Cemento para crecer con m¨¢s ritmo
La gran potencia del Sur aprovecha los mundiales y los Juegos Ol¨ªmpicos para lanzar un ambicioso plan de equipamientos p¨²blicos. El objetivo, acelerar su crecimiento
La popular marcha de Carnaval define a R¨ªo como ¡°cidade maravilhosa, cidade de encantos mil¡±. Pues habr¨¢ que verla en 2014, cuando se inauguren los Mundiales de f¨²tbol. Como muchas otras ciudades del pa¨ªs, sobre todo las 12 sedes de los Mundiales, R¨ªo est¨¢ viviendo una impresionante modernizaci¨®n de su urbe; un nuevo Maracan¨¢, un puerto ol¨ªmpico, barrios de nuevo cu?o como Porto Maravilla, nuevos medios de transporte, carreteras¡ El Gobierno brasile?o ha decidido aprovechar la oportunidad de los dos eventos gemelos,los Mundiales y los Juegos Ol¨ªmpicos, para acelerar una puesta al d¨ªa de infraestructuras que empez¨® en serio en 2007, con el PAC 1 (Plano de Acelera?ao do Crescimento) y sigue ahora con el PAC 2, a¨²n m¨¢s ambicioso.
La confluencia, en solo dos a?os, de dos eventos deportivos tan medi¨¢ticos hac¨ªa inevitable que Brasil, la gran potencia emergente de Latinoam¨¦rica, los aprovechara ¡ªigual que hicieron Espa?a, Corea o China¡ª para proyectar una imagen renovada de s¨ª mismo ante el mundo. Aun cuando Brasil es una naci¨®n de 9 millones de kil¨®metros cuadrados y 200 millones de habitantes, que ha crecido a tasas del 4% anual los 10 ¨²ltimos a?os y es ya el segundo BRIC (gigantes con un enorme potencial de desarrollo) del mundo, despu¨¦s de China, muchos a¨²n le ven como un pa¨ªs de sol, samba, carnaval y lindas garotas. De modo que los ambiciosos planes de infraestructuras, sobre todo los m¨¢s aparentes, en las ciudades sede de los Mundiales responden en buena parte a los objetivos de esa gigantesca operaci¨®n de prestigio que el Gobierno de Dilma Roussef ha puesto en marcha. Lo que explicar¨ªa, pues, la magnificencia, espectacularidad y coste de los 12 estadios construidos o renovados para los Mundiales.
El alto precio de estas instalaciones, y el que los costes se hayan elevado casi mes a mes, ha desatado una aut¨¦ntica ola de cr¨ªticas en el pa¨ªs por parte de la ¨¦lite pol¨ªtica y de los medios de comunicaci¨®n. Pero todo indica que, estando en juego el prestigio de la que es ya la sexta econom¨ªa del mundo, el Gobierno de Brasilia haya pensado que no era momento para ahorrar y que las im¨¢genes de unas arenas (como les llaman) suntuosas acabar¨ªan reportando m¨¢s ganancias para el pa¨ªs que lo de optar por unas instalaciones m¨¢s austeras y baratas. Sin descartar que pocos brasile?os, un pueblo orgulloso ¡ªy futbolero¡ª, hubieran deseado unos estadios m¨¢s modestos. Este deseo de impresionar explica tambi¨¦n muchas otras obras como el Puerto Ol¨ªmpico de R¨ªo, la Cidade da Copa de Recife, los Monorail de Manaos y Porto Alegre, y nuevas zonas urbanas como el Sector Noroeste de Brasilia.
Ahora bien, si las necesidades de afirmar la capacidad del pa¨ªs (casi todos los estadios est¨¢n siendo construidos por empresas brasile?as) explica en parte el lanzamiento de estos proyectos, la realidad es que Brasil necesitaba una renovaci¨®n de sus equipamientos tanto como el comer. En muchas ¨¢reas, las carencias han empezado a lastrar la capacidad del pa¨ªs para crecer. De ah¨ª que estos planes de construcci¨®n de equipamientos hayan sido bautizados como ¡°de aceleraci¨®n del crecimiento¡±. La situaci¨®n de las infraestructuras se ha agravado tanto ¡ªa mayor crecimiento, mayor saturaci¨®n de las infraestructuras existentes¡ª que la necesidad de ampliar carreteras y l¨ªneas de ferrocarriles, construir nuevos puertos y aeropuertos o mejorar el transporte urbano ha centrado buena parte de los debates nacionales en el pa¨ªs.
