China, paso adelante; Espa?a, paso atr¨¢s

A finales de mayo, el primer ministro chino, Wen Jiabao, hizo una gira por cuatro pa¨ªses sudamericanos que ratific¨® la creciente influencia del gigante asi¨¢tico en la regi¨®n. En cada pa¨ªs firm¨® numerosos acuerdos de cooperaci¨®n. En Argentina se preve¨ªa que sellara uno sobre petr¨®leo, pero finalmente no lo hizo. Despu¨¦s de que el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner anunci¨® en abril que nacionalizaba el 51% de YPF que pertenec¨ªa a Repsol, la petrolera nacionalizada busca socios para explotar el yacimiento de Vaca Muerta y las petroleras estatales chinas figuran como candidatas.

La salida de Repsol y la hip¨®tesis de una alianza de YPF con una petrolera china tal vez simbolicen el retroceso de la hegemon¨ªa de Espa?a, con su crisis a cuestas, en Latinoam¨¦rica y el avance de la segunda econom¨ªa del mundo, que apenas desacelera su brutal crecimiento anual.

Wen aprovech¨® el viaje a la cumbre R¨ªo+20 para encontrarse con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y despu¨¦s visitar Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile. China y Brasil, dos de los cinco integrantes del grupo de potencias emergentes BRICS (junto a Rusia, India y Sud¨¢frica), firmaron un acuerdo para que sus bancos centrales se auxilien, en caso de agravarse la crisis financiera internacional, con el intercambio de yuanes por reales. Los pr¨¦stamos alcanzar¨ªan el equivalente a los 24.000 millones de euros y el convenio podr¨ªa ampliarse a los otros BRICS. ¡°Las naciones desarrolladas se encuentran en crisis. Los BRICS continuaremos expandi¨¦ndonos¡±, se esperanz¨® el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega. Este pa¨ªs, al igual que el resto de los pa¨ªses sudamericanos, reclama que el comercio con China no se base solo en un intercambio de materias primas por manufacturas. El gigante brasile?o, a diferencia de sus vecinos, tiene mucho m¨¢s que ofrecer y ha sellado un pacto para vender m¨¢s aviones Embraer al pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo.

En Uruguay, el presidente, Jos¨¦ Mujica, invit¨® a Wen a que las empresas chinas invirtieran en la construcci¨®n de un puerto de aguas profundas en la regi¨®n de Rocha, donde espera hallar petr¨®leo y gas para exportar al mundo. China no solo busca elevar el intercambio de bienes con Latinoam¨¦rica. Es el principal socio comercial de Brasil y Chile, el segundo de Argentina y Colombia, y ha subido al tercer puesto con M¨¦xico. No solo quiere invertir para controlar la propiedad de las tierras donde se encuentran los granos, los metales y los hidrocarburos. Tambi¨¦n anhela conseguir contrataciones p¨²blicas para sus empresas, un sector en el que compite con constructoras o fabricantes de trenes de Espa?a.

La salida de Repsol quiz¨¢s simboliza la p¨¦rdida de influencia en la regi¨®n de una Espa?a en crisis

En Argentina, Wen acord¨® que los bancos chinos de desarrollo y de cooperaci¨®n industrial prestaran 2.000 millones para la modernizaci¨®n de un ferrocarril de cargas que une Buenos Aires con el noroeste del pa¨ªs. El poder de influencia chino tambi¨¦n llega de la mano del cr¨¦dito. Los bancos chinos han prestado m¨¢s de 60.000 millones de euros a Latinoam¨¦rica entre 2005 y 2010, una cifra que supera a la suma de los desembolsados por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y EE UU en ese tiempo.

Por ¨²ltimo, el presidente de Chile, Sebasti¨¢n Pi?era, propuso que las compa?¨ªas chinas participaran de la subasta para construir un puente sobre el canal de Chacao para unir la isla grande de Chilo¨¦, en el sur del pa¨ªs, con el continente. De los 123.000 millones que Latinoam¨¦rica recibi¨® en 2011 como inversi¨®n extranjera directa, el 14% provino de Espa?a y solo el 1% de China, lo que demuestra que el gigante asi¨¢tico a¨²n tiene un largo camino para recorrer si quiere igualar al segundo inversor for¨¢neo en la regi¨®n, solo superado por EE UU.

Pero de las 20 principales fusiones y adquisiciones de la regi¨®n en las que participaron empresas de fuera del subcontinente en 2011, las chinas fueron compradoras en cinco casos (la qu¨ªmica Sinochem, en Brasil; Sinopec, en Argentina; la minera China Niobium, en Brasil; Noble, en la energ¨ªa brasile?a, y CIC, en los hidrocarburos de Trinidad y Tobago) y las espa?olas, solo en uno (Iberdrola, en Brasil). Entre las vendedoras no hab¨ªa chinas, pero s¨ª una espa?ola (Santander Seguros, en Brasil). El sector financiero espa?ol est¨¢ deshaci¨¦ndose de algunos activos latinoamericanos para recapitalizar sus matrices.

