Pasi¨®n de Coelho para salir de la crisis

Contra la crisis, pasi¨®n. Y no lo dijo este lunes cualquiera, sino un escritor como el brasile?o Paolo Coelho, que bajo el dictado de esa premisa ha guiado su vida y su carrera literaria hasta el punto de haber vendido 140 millones de libros en todo el mundo. Es una buena cuenta de resultados para quien cerr¨® la jornada dedicada a Brasil bajo el t¨ªtulo En la senda del crecimiento que se celebr¨® este lunes en el Teatro Real de Madrid, organizada por EL PA?S y el diario brasile?o Valor Econ¨®mico, con la presencia de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y de personalidades pol¨ªticas y empresariales espa?olas y brasile?as.

Coelho tir¨® de dos ejemplos para su discurso de clausura. ¡°Uno privado y espa?ol, aunque lo protagonizara un genov¨¦s, y otro colectivo brasile?o¡±.

El primero se refer¨ªa a Crist¨®bal Col¨®n: ¡°Tiene lugar en 1492, tras la ca¨ªda de Granada. Cuando todo el mundo estaba convencido de que para expandirse el imperio deb¨ªan dirigirse hacia ?frica, Col¨®n dijo que no, que hab¨ªa que cruzar el mar oc¨¦ano¡±. Le tomaron por loco¡­ ¡°Hoy, el espa?ol es la segunda lengua m¨¢s hablada en el mundo¡±.

El autor de ¡®El alquimista¡¯ cree que ambos pa¨ªses deben hacer cosas juntos

El otro ocurre en Brasil. A?o tras a?o: ¡°?Ustedes saben qu¨¦ es una escuela de samba?¡±, pregunt¨® Coelho a los asistentes antes de dar una definici¨®n personal. ¡°Una escuela de samba es un lugar donde se re¨²nen 4.000 personas dos horas antes de salir a la calle y una vez fuera, se las arreglan para bailar en perfecta armon¨ªa. ?Por qu¨¦? Porque lo hacen con pasi¨®n¡±.

Para el autor, son dos casos que vienen perfectamente a explicar porque Espa?a y Brasil pueden hacer grandes cosas juntos: ¡°Porque a ambos nos une la pasi¨®n a la hora de afrontar la vida¡±.

El autor de El alquimista y de El manuscrito encontrado en Accra (Planeta), la nueva novela que presenta estos d¨ªas en Espa?a, se congratul¨® de haber escuchado mensajes optimistas durante toda la tarde de este lunes.

Coelho escuch¨® cada mesa redonda como un alumno aventajado mientras presum¨ªa y captaba en los descansos de las sesiones adeptos a Twitter que a?adir a su lista de 6,3 millones de seguidores en todo el mundo. Uno a uno, predicando con el ejemplo. Con verdadera pasi¨®n.

Los mensajes de esperanza le hicieron, no obstante, contar una historia que nos debe hacer reflexionar sobre la psicosis colectiva a la que pueden verse arrastradas en tiempos oscuros las sociedades por contagio. ¡°Un hombre en el interior de mi pa¨ªs ten¨ªa un puesto de frutas y le iba bien. Un d¨ªa lleg¨® un se?or y le dijo: ?no has notado la crisis? ?l respondi¨® que no¡±. As¨ª sucesivamente, un vecino tras otro, un cliente tras otro. ¡°Lleg¨® su hijo y le coment¨®: ¡®Debemos cerrar, por la crisis¡¯. El hombre no se hab¨ªa percatado, es m¨¢s, nunca lo not¨®, pero¡­¡±. Nadie est¨¢ exento de ese tipo de virus.