Estudie gratis en Harvard o Stanford
Las mejores universidades se lanzan a ofrecer cursos sin coste en Internet
Gratis, online y con el respaldo de algunas de las universidades m¨¢s prestigiosas del mundo. As¨ª son los cursos que est¨¢n arrasando en Internet y que prometen poner patas arriba el modelo tradicional de ense?anza de pago y presencial. Basta una conexi¨®n a Internet, algo de tiempo y ganas de aprender para apuntarse a un curso de Emprendedores en Stanford, de Historia Mundial en Princeton o de Psicolog¨ªa en la Universidad de Londres. El resto sale gratis.
La idea, conocida como cursos online masivos y abiertos (Coma o Mooc, en ingl¨¦s) lleva un tiempo en marcha, pero su popularidad ha explotado en los ¨²ltimos meses gracias al apoyo de universidades punteras de EE UU y al lanzamiento de nuevas plataformas como Coursera, que ofrece m¨¢s de 200 clases de 33 universidades. Otros proyectos, como edX, creado por el MIT y Harvard, VentureLab y Udacity, siguen los mismos pasos. En Espa?a, la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED) se acaba de subir al tren con UNED Abierta, su propia oferta de cursos gratuitos por Internet, lanzada la semana pasada.
¡°M¨¢s de 8.000 alumnos se han apuntado a nuestra plataforma en apenas cinco d¨ªas. De momento solo tenemos dos cursos, uno sobre comercio electr¨®nico y otro sobre open data, pero vamos a ir publicando m¨¢s cada mes. Est¨¢n pensados para estudiantes y profesionales que quieran cambiar de sector o seguir aprendiendo, y son completamente gratis¡±, explica Timothy Read, director de UNED Abierta, quien calcula que las clases requieren una dedicaci¨®n de entre dos y tres horas semanales durante tres meses.
?El futuro de la educaci¨®n?
¡°En 50 a?os solo quedar¨¢n en el mundo 10 grandes universidades de educaci¨®n superior¡±. Es la predicci¨®n que hizo recientemente Sebastian Thrun a la revista Wired. Respetado profesor en Stanford y creador de Udacity, la apuesta de Thrun puede ser interesada, pero describe bien el terremoto que la ense?anza online gratuita de calidad podr¨ªa suponer frente al modelo tradicional de universidades y escuelas de negocio de pago.
¡°El valor ya no est¨¢ en el contenido, eso est¨¢ cada vez m¨¢s disponible en la Red, gratis y de calidad. El valor est¨¢ en la interacci¨®n, sea online o en persona. Las universidades y escuelas de negocio tendr¨¢n que seguir aportando valor en lo ¨²ltimo¡±, dice Andrew, fundador de Coursera. ¡°Son modelos complementarios, no sustitutivos, pero el papel del docente s¨ª que tendr¨¢ que cambiar, debe ser m¨¢s activo, m¨¢s fluido¡±, explica Read, de UNED Abierta.
En Espa?a, acosada por la crisis y con tasas universitarias al alza, la formaci¨®n online gratuita est¨¢ causando un fuerte inter¨¦s. ¡°Es el noveno pa¨ªs con m¨¢s estudiantes en Coursera, por detr¨¢s de Alemania y Rusia¡±, dice Andrew. Quienes los han probado reconocen su valor a largo plazo.
UNED Abierta aspira a convertirse en la plataforma online de referencia en los pa¨ªses hispanohablantes, con una audiencia potencial de 500 millones de personas. Sin embargo, proyectos previos de Stanford, Harvard o MIT y, especialmente, Coursera, vienen pisando fuerte. Su fundador, Andrew Ng, profesor de Stanford, empez¨® en 2008 a jugar con la idea. ¡°Colgu¨¦ en la Red material lectivo y v¨ªdeos de libre acceso y tuvieron miles de visualizaciones. El a?o pasado dimos uno de los primeros cursos online gratuitos de Stanford y se apuntaron m¨¢s de 100.000 personas. Eso me anim¨® a lanzar Coursera¡±, explica por tel¨¦fono desde California.
