Europa y EE UU juegan con fuego
La incapacidad de los pa¨ªses ricos para resolver sus retos amenaza con provocar una recesi¨®n generalizada. El impacto de la crisis de los pa¨ªses ricos se contagia hacia los emergentes


Dice un proverbio japon¨¦s que con la le?a prometida no se calienta la casa. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, desafi¨® ese refr¨¢n en septiembre. Prometi¨® quemar le?a sin l¨ªmite en los mercados y todos empezaron a sentir calorcito. Pero los que tienen que ir a buscar la le?a no se deciden. Tal vez est¨¦n jugando con fuego.
Desde Jap¨®n, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha pedido esta semana ¡°actuaciones urgentes y con coraje¡± en la zona euro, principal foco de preocupaciones de la econom¨ªa mundial. Pero no el ¨²nico. Los economistas del Fondo han pintado un panorama apocal¨ªptico si EE UU no aprueba un nuevo techo de deuda o cae en el precipicio fiscal, esto es, los dr¨¢sticos recortes de gasto y subidas de impuestos que entrar¨ªan en vigor de forma autom¨¢tica si un acuerdo pol¨ªtico no lo impide. Jap¨®n atraviesa una fase de inestabilidad pol¨ªtica y lleva renqueando desde hace 20 a?os (un plazo en el que el crecimiento medio anual ha sido del 0,8% y la inflaci¨®n acumulada, la de los 20 a?os juntos, es la misma que ha tenido Espa?a solo el mes pasado, el 0,7%). Y China no logra que la demanda interna tome el relevo de las exportaciones, golpeadas por el frenazo de las econom¨ªas desarrolladas.
Con ese panorama en las cuatro principales econom¨ªas mundiales, no es de extra?ar que el FMI concluya que ¡°los riesgos de una grave desaceleraci¨®n mundial son alarmantemente altos¡±, seg¨²n el informe presentado esta semana por su economista jefe, Olivier Blanchard, en Tokio, con motivo de la asamblea anual del organismo internacional.
Los t¨¦cnicos del Fondo a¨²n creen que las econom¨ªas emergentes lograr¨¢n salvar el crecimiento mundial, pero son conscientes del contagio: ¡°El bajo crecimiento y la incertidumbre de las econom¨ªas avanzadas est¨¢n afectando a los pa¨ªses emergentes y las econom¨ªas en desarrollo, a trav¨¦s de los canales comerciales y financieros, que se suman a sus propias debilidades¡±, seg¨²n Blanchard, que se remonta a 2009, el a?o de la Gran Recesi¨®n, para se?alar que, como entonces, ¡°el comercio exterior resulta ser un canal de contagio sorprendentemente poderoso¡±.
Blanchard, que esta semana ha provocado un peque?o terremoto en Jap¨®n con su estudio del efecto de los recortes en el crecimiento (mayor de lo que se pensaba en otros informes), lamenta que en la econom¨ªa mundial hay ¡°una sensaci¨®n general de incertidumbre¡± y que los riesgos extremos, como los relativos a la viabilidad de la zona euro o a que se cometan errores graves en la pol¨ªtica fiscal de Estados Unidos, contin¨²an preocupando.
El Fondo ha rebajado esta semana de nuevo sus previsiones de crecimiento para este a?o y el pr¨®ximo, aunque las mantiene por encima del 3% en el conjunto de la econom¨ªa mundial. ¡°El mayor cambio desde la asamblea de primavera es que el frenazo del crecimiento ya no solo afecta a las econom¨ªas desarrolladas, sino tambi¨¦n a los mercados emergentes, sobre todo en Asia¡±, enfatiz¨® Christine Lagarde, al referirse al estudio.
Adem¨¢s, el Fondo parte de una premisa que algunos analistas privados no ven tan clara: que la zona euro (¡°el epicentro de la crisis¡±, en palabras de Lagarde) arregle sus problemas sin demora y EE UU logre un acuerdo pol¨ªtico sobre el precipicio fiscal. El propio FMI lo admite: ¡°Si cualquiera de los dos supuestos cr¨ªticos acerca de las respuestas de pol¨ªtica no se cumpliera, la actividad mundial podr¨ªa deteriorarse dr¨¢sticamente¡±, admite el organismo.
