Exportar para salir de la crisis
Para cumplir los compromisos europeos, la reducci¨®n de salarios y las compras del sector p¨²blico deben ser apreciables
La crisis actual, que comenz¨® en 2008, se caracteriza por registrar una doble recesi¨®n en el producto interior bruto con un corto periodo intermedio de moderado crecimiento. Un aspecto que diferencia a la crisis espa?ola de la crisis de la Eurozona est¨¢ en las evoluciones de las demandas interna y externa (exportaciones netas: exportaciones menos importaciones). La agregaci¨®n de ambas demandas nos da el PIB. En la primera recesi¨®n, 2008-2009, la demanda interna espa?ola se deprimi¨® enormemente en todos sus componentes, llegando a tener una contribuci¨®n negativa al crecimiento del PIB de 8,3 puntos porcentuales, mientras que en la Eurozona la correspondiente contribuci¨®n negativa fue solamente de 4,1 puntos porcentuales. Fueron las exportaciones netas las que casi igualaron la magnitud de esta primera recesi¨®n en los PIB de ambas econom¨ªas, que con una contribuci¨®n negativa en la Eurozona aumentaron su recesi¨®n y con una contribuci¨®n positiva en Espa?a la aminoraron. Pero esta contribuci¨®n positiva se debi¨® principalmente a una ca¨ªda espectacular en las importaciones, mucho m¨¢s acusada que la ca¨ªda en las exportaciones. Sin embargo, como se argumenta a lo largo de este art¨ªculo, en una crisis como la actual es necesario que las exportaciones muestren un dinamismo mucho mayor como clave para poder salir de la ella.
Por los datos difundidos esta semana por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) sabemos que las caracter¨ªsticas c¨ªclicas de esta crisis son m¨¢s graves de lo que se hab¨ªa estimado inicialmente. Esta mayor reducci¨®n del nivel del PIB tiene consecuencias en el d¨¦ficit p¨²blico y, por tanto, en las posibilidades de alcanzar los objetivos marcados. En efecto, los ingresos p¨²blicos dependen del PIB, con lo que a un menor nivel de esta variable se producir¨¢n ¡ªmanteniendo los mismos tipos y tasas impositivos¡ª menos ingresos p¨²blicos. Sin embargo, un parte apreciable del gasto p¨²blico tiende a generarse independientemente del nivel del PIB, con lo que si dicho nivel es menor, el d¨¦ficit ¡ªen las condiciones mencionadas para los ingresos¡ª es mayor y de forma m¨¢s notoria en t¨¦rminos relativos sobre el PIB. Por tanto, para alcanzar los objetivos de d¨¦ficit ahora son necesarios mayores recortes de gasto y subidas de ingresos p¨²blicos.
La cuesti¨®n radica en que existe un proceso de realimentaci¨®n entre ingresos, gastos y d¨¦ficits p¨²blicos y el PIB. Por eso, el establecimiento de objetivos de d¨¦ficit p¨²blico susceptibles de ser alcanzados requiere que esos objetivos se determinen conjuntamente con predicciones sobre el PIB. Para ello es necesario un modelo econom¨¦trico global y realmente complejo que por el momento no parece tenerse.
Los recortes de gasto y aumentos de ingresos p¨²blicos tienen su manifestaci¨®n en la variable consumo p¨²blico de la contabilidad nacional
Como las discusiones macroecon¨®micas con la Comisi¨®n Europea van a durar a?os, no es tarde todav¨ªa para que el Gobierno espa?ol forme un grupo de expertos con reputaci¨®n internacional con el fin de construir un modelo que resulte apropiado para predecir el PIB junto con el establecimiento de un objetivo de d¨¦ficit p¨²blico. Acudir a las reuniones europeas aportando resultados s¨®lidos a partir de un modelo econom¨¦trico como el mencionado facilitar¨ªa el proceso negociador y a su vez aumentar¨ªa la credibilidad del pa¨ªs frente a los inversores extranjeros.
Los recortes de gasto y aumentos de ingresos p¨²blicos tienen su manifestaci¨®n en la variable consumo p¨²blico de la contabilidad nacional, que recoge el gasto en salarios y en compras de bienes y servicios de consumo en el sector p¨²blico. En el trienio de recesi¨®n 2008-2010 el consumo p¨²blico aument¨® a una tasa anual media del 3,7% frente a una ca¨ªda anual media del 1% en el PIB. Es decir, que las pol¨ªticas hacia el equilibrio presupuestario no tuvieron impacto en el consumo p¨²blico. Recientemente se ha negociado un objetivo de d¨¦ficit p¨²blico del 6,3% y del 4,5% para 2012 y 2013, respectivamente. Con ello, el Gobierno predice para 2012 una ca¨ªda anual media del PIB del 1,5% y del 4,8% en el consumo p¨²blico. Esta variable empez¨® a descender en el segundo trimestre de 2011.
