Pol¨ªtica energ¨¦tica en tiempos de crisis
Sobran razones para recortar ya el exceso de retribuciones que siguen percibiendo las el¨¦ctricas
En Espa?a, al encender la luz, cada d¨ªa se pone en marcha un contador virtual que reconoce al suministro de las empresas el¨¦ctricas una retribuci¨®n excesiva que no puede luego cobrarse aumentando unas tarifas que son de las m¨¢s elevadas de Europa. Por ello, se va acumulando un d¨¦ficit el¨¦ctrico, que podr¨ªa llegar este a?o a 30.000 millones de euros, cuyos principales damnificados no son las cinco grandes empresas el¨¦ctricas, que pueden financiar y titulizar el d¨¦ficit con el aval del Estado y hasta repartirlo como dividendo, sino los consumidores, que adquieren la obligaci¨®n de pagarlo en los pr¨®ximos 15 a?os.
No es de extra?ar que la prioridad del Gobierno sea ¡°atajar el d¨¦ficit¡± y que a ello se dirijan sus primeras medidas, pero lo m¨¢s importante es identificar correctamente los componentes a cambiar.
1. Revisar el contador del d¨¦ficit. El d¨¦ficit se genera porque hay un exceso de retribuciones reconocidas, tanto por el mercado de precios de la energ¨ªa como por los ingresos regulados que adicionalmente reciben las centrales convencionales y la producci¨®n renovable, as¨ª como por la remuneraci¨®n del transporte y la distribuci¨®n.
Todas ellas son las causantes del d¨¦ficit, por lo que este no puede achacarse b¨¢sicamente al sobrecoste de las energ¨ªas renovables como hacen las empresas el¨¦ctricas, ya que, desde que entr¨® en vigor la Ley El¨¦ctrica, las actividades liberalizadas tambi¨¦n han recibido ingresos regulados en cuant¨ªa muy superior (1,6 veces) a las renovables.
Hay que afrontar la desaparici¨®n del d¨¦ficit el¨¦ctrico con el mismo vigor que el presupuestario
Para reducir el d¨¦ficit hay, por supuesto, que revisar muchas retribuciones reguladas, pero para atajarlo es imprescindible cuestionar tambi¨¦n los ingresos reconocidos en funci¨®n del precio de mercado. Entre estos, los de mayor cuant¨ªa, seg¨²n el an¨¢lisis riguroso efectuado por Economistas Frente a la Crisis, son los beneficios no justificados que est¨¢n obteniendo las empresas desde 2005, por el elevado margen entre los precios de mercado percibidos por las hidr¨¢ulicas y nucleares y sus ¨²nicos costes remanentes que son los variables. Ello constituye un claro ejemplo de beneficios inesperados causados por un cambio de regulaci¨®n, con un valor estimado desde 2006 hasta 2011 de 16.000 millones de euros, sin que tenga ninguna consistencia el pretexto de sus propietarios de no haber completado su amortizaci¨®n, ya que solo indicar¨ªa que han dedicado los ingresos a otros fines.
Por tanto, dicha sobrerretribuci¨®n, que debi¨® haber sido eliminada en 2006, debe desaparecer ahora sin m¨¢s dilaci¨®n, pues no ser¨ªa de recibo que, en la presente situaci¨®n, las el¨¦ctricas fueran las ¨²nicas que no contribuyeran a la salida de la crisis. Ello no lesionar¨ªa su seguridad jur¨ªdica, al no alterar sus expectativas de ingresos cuando realizaron sus inversiones, y, en cambio, vela por la seguridad jur¨ªdica de los consumidores, que solo estaban obligados antes de la Ley El¨¦ctrica de 1997 a retribuir las inversiones con un margen muy inferior al hoy obtenido por las el¨¦ctricas.
