La caja que se mont¨® en el ladrillo
La antigua Caixa Catalunya se propuso construir cuatro millones de metros cuadrados de casas El control de riesgos depend¨ªa del ¨¢rea comercial
Las ferias inmobiliarias ya no son el coto privado de los promotores. Su historia de ¨¦xito queda ya muy atr¨¢s, y hoy los bancos, las nuevas grandes inmobiliarias, ocupan ese espacio. CatalunyaCaixa suele desembarcar a esos recintos con un arsenal de comerciales que llevan desde casas en el Pirineo catal¨¢n hasta segundas residencias en un megacomplejo en el Algarve portugu¨¦s. La sobrecarga de ladrillo fue uno de los motivos que llev¨® a la que fue la segunda caja catalana ¡ªfruto de la fusi¨®n de Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona¡ª a precisar una inyecci¨®n de fondos p¨²blicos de 2.968 millones de euros a trav¨¦s de cr¨¦ditos y capital y a su nacionalizaci¨®n el a?o pasado.
La intensa actividad promotora de la entidad, una estrategia de expansi¨®n territorial ligada a la concesi¨®n de hipotecas, una dependencia excesiva del mercado interbancario y un control de riesgos que fuentes cercanas a la entidad definen como "muy laxos" pusieron contra las cuerdas a la antigua caja. El lastre del inmobiliario todav¨ªa lastra la cuenta de resultados. El a?o pasado, Catalunya Banc registr¨® unos n¨²meros rojos de 1.335,2 millones de euros tras llevar contra los resultados unas provisiones extraordinarias de 1.505 millones para cumplir con los saneamientos exigidos por el Gobierno. Sin la carga del inmobiliario, dicen fuentes de la entidad, Catalunya Banc es rentable, puesto que este a?o prev¨¦ generar unos beneficios de 200 millones antes de las provisiones.
El 32% de las hipotecas se hab¨ªa dado por un importe superior al 80% del valor de tasaci¨®n de la vivienda que se financiaba
Los actuales gestores de la entidad ¡ªparticipada en un 89,8% por el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB)¡ª pretend¨ªan con esas provisiones dejar limpio su balance para seguir con su proceso de venta, que quer¨ªan cerrar en julio. Sin embargo, el Banco de Espa?a ha aplazado la subasta del banco hasta conocer sus necesidades exactas de capital. Fuentes del sector que han accedido al cuaderno de venta aseguran que los requerimientos son como m¨ªnimo de unos 5.000 millones de euros. Los actuales gestores, encabezados por Adolf Tod¨®, defienden que el 98% de los pr¨¦stamos t¨®xicos, que cifran en 12.000 millones de euros, se concedieron antes de 2008.
Siempre a la sombra del transatl¨¢ntico de La Caixa ¡ªla entidad incluso trat¨® de emular a la primera caja catalana con una cartera de participaciones industriales¡ª, la antigua Caixa Catalunya, controlada por la Diputaci¨®n de Barcelona y pilotada por Josep Maria Loza, se lanz¨® a la aventura inmobiliaria. En 2004, en plena efervescencia del ladrillo, Caixa Catalunya se hab¨ªa propuesto promover m¨¢s de cuatro millones de metros cuadrados en el arco mediterr¨¢neo y Madrid de la mano de promotores locales, con los que creaba sociedades en las que participaba en un 50% con su filial Procam. Entre sus socios est¨¢n Armilar, Jale y Prasa. Espa?a pronto le qued¨® peque?a y salt¨® a Portugal junto a Prasa para construir un macroproyecto residencial, prepar¨® el desembarco en Europa del Este y se ali¨® con Premier para levantar pisos en Par¨ªs.
Fuentes del sector explican que la estrategia global fue "desastrosa". Muchas de esas alianzas saltaron por los aires a medida que las promotoras iban encontr¨¢ndose en aprietos o solicitaban el concurso de acreedores. A veces por una "cuesti¨®n reputacional", dicen estas fuentes, la entidad compr¨® la mitad de las participaciones que ten¨ªa su socio. "Pasaron de tener el 50% del problema a tener el 100%", afirman estas fuentes. Y a su vez, a?aden, no solo se quedaban con suelo y pisos, sino tambi¨¦n con las deudas de la sociedad.
La entidad cerr¨® 2008 con la mayor tasa de morosidad del sistema, pasando del 1% al 5,28% en un a?o
La construcci¨®n de nuevas promociones ya era una forma de crecer: un nuevo barrio, una nueva oficina. Pero la caja se lanz¨® a una expansi¨®n a otras comunidades a base de prestar, en especial para hipotecas y promotores, en muchas ocasiones sin m¨¢s garant¨ªa que la revalorizaci¨®n que iba a experimentar ese inmueble. Entre 2003 y 2007 la entidad abri¨® unas 300 oficinas, sobre todo en Andaluc¨ªa, Madrid, la Comunidad Valenciana y Murcia. A la par, la entidad se volcaba en la concesi¨®n de cr¨¦ditos a promotores, a los que apenas se ped¨ªan recursos propios. Ese incremento del cr¨¦dito, de hasta el 30% anual, fue acompa?ado por un d¨¦bil control de riesgos, que, de hecho, depend¨ªa del ¨¢rea comercial. Por ejemplo, el 32% de las hipotecas se hab¨ªa dado por un importe superior al 80% del valor de tasaci¨®n de la vivienda que se financiaba. "En Caixa Catalunya hab¨ªa dos obras sociales, la de verdad y la de dar cr¨¦ditos sin pedir nada", dice un consejero.