Junto a su colega Daphne Koller lanz¨® la plataforma en enero. Diez meses despu¨¦s cuenta con 1,7 millones de estudiantes de todo el mundo. ¡°Hemos tardado menos que Facebook en llegar al primer mill¨®n de usuarios¡±, sonr¨ªe. ¡°A los profesores les atrae mucho ense?ar a 50.000 o a 100.000, es un reto. Y la Universidad quiere llegar a cuanta m¨¢s gente mejor, es una cuesti¨®n de marca global¡±.
La metodolog¨ªa es sencilla. El registro lleva menos de un minuto. Se selecciona el curso en funci¨®n del tema, la duraci¨®n, la universidad o la fecha de comienzo, y, listo, aceptados. Una vez dentro, la metodolog¨ªa de ense?anza se basa en lo que Andrew ha bautizado como ¡°clase invertida¡±. ¡°Los profesores cuelgan v¨ªdeos explicativos por cap¨ªtulos para que los alumnos los vean antes como deberes. As¨ª, en lugar de dedicar el aula virtual a aburrirse con el serm¨®n del docente, se destina a interactuar en foros y a resolver ejercicios en grupo¡±.
La t¨¦cnica parece funcionar. ¡°Hice un curso de gamificaci¨®n de la Universidad de Pensilvania y aprend¨ª mucho. Era formaci¨®n espec¨ªficamente pensada para ser impartida online. Los v¨ªdeos ten¨ªan subt¨ªtulos en ingl¨¦s, y los foros eran muy activos y divertidos¡±, explica Jaime Cuesta, gerente en una entidad financiera espa?ola. La calificaci¨®n se realiza tanto por autoevaluaci¨®n, con breves ex¨¢menes tipo test, como corrigiendo ejercicios de compa?eros, que a su vez corrigen los de uno.
¡°En mi clase ¨¦ramos 70.000 y aprobamos 9.000. Me enviaron un certificado, no es oficial de la Universidad, pero acredita el curso. Lo he puesto en mi curr¨ªculo, creo que denota un inter¨¦s por seguir form¨¢ndose que cualquier departamento de recursos humanos valorar¨ªa¡±, dice Cuesta, quien dedic¨® entre ocho y diez horas semanales durante seis semanas para superar el curso.
El de los certificados es uno de los asuntos clave a¨²n sin resolver. Andrew Ng, de Coursera, explica que es una de las v¨ªas por las que esperan conseguir ingresos en el futuro, cobrar al estudiante una peque?a cantidad por expedir certificados avalados por cada universidad, algo que de momento no ocurre. ¡°Estamos pensando c¨®mo abordar este tema. De momento, cualquiera que supere el curso recibe una insignia, una acreditaci¨®n online de que lo ha completado con ¨¦xito. Dentro de poco quiz¨¢ demos la posibilidad de, por solo 10 o 15 euros, recibir un certificado oficial¡±, explica Read, de UNED Abierta.
Rafael Font, inform¨¢tico empleado en el Parlamento Europeo en Bruselas, se apunt¨® a un curso de emprendimiento tecnol¨®gico en otra plataforma, VentureLab, propia de Stanford. ¡°Me pareci¨® muy ¨²til, aporta conocimientos de alta calidad y contrastados. Ahora me siento con fuerzas para crear mi propia empresa¡±. Jordi Rosell, consultor de marketing de 30 a?os, ha hecho tres cursos en Coursera. ¡°Uno de usabilidad, otro de software como servicio y otro de model thinking. Y prob¨¦ otra plataforma, Udacity, pero no me gust¨® tanto¡±.
Udacity, creada tambi¨¦n por acad¨¦micos de Stanford, compite con Coursera en atraer usuarios, aunque su modelo no se basa en cerrar acuerdos con universidades, sino con profesores individuales. Otra alternativa, edX, cuenta con un abanico de cursos m¨¢s reducido. Y OpenCourseWare, iniciativa m¨¢s antigua, ofrece materiales lectivos, pero sin componente de foro ni interacci¨®n en las clases virtuales.
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