Todos los informes, internacionales y dom¨¦sticos, coinciden en que Brasil no tiene una red de carreteras a la altura de su peso econ¨®mico. Una revista europea publicaba un reportaje en el que el periodista hab¨ªa acompa?ado a un camionero en un viaje de 1.600 kil¨®metros entre Mato Grosso y el puerto de Santos (S?o Paulo). ?Duraci¨®n del viaje? Seis d¨ªas. Esto resulta preocupante, ya que algunos sectores econ¨®micos, por ejemplo la agricultura, una de las m¨¢s eficientes del mundo, se encuentran con que, a la hora de exportar, los costes de transporte absorben hasta el 40% del coste del producto. ¡°Actualmente, los costes de log¨ªstica en Brasil representan entre el 15% y el 18% del PIB, frente al 9% que suponen en los pa¨ªses de la OCDE¡±, asegura un documento local. Varios economistas han puesto en evidencia las distancias entre Brasil y China, un pa¨ªs soberbio en materia de infraestructuras, en este punto y los riesgos que corre la econom¨ªa del pa¨ªs de no solucionarse estos problemas. Igual de congestionados est¨¢n los ferrocarriles, puertos y aeropuertos del pa¨ªs.
Accesos a R¨ªo y S?o Paulo colapsados
La situaci¨®n es muy preocupante en el ¨¢mbito urbano, en las grandes metr¨®polis brasile?as. Los accesos a S?o Paulo o R¨ªo est¨¢n cada vez m¨¢s colapsados. Atravesar estas ciudades puede llevar horas. Esto porque la econom¨ªa brasile?a, al haber crecido m¨¢s de un 50% en la ¨²ltima d¨¦cada, ha llevado a que muchos equipamientos soporten ahora el doble del uso de hace 10 a?os. Por ejemplo, 6 grandes aeropuertos regionales del Estado de S?o Paulo ¡ªS?o Jos¨¦ do Rio Preto, Mar¨ªlia, Ara?atuba, Bauru, Presidente Prudente y Ribeir?o Preto¡ª vieron su tr¨¢fico de pasajeros crecer un 47% en un solo a?o, entre 2010 y 2011.
De ah¨ª que las infraestructuras ligadas estrictamente a los Mundiales, los estadios o las ciudades deportivas, por muy dispendiosas que parezcan, representan nada m¨¢s que un 3% o un 4% de las inversiones. El grueso del dinero se invertir¨¢ en carreteras, ferrocarriles, sistemas de transporte urbano, puertos y aeropuertos, as¨ª como en centrales el¨¦ctricas y en la puesta al d¨ªa de los sistemas de telecomunicaciones. La apuesta es de tal calado que las distintas Administraciones brasile?as han aprobado ya un total de 12.265 nuevas obras a terminar hasta 2014, la mayor parte en fase de construcci¨®n. Solo en transporte y log¨ªstica, el PAC 2 contempla 65.000 millones de euros, de los que 12.000 millones ir¨¢n a mejorar la movilidad en las zonas urbanas.
El plan prev¨¦, entre otras cosas, la concesi¨®n a la iniciativa privada de unos 7.500 kil¨®metros de carreteras y 10.000 kil¨®metros de v¨ªas f¨¦rreas federales. El Gobierno entregar¨¢ a la iniciativa privada la construcci¨®n y explotaci¨®n de 12 tramos de l¨ªneas de ferrocarril mediante el sistema PPP, colaboraci¨®n p¨²blico-privada. Otro hito ser¨¢ el tren de alta velocidad R¨ªo-S?o Paulo-Campinas, cuyo proceso de adjudicaci¨®n est¨¢ previsto para 2014 y al que se espera se presenten constructoras extranjeras para las infraestructuras y operadores de Espa?a, Alemania, Francia, Jap¨®n o Corea del Sur para su explotaci¨®n. La obra, que inicialmente deb¨ªa haber estado lista para 2014, se ha retrasado por diversas razones. El final lo han fijado ahora en 2018-2020.
