los problemas de legalidad, sobre si los estatutos del EFSF le autorizan a prestar dinero directamente al FROB, que parece ser la v¨ªa que el gobierno preferir¨ªa si llegara la ocasi¨®n de pedir ayuda externa para los bancos espa?oles. Ni que se hubieran aceptado las exigencias del gobierno de una condicionalidad light (es decir, que las condiciones que se impusieran a Espa?a no implicaran una imposici¨®n de nuevas medidas de pol¨ªtica fiscal u otras; ni de vigilancia de cerca de lo que el gobierno hiciera) sino solo de vigilancia exterior de los bancos que recibieran la inyecci¨®n de capital con fondos del EFSF. Y as¨ª sucesivamente. Visto hoy parece todo muy precipitado: ni el FMI ni los consultores externos han dado a conocer sus respectivas cifras de las necesidades de capital de los bancos espa?oles. Solo las elecciones griegas del 17 de junio podr¨ªan aconsejar una acci¨®n precipitada y preventiva.
Tampoco los mercados est¨¢n dando se?ales de estr¨¦s excesivas, si se except¨²a la prima de riesgo. Ni de contagio: el ¨ªndice del miedo est¨¢ en 22 y cuando Lehman Brothers subi¨® a 90. No hay p¨¢nico ni ventas masivas.
Nunca se sabe lo que puede ocurrir, por improbable que parezca, pero algunos medios de comunicaci¨®n, internacionales y prestigiosos, est¨¢n dando muestras de un nerviosismo descontrolado que ni siquiera se corresponde con el de los mercados, que es el que se supone que deber¨ªa provocar el suyo. Como si la mano se hubiese independizado del cuerpo. O las ansias de anticipar el futuro hubieran terminado por provocar el que se hable de ¨¦ste como si ya fuera pasado. Todo esto deber¨ªa conducir a la reflexi¨®n. Aunque nunca se sabe.
Juan Ignacio Crespo es analista financiero. Autor del libro 'Las dos Pr¨®ximas Recesiones'
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