En el primer semestre de 2012 la ca¨ªda trimestral media se ha moderado, lo que implica que los recortes presupuestarios que el nuevo Gobierno ha venido anunciando est¨¢n teniendo hasta el momento poco impacto en el consumo p¨²blico. As¨ª, para cumplir los compromisos europeos, la reducci¨®n de los salarios y compras del sector p¨²blico tendr¨¢ que ser muy apreciable ¡ªla magnitud depender¨¢ del aumento que registren los ingresos p¨²blicos con las nuevas tasas¡ª en este segundo semestre, con una media en las ca¨ªdas sobre el mismo trimestre del a?o anterior alrededor del 6,3%.
La tasa del paro podr¨ªa situarse a finales de 2013 por encima del 26,5%, con m¨¢s de seis millones de desempleados
El Bolet¨ªn de Inflaci¨®n y An¨¢lisis Macroecon¨®mico de la Universidad Carlos III utiliza modelos econom¨¦tricos para la predicci¨®n de todas las variables del cuadro macroecon¨®mico. Actualmente incluyen la restricci¨®n de que las predicciones de las tasas anuales medias del consumo p¨²blico se correspondan con las predichas por el Gobierno, ya que es quien mejor puede predecir dicha variable. Con ello se obtiene que el perfil del nuevo decrecimiento trimestral del PIB ¡ªca¨ªda de un trimestre sobre el inmediato anterior¡ª que comenz¨® en el cuarto trimestre de 2011 se ir¨¢ gravando en el segundo trimestre de 2012, siendo en la segunda mitad de 2013 cuando el PIB deje de decrecer con tasas trimestrales casi nulas.
Las predicciones anteriores suponen que el decrecimiento acumulado del PIB en 2012 ser¨¢ del 2,1% (¡À0,9) y del 0,7% (¡À 1,7) en 2013. En tasas anuales medias el PIB caer¨¢ en 2012 y 2013 sobre un 1,4% (¡À0,3) y 1,6% (¡À1,4), respectivamente, con lo que 2013 ser¨¢ un a?o m¨¢s de clara recesi¨®n econ¨®mica. En estas ¨²ltimas predicciones la demanda interna contribuir¨¢ negativamente en casi cuatro puntos porcentuales y las exportaciones netas tendr¨¢n una contribuci¨®n positiva algo superior a dos puntos porcentuales. De nuevo, aunque las importaciones registrar¨¢n ca¨ªdas anuales apreciables en el bienio comenzado este a?o, el crecimiento de las exportaciones ser¨¢ muy insuficiente para disipar la crisis.
Todo lo anterior tendr¨¢ su reflejo en la tasa de paro, que a finales de 2013 podr¨ªa situarse por encima del 26,5%, con m¨¢s de seis millones de parados. Lo cual supondr¨¢ un agravamiento muy importante de la situaci¨®n econ¨®mica de muchos espa?oles que no han participado en la generaci¨®n de la crisis.
Por comunidades aut¨®nomas se van a continuar registrando diferencias importantes en la magnitud de la recesi¨®n actual. As¨ª, el decrecimiento anual medio en el bienio 2012-2013 ser¨¢ superior al 2% en Asturias, Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Galicia. Por el contrario, en cada uno de dichos a?os el decrecimiento anual medio ser¨¢ inferior al 1% en Baleares ¡ªcon tasas ligeramente positivas¡ª, Canarias, Madrid, Pa¨ªs Vasco y La Rioja.
Las predicciones mencionadas reafirman lo apuntado al principio. La demanda interna va a continuar muy deprimida y llegar¨¢ a 2013 arrastrando seis a?os de tasas de variaci¨®n negativas, poniendo de manifiesto que la salida de la crisis tiene que venir por parte de las exportaciones. Es decir, resulta necesario que la Eurozona nos ayude firmemente a paliar los problemas financieros de la econom¨ªa espa?ola y que con ello fluya el cr¨¦dito en Espa?a, pero la recuperaci¨®n de la actividad econ¨®mica se tiene que producir a partir de la actividad de las empresas.
Es por ello necesario que se instrumenten pactos dentro de cada empresa para que con nuevos dise?os e innovaciones en los productos, en el proceso productivo, en la administraci¨®n y en los canales de distribuci¨®n, junto con una moderaci¨®n o incluso reducci¨®n de rentas, se pueda desarrollar una mayor actividad exportadora competitiva que genere ahorro para nuevas inversiones en innovaciones que multipliquen la acci¨®n exportadora. La gravedad de la situaci¨®n descrita requiere que esta reacci¨®n dentro de las empresas se desarrolle lo antes posible.
Antoni Espasa es director del Bolet¨ªn de Inflaci¨®n y An¨¢lisis Macroecon¨®mico de la Universidad Carlos III.
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