¡°La inversi¨®n espa?ola tiene problemas en algunos sectores. Hay ciertos procesos de desinversi¨®n, voluntarios o forzosos, como en Argentina o Bolivia¡±, observa el economista argentino Fernando Porta, que acaba de presentar el informe anual de inversiones extranjeras de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad). ¡°En ese contexto, la actividad china resalta notablemente. Pese a la desaceleraci¨®n, seguir¨¢ creciendo porque China busca aqu¨ª acceso a las materias primas e invierte en servicios para llevarlas, como los puertos. La tendencia de la inversi¨®n espa?ola depender¨¢ de c¨®mo se resuelva la crisis europea. Espa?a ha invertido en petr¨®leo, como China, pero tambi¨¦n en industria y servicios p¨²blicos. Ha diversificado m¨¢s. Pero puede que China empiece a invertir en manufacturas en M¨¦xico y Centroam¨¦rica ahora que los costes all¨ª se han emparejado con los chinos¡±.

El Gobierno de Pek¨ªn no solo busca materias primas; tambi¨¦n anhela contratos para sus empresas

Rafael Pampill¨®n, profesor de IE Business School, opina que Argentina y Bolivia ¡°han aprovechado la crisis de Espa?a¡± para nacionalizar sus empresas sin temor a grandes castigos. No suceder¨ªa lo mismo con China: ¡°Pek¨ªn puede tomar represalias comerciales por el tama?o de su mercado. Los pa¨ªses latinoamericanos necesitan que China les compre¡±. Sobre todo ahora que el mundo desarrollado est¨¢ en crisis y el gigante asi¨¢tico hace de contrapeso econ¨®mico. La crisis y la consecuente subida de la prima de riesgo soberano de Espa?a elevan los costes de financiaci¨®n de sus compa?¨ªas, a?ade Pampill¨®n. ¡°En cambio, los chinos tienen una econom¨ªa fuerte, las mayores reservas del mundo y capacidad para comprar activos sin problemas¡±.

China tambi¨¦n busca ampliar sus relaciones militares con la regi¨®n, y as¨ª es que ha donado armamento a Venezuela y Bolivia, ha compartido ejercicios con Per¨² y ha intercambiado visitas con Chile, seg¨²n observa Mladen Yopo Herrera, profesor de la Universidad de Santiago de Chile. Pek¨ªn adem¨¢s invierte en cooperaci¨®n tecnol¨®gica con Brasil, Venezuela o Bolivia. ¡°Pero la inversi¨®n china tambi¨¦n genera problemas¡±, reconoce Yopo Herrera. ¡°Se genera una relaci¨®n centro-periferia, materias primas por tecnolog¨ªa. Llegan mafias chinas. Hay controversias laborales y medioambientales, como la de la minera Shandong en Per¨²¡±, enumera.

El catedr¨¢tico chileno admite que las empresas espa?olas tambi¨¦n afrontan cuestionamientos a su reputaci¨®n en la regi¨®n, pero considera que seguir¨¢n firmes all¨ª. ¡°Espa?a sigue siendo un importante inversor en banca, energ¨ªa y telefon¨ªa. Sus filiales son altamente rentables y las mantendr¨¢n. Es verdad que sus empresas han tenido problemas porque est¨¢n en sectores conflictivos, estrat¨¦gicos o de servicios p¨²blicos. Los problemas no fueron por ser espa?olas. Las compa?¨ªas que act¨²an en esos sectores deben saber que los Gobiernos y la sociedad civil exigen ahora m¨¢s redistribuci¨®n de la riqueza. Eso tambi¨¦n le va a pasar a los chinos y a otros pa¨ªses emergentes como India, Rusia o Ir¨¢n, que est¨¢n atra¨ªdos por esta regi¨®n que ofrece mayor estabilidad pol¨ªtica que antes y crecimiento econ¨®mico pese a la crisis europea¡±, completa Yopo Herrera.

El principal peri¨®dico econ¨®mico de Alemania, Handelsblatt, public¨® hace unas semanas un art¨ªculo sobre la p¨¦rdida de influencia de Espa?a en Latinoam¨¦rica a prop¨®sito de las nacionalizaciones de Argentina y Bolivia. Se?al¨® que ning¨²n pa¨ªs de la regi¨®n se solidariz¨® con Madrid y record¨® que en la ¨²ltima cumbre iberoamericana de Paraguay en 2011 solo viajaron la mitad de los jefes de Estado. Un contraste con el inter¨¦s sudamericano por congraciarse con el jefe de Gobierno del r¨¦gimen de Pek¨ªn.