Al d¨¦ficit contribuyen tambi¨¦n los 3.396 millones de euros de Costes de Transici¨®n a la Competencia (CTC) que la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa estima han cobrado en exceso las el¨¦ctricas, as¨ª como el procedimiento de titulizaci¨®n del d¨¦ficit, que hay que cambiar para que su sobrecoste de 5.000 millones de euros no sea soportado por los consumidores, bien porque vuelva a ser responsabilidad de las empresas o, en caso de gestionarlo el Estado, paguen ellas los gastos de colocaci¨®n y el descuento financiero por adelantar su cobro.
Adem¨¢s, hay que eliminar otros ingresos ocasionados por la forma de determinar algunos precios de mercado. Por ejemplo, regulando el precio ofertado por centrales con funcionamiento imprescindible, para impedir que lo hagan a precios abusivos (a veces, m¨¢s de 1.000 euros/MWh) y tambi¨¦n eliminando los sobreprecios que pagan los consumidores por la fijaci¨®n de la Tarifa de ?ltimo Recurso.
Hay tres objetivos prioritarios: mejorar la eficiencia energ¨¦tica, reducir la dependencia del petr¨®leo y promover las energ¨ªas renovables
En resumen: sobran razones para recortar ya, sin m¨¢s dilaciones, el exceso de retribuciones que siguen percibiendo las el¨¦ctricas, utilizando transitoriamente t¨¦cnicas jur¨ªdico-fiscales no recurribles, hasta establecer por ley una nueva regulaci¨®n global.
2. Crisis y pol¨ªtica energ¨¦tica. Las sobreinversiones sin sentido en diferentes sectores causantes de la actual situaci¨®n econ¨®mica ¡ªaeropuertos sin aviones, viviendas sin vecinos, bancos sin pr¨¦stamos solventes¡ª se han dado tambi¨¦n en el sector energ¨¦tico ¡ªregasificadoras infrautilizadas o paradas, almacenamientos sin gas¡¡ª, en la generaci¨®n el¨¦ctrica, que est¨¢ liberalizada, sobre un tercio de la potencia instalada, lo que muestra el fracaso del actual mercado para asignar recursos eficientemente.
Lo que ahora se requiere es no solo ajustar a corto plazo el d¨¦ficit, sino visi¨®n estrat¨¦gica para enmarcarlo en una pol¨ªtica energ¨¦tica que salvaguarde la seguridad y sostenibilidad del suministro futuro y que tenga la ambici¨®n de apoyar la industrializaci¨®n y el crecimiento en Espa?a. Hay que afrontar la desaparici¨®n del d¨¦ficit el¨¦ctrico con el mismo vigor que el presupuestario y aprovechar que no hay que construir nuevas centrales t¨¦rmicas para efectuar otras inversiones que hagan m¨¢s eficiente el sector, a la vez que dinamicen y hagan m¨¢s competitiva la econom¨ªa espa?ola.
Entre esas inversiones, priorizar¨ªa tres: mejorar la eficiencia energ¨¦tica, promoviendo la rehabilitaci¨®n de edificios y el almacenamiento de energ¨ªa; reducir la dependencia del petr¨®leo, sustituy¨¦ndolo por biocombustibles, electricidad y gas, y en tercer lugar, promover m¨¢s eficientemente las energ¨ªas renovables.
Merece la pena detenerse en estas ¨²ltimas, que atraviesan tiempos de tribulaci¨®n en los que algunas actuaciones, mal planteadas y peor resueltas, no deber¨ªan ofuscar la conveniencia de apoyar un sector que no solo presenta muchas externalidades y ventajas comparativas en Espa?a, sino que va a seguir creciendo en el ¨¢mbito mundial, donde Bloomberg New Energy Finance proyecta que la actual inversi¨®n en renovables de 150.000 millones en 2010 superar¨¢n los 350.000 millones en 2030, en que estar¨¢n instalado 1 mill¨®n de megavatios e¨®licos (equivalentes a 1.000 centrales nucleares) y 1 mill¨®n de megavatios solares.