La zona euro, peligrosamente cerca de la recesi¨®n
El riesgo est¨¢ ah¨ª: hay una probabilidad de cada seis de que el crecimiento mundial caiga por debajo del 2%, lo que supondr¨ªa una recesi¨®n en las econom¨ªas avanzadas y un crecimiento lento en las emergentes y en desarrollo. Hace solo seis meses, el FMI dec¨ªa que hab¨ªa una probabilidad de 1 entre 25. Y, en el caso de la zona euro, la probabilidad de una entrada en recesi¨®n es ya del 85%, seg¨²n el Modelo de Proyecci¨®n Global de los economistas del Fondo. Es decir, se da por hecha, cuando hace solo seis meses las posibilidades no pasaban del 50%. En realidad, aunque a¨²n no se conocen los datos, es posible que entre julio y septiembre se haya consumado ese segundo trimestre consecutivo de ca¨ªda del producto interior bruto (PIB). Le sigue Jap¨®n, con una probabilidad del 30% de entrar en recesi¨®n antes del primer trimestre del a?o pr¨®ximo y EE UU, con algo m¨¢s del 15%, seg¨²n estimaciones incluidas en el informe Perspectivas de la Econom¨ªa Mundial, elaborado por el Fondo.
El FMI calcula que la probabilidad de recesi¨®n en la zona euro es del 85%
¡°Una interrogante clave es si la econom¨ªa mundial est¨¢ solo atravesando una etapa de turbulencias adicional dentro de lo que siempre se hab¨ªa previsto como una recuperaci¨®n lenta y accidentada, o si la actual desaceleraci¨®n tiene un componente m¨¢s duradero¡±, se?ala el estudio.
Y la clave est¨¢ sobre todo en la zona euro. Lagarde reconoci¨® que hay ¡°buenas y malas noticias¡±. Las buenas son el paso al frente del Banco Central Europeo (BCE) para comprar deuda de aquellos pa¨ªses que pidan un rescate y se sometan a sus condiciones y la entrada en vigor del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Las malas, casi todas las dem¨¢s, como el acoso de los mercados a los pa¨ªses perif¨¦ricos, la fragmentaci¨®n financiera, la fuga de capitales, el agravamiento de la recesi¨®n en los pa¨ªses rescatados y los recurrentes retrasos en poner en marcha las decisiones, incluida la necesidad de que cada operaci¨®n del MEDE sea aprobada por varios Parlamentos. ¡°Es un compromiso entre eficacia financiera y democracia¡±, se?al¨® Lagarde. En uno de los m¨²ltiples actos paralelos a la asamblea del Fondo que se han desarrollado esta semana en Tokio, el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, abund¨® en esa idea: ¡°Los tiempos de los mercados no son los de la democracia. Las dudas y retrasos crean nerviosismo, volatilidad y preocupaci¨®n en los inversores¡±. A los mercados no les basta con las promesas. La le?a prometida no calienta la casa.
"Los tiempos del mercado no son los de la democracia", se?ala Noyer
Los banqueros centrales se han llevado la mayor parte de las flores en esta reuni¨®n del Fondo. El BCE, por su programa de compra de bonos, y la Reserva Federal y el Banco de Jap¨®n, por sus pol¨ªticas de est¨ªmulo. ¡°Los bancos centrales han actuado. Ahora les toca a los Gobiernos¡±, se?al¨® el responsable del ¨¢rea financiera del Fondo, el espa?ol Jos¨¦ Vi?als.
Vi?als subray¨® que los mercados deben percibir la posibilidad de compra de bonos por el BCE como algo real, no virtual. Los inversores desconfiar¨¢n si los pa¨ªses que lo necesitan no piden el rescate o quienes deben aprobarlo se resisten.
Mientras, el agravamiento de la recesi¨®n ha condenado a casi toda la periferia europea a una d¨¦cada perdida en t¨¦rminos de crecimiento econ¨®mico. ¡°M¨¢s que una d¨¦cada perdida, una d¨¦cada de ajustes. Es doloroso y necesario¡±, matiz¨® Peter Praet, economista jefe del Banco Central Europeo en unas jornadas que conmemoraban el 30? aniversario del IIF, el lobby de la gran banca mundial.
En esas mismas jornadas, el vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander, Alfredo S¨¢enz, alab¨® la nueva aproximaci¨®n del BCE a la posible compra de bonos soberanos y apost¨® por una mayor ¡°integraci¨®n europea¡±, en la que ¡°la uni¨®n bancaria debe ser el primer paso¡±. ¡°Es fundamental para crear una econom¨ªa europea m¨¢s fuerte y un sistema bancario m¨¢s resistente. Tenemos una hoja de ruta y debemos avanzar lo antes posible¡±, se?al¨®. Tras reconocer que ¡°la enfermedad espa?ola es grave, pero no letal¡±, S¨¢enz defendi¨® los grandes pasos que est¨¢ dando la econom¨ªa espa?ola para corregir sus desequilibrios y, en particular, el proceso de reestructuraci¨®n financiera, que est¨¢ llegando a su final y tras el que ¡°quedar¨¢n probablemente menos de 10 entidades relevantes y el sistema ser¨¢ m¨¢s fuerte, eficiente y competitivo¡±.