Especialmente espectaculares son los proyectos de modernizaci¨®n del transporte urbano. El Gobierno, los Estados y las municipalidades no han dudado a la hora de apuntarse a lo m¨¢s vanguardista como el monorra¨ªl, en funcionamiento en Asia. En Manaos, capital de Amazonia, tendr¨¢ un monotrilho construido por una empresa de Malasia. Hay diversos proyectos de implantaci¨®n del metro en ciudades que no lo ten¨ªan o de ampliaci¨®n de redes ya existentes. Este es el caso de Salvador de Bah¨ªa, que licitar¨¢ la construcci¨®n de 30 kil¨®metros con 16 estaciones, o de S?o Paulo, que est¨¢ ampliando tambi¨¦n su red desde los 74 hasta los 100 kil¨®metros.
Otro foco est¨¢ en los aeropuertos ya ante los Mundiales de 2014. La idea del Gobierno es ampliar y modernizar muchos de los aeropuertos existentes y ampliar adem¨¢s los regionales desde 130 hasta 210, lo que supone inaugurar 80 nuevos aer¨®dromos. En algunos Estados habr¨¢ un aeropuerto en un radio de 100 kil¨®metros. Nada raro si tenemos en cuenta que Brasil, con 8,5 millones de kil¨®metros cuadrados, tiene distancias habituales de 2.000 o 3.000 kil¨®metros. Habr¨¢ tambi¨¦n fuertes inversiones en telecomunicaciones (soportadas en buena parte por los operadores, como Telef¨®nica), en energ¨ªa (las m¨¢s importantes y costosas), en suministro, alcantarillado y depuraci¨®n de agua o en recogida y tratamiento de residuos urbanos.
Un alto coste
Todo este plan, que despierta l¨®gica envidia en Europa, y sobre todo en EE UU, tendr¨¢ un alto coste, alrededor de 1,48 billones de reales (592.000 millones de euros) en los pr¨®ximos 25 a?os. Aun cuando la econom¨ªa brasile?a est¨¢ en buena forma, el Gobierno trata de dispersar estas inversiones por distintos actores, el Estado federal, que pagar¨¢ el grueso de la factura, pero tambi¨¦n los Estados y las municipalidades. Y la empresa privada, que tendr¨¢ un papel importante en la puesta en marcha de estas infraestructuras a trav¨¦s de los modelos de PPE. La intenci¨®n del Ejecutivo de Brasilia es la de conceder la explotaci¨®n de muchas de estas infraestructuras a empresas privadas, algo que ya viene haciendo. Lo har¨¢ no solo en el tren de alta velocidad, las nuevas l¨ªneas de ferrocarriles o muchas de las principales carreteras que pertenecen ahora al Estado, sino incluso en aeropuertos o en transporte urbano, caso del metro de Porto Alegre.
Ya el a?o pasado, el Gobierno anunci¨® la concesi¨®n de la construcci¨®n, ejecuci¨®n y explotaci¨®n de las nuevas terminales de los tres mayores aeropuertos internacionales de Brasil ¡ªBrasilia, Guarullos y Campinas¡ª a la iniciativa privada, en un modelo de PPP. Un tipo de iniciativa que se ha empezado a extender por todo el pa¨ªs. Y tambi¨¦n en S?o Paulo el Departamento A¨¦reo del Estado (DAESP) decidi¨® entregar los 31 aeropuertos a la gesti¨®n privada. Esta era tambi¨¦n la intenci¨®n del Gobierno con los estadios de f¨²tbol del Mundial, si bien en este caso no parece haber habido mucha receptividad. Al final, ante la escasa disposici¨®n de los clubes y la iniciativa privada, tuvo que encargarse de construirlos casi todos. Sin reparar demasiado en gastos, eso s¨ª, Brasil 2014 tendr¨¢ algunos de los estadios m¨¢s impactantes jam¨¢s vistos.
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