?C¨®mo podr¨ªa plantearse en Espa?a este apoyo? Efectuando peri¨®dicamente convocatorias acotadas en su cuant¨ªa, que introduzcan competencia de proyectos mediante subastas adjudicadas no solo al menor precio, sino por su innovaci¨®n tecnol¨®gica y planes de industrializaci¨®n.
Este nuevo sistema, que permitir¨ªa dar continuidad a los agentes m¨¢s competitivos, requiere un borr¨®n y cuenta nueva para liberar derechos sin desarrollar otorgados territorialmente, o reservas de conexi¨®n a red y replantear algunos proyectos especialmente onerosos con una negociaci¨®n que salvaguarde la debida seguridad jur¨ªdica.
Ese conjunto de inversiones prioritarias podr¨ªa financiarse mediante exacciones que gravaran el alargamiento de vida de las nucleares, comenzando por Garo?a, la regularizaci¨®n de las concesiones hidroel¨¦ctricas y las emisiones de combustibles y carburantes f¨®siles.
Con todo lo anterior se conseguir¨ªa aprovechar la experiencia y ventaja comparativa de nuestro pa¨ªs en energ¨ªas renovables para ser un agente activo en su desarrollo, de forma que, cuando su coste de producir electricidad iguale al de las centrales t¨¦rmicas, Espa?a disponga de tecnolog¨ªa propia, en vez de la habitualmente importada, y de una industria competitiva que contribuya al crecimiento y al empleo.
3. Hacia un nuevo sector energ¨¦tico. Conviene recordar el pron¨®stico del Jeque Yamani ¡ª¡°la edad de piedra no termin¨® por escasez de piedras, y la del petr¨®leo terminar¨¢, pero no por falta de petr¨®leo¡±¡ª para visualizar un sector energ¨¦tico diferente cuando se instaure la edad de la electrificaci¨®n con energ¨ªas renovables. Hablamos de un horizonte de 20 a?os, para el que hay que empezar ya a tomar decisiones, que no deber¨ªan ser frenadas por las grandes empresas el¨¦ctricas, que tendr¨¢n que asumir un marco de mayor competencia, por la generaci¨®n distribuida basada en renovables y la fusi¨®n de redes inteligentes con Internet. Esto har¨¢ posible que cada edificio produzca electricidad y la venda o la compre en cada momento seg¨²n el precio de su mercado local. ?Eso s¨ª que son mercados ¨²tiles a los consumidores!
Ese mundo que asoma ya en California, Tejas, Florida¡ donde son inteligentes m¨¢s de la mitad de los contadores instalados, contrasta con la situaci¨®n de Espa?a, donde la relaci¨®n de qui¨¦n necesita una nueva acometida el¨¦ctrica es de vasallaje feudal con la distribuidora local, a la que tiene que construir la conexi¨®n hasta su centro de transformaci¨®n y regal¨¢rsela luego. Esto es consecuencia de la reintegraci¨®n vertical de las grandes el¨¦ctricas, que generan y venden la energ¨ªa a sus clientes utilizando la informaci¨®n privilegiada de su filial de distribuci¨®n.
La desintegraci¨®n vertical de las actividades de red, llevada a cabo en el transporte, debe completarse en la distribuci¨®n, que, al ser un monopolio natural, es tambi¨¦n una actividad regulada que tiene que ser desempe?ada por operadores independientes de las productoras y comercializadoras.
Como conclusi¨®n: una distribuci¨®n independiente puede facilitar el desarrollo de las renovables y la implantaci¨®n de redes inteligentes que, junto con el recorte a la remuneraci¨®n de la generaci¨®n convencional, den lugar a un suministro el¨¦ctrico m¨¢s eficiente y a una industria competitiva.
Mart¨ªn Gallego, ingeniero de minas y economista, ha sido secretario general de la Energ¨ªa.
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