El pollo no enga?a: econom¨ªa y ret¨®rica del debate territorial

Aprovecho la oportunidad que me da este medio para precisar y ponderar puntos del art¨ªculo de mi realmente buen amigo ?ngel de la Fuente ?Cisne negro o pollo del mont¨®n? El d¨¦ficit fiscal catal¨¢n en perspectiva, publicado en estas mismas p¨¢ginas hace una semana. Vaya por delante mi agradecimiento, pues me halaga que uno de los mejores expertos en financiaci¨®n auton¨®mica se haga eco de mi art¨ªculo Balanzas fiscales y cisnes negros (La Vanguardia, 25/09/2012). Adem¨¢s, y como ah¨ª sostengo, ¡°es admirable que haya en Catalu?a personas que busquen evidencia que otros tienen m¨¢s d¨¦ficit fiscal y que ¡ªbien mirado¡ª ya estamos bien. Esto no pasa habitualmente en otros pa¨ªses, y nos ayuda a ser mejores. Gracias¡±. Eso.

Divido este texto en dos partes. Primero, trato sobre la econom¨ªa del debate territorial, y sugiero que la aportaci¨®n de ?ngel es redundante. Segundo, trato sobre la ret¨®rica del debate territorial, y afirmo que su aportaci¨®n es negativa.

La frase de mi art¨ªculo que suscita su inter¨¦s es ¡°ha devenido sabidur¨ªa convencional en Catalunya: que el d¨¦ficit fiscal de Baleares y Catalu?a (y Madrid, seg¨²n el m¨¦todo del beneficio) no tiene parang¨®n en el mundo desarrollado¡±. No s¨¦ d¨®nde ha le¨ªdo ?ngel que el d¨¦ficit fiscal de Catalu?a es el m¨¢s alto del mundo. Pues bien: todo su esfuerzo e ingenio para EE UU no consiguen encontrar un d¨¦ficit fiscal superior al balear, ni tampoco al catal¨¢n, como ¨¦l mismo confirma. Y su esfuerzo es redundante porque ¡ªen sustancia¡ª ya estaba hecho por Montasell y S¨¢nchez, y publicado desde julio (http://www20.gencat.cat/docs/economia/70_Economia_Catalana/arxius/PT_201201.pdf) Con id¨¦nticos datos, incluso elevan en d¨¦cimas el d¨¦ficit fiscal de Estados punta en EE UU. En su peor a?o, Nueva Jersey tiene el mismo d¨¦ficit fiscal que Catalu?a. ?Y publicado por la Generalitat!

Este trabajo tambi¨¦n informa sobre trabajos con c¨¢lculos homog¨¦neos y comparables en otros pa¨ªses. Hay m¨¢ximos de d¨¦ficit fiscal en porcentaje del PIB del 3,9% en el Estado de Australia Occidental, 4,4% en Flandes (B¨¦lgica) y 3,2% en Alberta (Canad¨¢). Siempre lejos del 8,7% de Catalu?a y del 14,2% de Baleares. Datos ya conocidos para los lectores de EL PA?S gracias al art¨ªculo publicado por Xavier Vidal-Folch (La independencia no existe, 25/09/2012).

En su peor a?o, Nueva Jersey tiene el mismo d¨¦ficit fiscal que Catalu?a

En un terreno especulativo, ?ngel plantea algunos supuestos sobre cambios en la composici¨®n territorial del presupuesto en EE UU y logra elevar el d¨¦ficit fiscal de alg¨²n Estado por encima del catal¨¢n, y siempre por debajo de Baleares. Pero lo de justificar la especulaci¨®n con argumentos como que en EE UU no existe sanidad p¨²blica... ?Si el gasto p¨²blico (que financia producci¨®n privada) en sanidad en EE UU es mayor que en Espa?a desde hace a?os! En 2011, el 7,1% del PIB; y el Gobierno federal gasta en sanidad el 5,7% del PIB, casi como todo el sector p¨²blico espa?ol. ?Sorpresa! Y qu¨¦ decir del hecho de que en 2005 (a?o comparado) el gasto central en Espa?a era el 26% del PIB y en EE UU el 19,62%... pero al extraer la Seguridad Social en Espa?a y la funci¨®n pensiones en EE UU el gasto federal all¨ª era el 15,2%, mientras que el central aqu¨ª era el 14,7%. Y es que el Gobierno federal gasta mucho (y mal) en sanidad, en defensa...

Tambi¨¦n a m¨ª me suscit¨® curiosidad ver qu¨¦ pasa con la tasa de retorno de los impuestos percibidos por el Gobierno federal/central (gasto central/ingresos centrales), al excluir la Seguridad Social. Como ¨¦sta tiene car¨¢cter muy contributivo, as¨ª aislamos en gran medida el gasto discrecional. Lo puedo hacer para 2004, con los datos del trabajo de Tax Foundation citado en mi art¨ªculo. Resultado: la tasa de retorno m¨¢s baja en EE UU es de Nueva Jersey, 62%. Para Catalu?a, la tasa de retorno ese a?o fue 50% (siete puntos mayor que la media catalana en 1986-2009, el 43%). Me faltan datos para Baleares, pero seguro que es menor.