Sin crecimiento no baja la deuda y la deuda elevada frena el crecimiento
El FMI defiende con ah¨ªnco que Europa avance en la uni¨®n bancaria. Lo ha dicho Blanchard, lo ha dicho Vi?als, lo ha dicho Lagarde. Alemania parece tener menos entusiasmo. Su ministro de Econom¨ªa, Wolfgang Scha¨¹ble, tampoco parec¨ªa muy contento con la tesis del FMI de que los ajustes hacen m¨¢s da?o a la econom¨ªa de lo que se cre¨ªa. Cuentan los periodistas que le acompa?aban que cuando le preguntaron inicialmente qu¨¦ ten¨ªa que decir al respecto su respuesta fue tajante y brusca: ¡°Nada¡±. Luego, insisti¨® en su tesis con una comparaci¨®n: si hay que escalar una monta?a y empiezas a bajar, la monta?a ser¨¢ cada vez m¨¢s alta. Scha¨¹ble, por otra parte, intent¨® relativizar algo la importancia de la crisis del euro: ¡°Europa no es la fuente de todos los problemas en el mundo¡±, dijo en un acto que compart¨ªa con Lagarde.
EE UU y Jap¨®n, tambi¨¦n en el punto de mira
En realidad, el FMI est¨¢ de acuerdo con eso. El otro punto de mira apunta a EE UU. El director de Asuntos Fiscales del Fondo, Carlo Cotarelli, dej¨® claro que el ajuste del 4% del PIB que implicar¨ªa el llamado precipicio fiscal har¨ªa entrar a EE UU en recesi¨®n. Y si no se lograba autorizaci¨®n para aumentar el techo de deuda, ser¨ªa a¨²n peor, ¡°la madre de todos los precipicios fiscales¡±, con un ajuste del 8% para forzar una reducci¨®n del d¨¦ficit a cero de golpe.
Pero en EE UU (y tambi¨¦n en Jap¨®n) hacen falta, seg¨²n el Fondo, estrategias cre¨ªbles de reducci¨®n de la deuda a medio y largo plazo. Los baj¨ªsimos tipos de inter¨¦s que pagan estos pa¨ªses no est¨¢n garantizados para siempre. ¡°Las necesidades de renovaci¨®n de la deuda p¨²blica a¨²n son muy altas y exponen a los pa¨ªses a los caprichos de los mercados financieros¡±, sostiene Cotarelli. Y la deuda es enorme en todas las econom¨ªas avanzadas, lo que frenar¨¢ la recuperaci¨®n.
¡°Quiz¨¢ el mayor obst¨¢culo ser¨¢ la pesada herencia de deuda p¨²blica, con una media del 110% del PIB en las econom¨ªas avanzadas, la mayor desde la II Guerra Mundial¡±, se?al¨® este viernes Christine Lagarde. Se forma aqu¨ª un c¨ªrculo vicioso. Reducir la deuda p¨²blica es enormemente dif¨ªcil sin crecimiento, pero un alto nivel de deuda lastra ese crecimiento.
Alfredo S¨¢enz: "La enfermedad de Espa?a es grave, pero no letal"
Por ahora, los pa¨ªses desarrollados se llevan casi todos los tirones de orejas. A los emergentes les han dicho que no sean complacientes. ¡°Ya me gustar¨ªa que eso fuera lo que tuvieran que decirme a m¨ª¡±, bromeaba en Tokio el ministro de Econom¨ªa espa?ol Luis de Guindos. Espa?a sale con el segundo peor pron¨®stico de evoluci¨®n del PIB para el a?o 2013 de los 188 pa¨ªses miembros del organismo, una ca¨ªda del 1,3%, solo mejor que Grecia.
Pero lo cierto es que tambi¨¦n los pa¨ªses emergentes y desarrollados, como se?alaba Lagarde, han empezado a notar cada vez m¨¢s la amenaza del contagio en una econom¨ªa enormemente globalizada, donde las ca¨ªdas de consumo en Europa se traducen en menos exportaciones en China.
Que la crisis de los pa¨ªses desarrollados no termine de provocar una reca¨ªda mundial en la recesi¨®n depende en buena parte de lo que hagan las autoridades de Europa y Estados Unidos en los pr¨®ximos meses, es el resumen del diagn¨®stico que hace el FMI de la econom¨ªa mundial. ¡°La elecci¨®n hoy es entre tomar las medidas pol¨ªticas que sean necesarias, aunque sean duras, o retrasarlas una vez m¨¢s en la falsa esperanza de que el tiempo juega a nuestro favor¡±, sostiene Vi?als. ¡°No lo hace¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