Para rematarlo, los ¨®rganos de gobierno apenas controlaban esa actividad. En una entrevista reciente en 8TV, el expresidente de la caja Narc¨ªs Serra asegur¨® que cuando asumi¨® el cargo, en 2005, decidi¨® impartir clases de una hora a los miembros del Consejo de Administraci¨®n porque estos "no ten¨ªan preparaci¨®n para seguir las cuentas ni la evoluci¨®n de la caja". Serra y su antecesor, Antoni Serra Ramoneda, han criticado que las cajas se lanzaran a esa expansi¨®n, pero la justifican porque el resto hac¨ªa lo mismo. Narc¨ªs Serra, adem¨¢s, se?ala que esa euforia por el ladrillo empez¨® por el fiasco de la compra de la aseguradora de MNA, de la cual quiso resarcirse por la v¨ªa r¨¢pida.
El trabajo de la entidad hoy es hallar un comprador y tratar de mantener su marca comercial
Con el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera, la morosidad se dispar¨®. La entidad cerr¨® 2008 con la mayor tasa de morosidad del sistema, pasando del 1% al 5,28% en un a?o. En enero de ese a?o, Loza hab¨ªa abandonado la caja con una indemnizaci¨®n de 10 millones de euros. En su lugar lleg¨® el equipo encabezado por Tod¨®, quien tambi¨¦n gener¨® pol¨¦mica por una "prestaci¨®n posocupaci¨®n" de 3,55 millones.
La caja empez¨® entonces una pol¨ªtica de venta de inmuebles con fuertes descuentos, daciones en pago a sus clientes y la reorganizaci¨®n de todo el grupo inmobiliario para mantener a raya la morosidad. Consigui¨® frenar la escalada y, en julio de 2009, Tod¨® pilotaba la fusi¨®n con las cajas de Tarragona y Manresa, para lo que requer¨ªa una inyecci¨®n de 1.250 millones del FROB para empezar a sanearse. En una segunda tanda, el a?o pasado, recibi¨® 1.718 millones y fue nacionalizada. El trabajo de la entidad hoy es hallar un comprador y tratar de mantener su marca comercial. Y, claro est¨¢, seguir deshaci¨¦ndose de todo el ladrillo de su mochila.
La Generalitat ans¨ªa la integraci¨®n en el Sabadell
A pesar de que la fusi¨®n de cajas se materializ¨® en 2010, cinco a?os antes ya se ideaba una fusi¨®n de las tres cajas vinculadas a las diputaciones de Barcelona, Tarragona y Girona. Ese plan no cuaj¨®, y a la operaci¨®n se sum¨® Caixa Manresa, la entidad que ten¨ªa menos problemas. A pesar de que el Banco de Espa?a prefer¨ªa fusiones entre entidades de varias comunidades, combinando las sanas y las enfermas, la Generalitat presion¨® para mantener el m¨¢ximo de capacidad financiera en Catalu?a. Y aun as¨ª, las cajas Laietana y Pened¨¨s acabaron en la ¨®rbita de grupos de otras comunidades.
Hoy el devenir de CatalunyaCaixa es una de las principales preocupaciones de la Generalitat, que teme perder la que fue la segunda caja catalana. El Ejecutivo de Artur Mas y el empresariado catal¨¢n ans¨ªan, a la vez que alientan, una gran fusi¨®n entre la entidad y Banco Sabadell. Y, de hecho, el banco que preside Josep Oliu es una de las seis entidades que ha pedido informaci¨®n para una eventual puja por la entidad. Sin embargo, el Sabadell condiciona cualquier compra a la rentabilidad y la creaci¨®n de valor para el accionista.
CatalunyaCaixa es la principal interesada por hallar pareja de baile, con la aspiraci¨®n de mantener su marca comercial. A pesar de que sigue arrastrando una cartera problem¨¢tica anterior a 2008 que la ha llevado a requerir fondos p¨²blicos, la caja sostiene que sigue aumentando la captaci¨®n de recursos a la vez que contin¨²a zaf¨¢ndose de los inmuebles. "El proyecto, sin mochila inmobiliaria, es s¨®lido y viable. Prueba de ello es que en 2011, sin provisiones inmobiliarias, el margen ordinario de explotaci¨®n fue positivo, de 304 millones de euros", sostiene la entidad.
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