Tambi¨¦n tengo un gr¨¢fico muy bonito, pero prefiero usar el espacio restante para tratar la ret¨®rica del debate territorial. Importa, porque si no podemos ponernos de acuerdo, ni tampoco comprendernos, al menos deber¨ªamos intentar entendernos. Y eso exige no enga?arnos sobre qu¨¦ estamos discutiendo de verdad.

?ngel inicia su art¨ªculo trazando un mapa mental basado en el uso del concepto expolio fiscal en la prensa catalana (como si fuese un¨¢nime, lo que no es cierto), y toma mi art¨ªculo como bot¨®n de muestra. ?Qui¨¦n va a simpatizar con un paradigma de lo del expolio fiscal? Como el suyo no es un texto acad¨¦mico (ni el m¨ªo), da igual el hecho de que nunca ¡ªy nunca es nunca¡ª he usado el t¨¦rmino expolio fiscal. En castellano, porque es err¨®neo. Expoliar significa ¡°despojar con violencia e injusticia¡± (Diccionario RAE), y el sistema existente ha tenido ¡ªhasta ahora¡ª apoyo estructural de la mayor¨ªa de electos al Congreso en Catalu?a. Pero en catal¨¢n espoliar significa ¡°desposeer a alguien de aquello que le pertenece¡± (Diccionari IEC). Aunque el empleo del t¨¦rmino en catal¨¢n me parece leg¨ªtimo (como expropiar no significa lo mismo que robar), siempre he preferido evitarlo tambi¨¦n, y uso saldo o desequilibrio fiscal (terminolog¨ªa habitual, por cierto). Son t¨¦rminos m¨¢s as¨¦pticos y menos susceptibles de ofender a quien ignora las diferencias entre conceptos de fon¨¦tica similar. Afortunadamente, esto sucede cada vez menos en Catalu?a, porque el sistema educativo proporciona un dominio razonable de catal¨¢n y castellano.

Lo ¨²nico claro es que la relaci¨®n no funciona. Y, llegados a este punto, es momento de tomar decisiones

A continuaci¨®n, se alude al suspenso de la l¨®gica que ¡ªseg¨²n parece¡ª sufrimos algunos cuando nos ataca el fervor patri¨®tico; mal este que debe ser exclusivo del noreste peninsular, donde perdemos la raz¨®n por motivos de identidad nacional. Por cierto, procede recordar (y de esto dejo expresamente fuera a ?ngel) que este es el argumento que algunos usan expl¨ªcitamente para decir que en Catalu?a falta libertad y no se dan condiciones democr¨¢ticas para votar. ??lguien se ha parado a pensar d¨®nde nos lleva este argumento?

Ya de salida, el viaje de rigor a los nacionalistas catalanes. Aplauso f¨¢cil, porque la palabra nacionalista tiene muy mala prensa en Espa?a. Excepto algunos perif¨¦ricos, es imposible encontrar quien se autodefina as¨ª; deben ser secuelas de lo de los Nacionales. Por mi parte, respeto al nacionalismo perif¨¦rico, pac¨ªfico y democr¨¢tico, a diferencia del nacionalismo que-no-es, acostumbrado este a imponerse por votos o contra ellos. Pero no confundo identidad nacional con nacionalismo: tengo muchos amigos con identidad nacional espa?ola que no son nacionalistas como para caer en tal error. ?ngel, dada mi identidad nacional catalana (cosa curiosa, dicho sea de paso, al haberme educado bajo el franquismo), me sit¨²a en un grupo imaginario de ¡°nacionalistas catalanes¡±. ?Qui¨¦n es aqu¨ª nacionalista?

Por este camino, no podemos ni entendernos.

Volvamos al principio. Alg¨²n d¨ªa igual sale alguna regi¨®n desarrollada con d¨¦ficit fiscal superior a Catalu?a ?Eso s¨ª, que el estudio sea homog¨¦neo y comparable, por favor! Pero para superar lo de Baleares¡­ Lo dicho: no se conoce todav¨ªa el parang¨®n del caso espa?ol (y sin necesidad de recurrir a las forales hasta aqu¨ª). Ya ven, el cisne negro es lo que est¨¢ por conocer, y el caso del d¨¦ficit fiscal de Catalu?a es muy conocido. Muy del mont¨®n no parece, no, aunque todo un se?or Pollo s¨ª.

No puedo acabar sin explicitar qu¨¦ me parece un d¨¦ficit fiscal superior al 8%. Ver¨¢n: en las relaciones carentes de respeto y basadas en el inter¨¦s material, todo lo recibido es poco y todo lo dado es demasiado. En tales casos, lo ¨²nico claro es que la relaci¨®n no funciona. Y, llegados a este punto, es momento de tomar decisiones.

Germ¨¤ Bel es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universitat de Barcelona.